Yu Sile cerró sus ojos.
Si tan solo... si tan solo Yu Holea no hubiera sido cambiada en su nacimiento.
Entonces habrían podido disfrutar de su calidez desde el nacimiento.
Yu Sile a veces imaginaba... qué pasaría si Yu Holea no hubiera sido cambiada...
Y se dio cuenta de algo.
Si Yu Holea no hubiera sido cambiada al nacer... él nunca la habría visto como una responsabilidad.
¡No!
La habría valorado...
¡Era una persona tan encantadora!
Yu Sile salió de sus pensamientos cuando escuchó la dura voz de la Anciana Madam Yu,
—¡Ha hecho tanto por todos ustedes, pero qué están haciendo? ¿La están dejando cuando más necesita ayuda? ¡Cómo pueden ser tan egoístas!
Yu Sile estaba irritado y dijo,
—¡Por su culpa, echamos a nuestra verdadera hermana!
La Anciana Madam Yu se atragantó con sus palabras antes de gritar con una voz aún más fuerte,
—¡Qué diablos estás diciendo! Ella no fue quien les pidió que enviaran a esa pequeña p*...
—¡Abuela! —Yu Shuchang gritó.
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