Capítulo 31: Bajo tierra ll

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Elijah busco rápido el radar, donde se marcaban las posiciones de cada criatura en la sala, el Guaren Anciano había desaparecido de su vista.

Pero entonces lo volvió a encontrar.

-"¿...Cómo lo hizo?"

Lo que vió le dejó sorprendido.

La huella astral de Guaren Anciano estaba justo detrás del Kraggon, pero en las imágenes no aparecía su figura por ningún lugar, en medio de la caótica escena llena de fuego y cuerpos de ratas quemados, este se había escabullido sigilosamente aprovechando la densa oscuridad hasta acercarse por la espalda.

-...esa es su habilidad después de generar un núcleo, si no fuera por los sensores de Echo fácilmente sería indetectable.

Rápidamente lo dedujo, la criatura podía esconder su presencia a tal grado que ni siquiera los sentidos aumentados del Kraggon creciente conseguían detectarlo, era un nivel de sigilo extremo.

La enorme rata aprovechando que había pasado desapercibido ejecutó un ataque crítico.

-"¡Slashh!"

Sus colmillos se clavaron en el cuello del Kraggon, consiguiendo atravesar la defensa y alcanzar las arterias, lo que provocó una hemorragia.

La sangre brillante empezó a fluir.

-"¡¡GROOAAAAARRRR…!!"

Rugió furioso, a la vez que se sacudía en un intento por sacarse a la gran rata de encima.

Pero el astuto animal no se desprenderá tan fácilmente.

-"Esto me trae recuerdos…"

Pensaba Elijah en su mente, él también había acabado con cierta criatura de la misma manera.

-"Pero no le será tan fácil"

En ese momento el Kraggon se detuvo, se dio por vencido con ese método.

La temperatura a su alrededor se elevó drásticamente de nuevo, la enorme rata empezó a quemarse lentamente , pero aún así no liberaba su mordida.

Y fue entonces:

-"¡¡BOOMMMM!!"

-"¡PLAFT…!"

El Kraggon volvió a emitir otra explosión, no tan poderosa debido a la corta preparación. Pero fue suficiente para librarse.

La rata anciana salió volando a gran velocidad y terminó por impactar contra una pared de roca.

-"¡GRIAAAAKK ….!"

Se levantó después del choque y rugió amenazadoramente una vez más.

El impacto fue duro, terminó herido, tenía varios huesos rotos y la piel quemada pero todavía podía continuar.

En este momento de la pelea, un insoportable hedor a pelo quemado cubría el lugar.

-"¡GRAAAA..!:

El Kraggon no dejó que el Guaren Anciano descansara y cargó hacia él de nuevo, no podía perder la oportunidad.

-"¡Grik…!"

-"¡Grik…!"

-"¡Grik…!"

Entonces se escucharon más chirridos.

-...Estos bichos no tienen fin.

Otro grupo de Guarens vino a socorrer al líder de su manada después de escuchar el rugido.

Estos eran un poco diferentes a los anteriores, eran de mayor tamaño y un color más oscuro.

-"Todos son portadores en el límite… son las élites de la manada"

Debido a la cercanía de Echo a la zona de batalla sus lecturas se habían vuelto mucho más precisas, ahora conocía con exactitud las capacidades de cada una de las criaturas allí presentes.

Regresando a la batalla.

Apenas llegaron los refuerzos, inmediatamente se abalanzaron sobre el Kraggon que cargaba hacia el Guaren Anciano, deteniendo su marcha y protegiendo al ahora vulnerable líder de la manada.

-"Es una lástima, desde el principio hubo un claro ganador"

Elijah ya pudo deducir el resultado de la pelea.

El Kraggon acababa fácilmente con los Guarens, solo los refuerzos con sus habilidades superiores se libraban de ser golpeados, cada ataque son sus garras rojas como el acero caliente atravesaba las defensas de las ratas menores que se abalanzaron sobre él, haciendo que cayeran como moscas, no podían soportar la elevada temperatura que emanaba a su alrededor.

Era una demostración de fuerza bruta, la ventaja inicial de los Guarens se perdió después que su líder fuera herido. Sólo los Guarens oscuros podrían atacar exitosamente.

Su cuerpo evolucionado para ataques furtivos acechando desde las sombras no podía igualar al Kraggon, una criatura que peleaba de frente y podía soportar golpes más poderosos, además que su energía astral le dotó del poder de las llamas, haciendo aún más poderoso su arsenal, ahora sus ataques abarcaban un espacio mucho mayor, dándole una gran ventaja cuando peleaba contra vario enemigos, como ahora.

La hemorragia provocada por la mordida en el cuello del Kraggon no se detenía, parecía que algo en la mordida del Guaren evitaba que la sangre coagulara y se detuviera, pero aun así estaba en mejor condición que su enemigo.

-"La diferencia física es extrema… pero eso no lo es todo en una pelea"

El Kraggon, una especie cuyos individuos viven solitarios, apenas dejan el huevo ya deben aprender a valerse por sí mismos. Es vivir o morir en el intento, este tipo de vida les permite crecer más fuertes y feroces que otras especies, pero en soledad. La gran fuerza corporal con la que fue bendecido le impide buscar otras soluciones a los problemas que no sea un ataque de frente.

En comparación con los Guarens, una manada enorme que se mueve en grupo, con altas tasas de nacimientos, su ya de por sí débil constitución no cambia con el tiempo debido a los pocos riesgos que corren al vivir en grupos. Pero una gran coordinación y adaptación a las circunstancias, el más viejo y experimentado miembro dirige al resto, apoyándose en su experiencia de vida. Un sistema de liderazgo bastante avanzado para ser meros animales salvajes.

-"La evolución no favorece a todos por igual."

Elijah lo había entendido, éste era el territorio de los Guarens, su madriguera, y el Kraggon lo invadió.

El también fue atacado por ellos cuando entró a sus dominios sin darse cuenta.

Entonces surgía otra pregunta.

-"¿Qué lo atrajo aquí…?"

Las criaturas no peleaban sólo por territorios, al menos las criaturas astrales no lo hacían, su capacidad de razonamiento obtenida no le permitía hacer algo tan tonto como iniciar una pelea territorial que terminara en la muerte de todo el grupo.

Por eso la rareza en la actuación de las ratas en esta situación, en vez de huir y salvarse se quedaron a defender su hogar del poderoso Kraggon invasor, desatando esta sangrienta pelea.

-"Deben estar protegiendo algo…"

La pelea seguía, ahora el Guaren Anciano después de recuperarse un poco se había unido al resto y hacían ataques más coordinados, aumentando la eficiencia, se turnaban, atacaban por la espalda y huían, volviendo la pelea poco a poco a su propio ritmo.

La piel del Kraggon presentaba varios rasguños y mordidas por las que no paraba de sangrar.

-"Definitivamente, parece que esas mordidas son difíciles de tratar… pero aun no es suficiente."

Elijah lo sabía, esto no era suficiente, si la estrategia se hubiera aplicado antes tal vez habría funcionado mejor, pero ahora ambas partes habían sufrido un desgaste considerable.

-"Ha pasado un tiempo desde la última explosión, parece que necesita un tiempo para prepararse…"

Si el Kraggon volviera a generar otra explosión, la ventaja de los Guarens desaparecería por completo y esta vez sería el final.

Pero eso no sucedería, el astuto jefe Guaren ya contaba con eso.

Las lecturas de energía astral del Kraggon habían disminuido dramáticamente, debido al desgaste de la pelea y al uso de su habilidad para generar fuego, cada explosión o ataque de aliento consumía una gran cantidad de energía, mucho más de la que su corazón podía generar.

Las criaturas tenían límites mayores para convertirse en crecientes, si para los humanoides lo normal es entre 100 o 250, sin contar a las razas nobles, entonces las bestias eran 200 y hasta 400 puntos de valor en sus huellas astrales.

Entonces al generar un núcleo el valor de dispara exponencialmente, lo normal suelen ser 10 veces la capacidad original.

Por eso Elijah no se atrevió a acercarse al lugar, cuando peleaba en la superficie lo primero que prestaba atención era a esto, al momento de establecer la lista de sus objetivos de cacería, el Káiser tenía un valor de [164], mientras el Helkin unos [182], el Bugher [135]... y el Kraggon [176]

A pesar de las diferencias de energía acumulada que definían mayormente sus capacidad de razonamiento y fuerza, estos también contaban con sus excepcionales rasgos biológicos, así como el Káiser y el Helkin demostraron su astucia, el Bugher corrió directo a su muerte, guiado por su instinto primario de territorialidad.

Ahora después de generar un núcleo ese valor de huella astral se había multiplicado por 10. Así que si el actual Elijah se para frente a él, sin duda moriría sin ofrecer la menor resistencia.

Pero este no es el factor decisivo en una pelea, no cabe duda de que es un aspecto muy importante, pero siempre puede ocurrir cualquier cosa, una variable inesperada, un plan cuidadosamente establecido… o una trampa.

Eso era precisamente lo que estaba por suceder.

-"Pensé que sería más inteligente después de su evolución… al final sigue siendo el mismo lagarto tosco."

En ese momento el Kraggon se veía sumamente desesperado, los escurridizos Guarens de pelaje oscuro que llegaron últimos no paraban de atacar y retirarse, apenas alcanzaba a golpear alguno antes que se escabullera, y entonces otro se aprovechaba de su distracción para atacar por la espalda.

Era un ciclo constante de ataques que le habían dominado por completo.

El Kraggon necesitaba salir del aprieto, así que recurrió a su golpe más devastador. La energía a su alrededor terminó por concentrarse dentro de su cuerpo, fue absorbida como un remolino. Le tomó un buen tiempo hacerlo mientras resistía.

La primera fase del ataque estaba lista, ahora comenzaba la segunda.

-Es ahora.

Elijah ya había deducido el funcionamiento de la técnica.

-"¡¡BOOOMMMMM!!"

Una explosión mucho mayor que las anteriores iluminó por completo el amplio espacio, imposibilitando la visión.

-"¡Brummm….!"

La cueva se agitó por la fuerza liberada, varias rocas se desprendían del techo amenazando con un derrumbe.

Elijah observaba en el radar como desaparecían abrumadoramente los puntos que señalaban las posiciones de los Guarens.

Esta era la tercera vez que explotaba, y con este ataque su energía se había agotado casi por completo, pero la potencia desatada había merecido la pega.

El polvo levantado se empezaba a despejar, y ahora se podía ver partes de la escena.

El Kraggon yacía en el centro de un cráter, observando hacia todos lados, no veía ningún ser vivo a su alrededor.

-"..."

Aún el polvo no terminaba de desaparecer, pero confío en sus sentidos mejorados que no detectaron presencia alguna en la zona, lo que le hizo pensar que había acabado con todos.

Así que decidió proclamarse vencedor.

-"¡¡GROAAARRR–....!!"

Desde luego, fue algo estúpido de su parte.

Lanzó un imponente rugido al cielo anunciando su victoria, pero fue interrumpido a la mitad.

-"¡¡Swosshh!!"

-"¡¡Kiegh…!!"

El Guaren Anciano salió de las sombras y atacó su cuello de nuevo, enterrando profundamente sus colmillos.

Su aspecto no era el mejor, estaba lleno de quemaduras y heridas sangrantes, esto no era lo más llamativo, ahora venas luminosas azules se marcaban bajo la piel, las iris de sus ojos ahora emitían un peligroso brillo azul, era el color de la energía astral en su máxima pureza, lo que daba a entender que ese no era un estado cualquiera.

-"Está usando el reforzamiento de energía Astral… lo está dando todo en el final"

Elijah sabía de esto, fue una de las cosas que más atención le prestó cuando estudiaba. Reforzamiento, la capacidad de movilizar y manipular el poder dentro del cuerpo, amplificando las capacidades físicas.

Algo que un creciente puede hacer con un poco de práctica, pero ver a una criatura hacerlo no era común.

-"¡Grahh…!"

El Kraggon intentó atacar con sus garras, pero la cola del Guaren, demostrando una flexibilidad insana se enroscó en la extremidad imposibilitando el movimiento.

-"¡Grooohhh!"

-"¡Kiegh….!"

El Kraggon no se quedó quieto, definitivamente no podía dejarse dominar así.

Esta vez utilizó la otra extremidad libre, pero uno de los Guarens de pelaje oscuro se abrazó a ella, ahora estaba restringido por completo, solo contaba con su mandíbula y cola, pero eran fácilmente evitadas debido a la lentitud que se había apoderado de su cuerpo.

El calor que emitía se había vuelto casi nulo al descargar toda su energía después de la gran explosión.

Un nuevo gritó resonó.

-"¡¡KIEEEGGHHHHH!!"

Esta vez fue el Guaren Anciano que rugió, lo que hizo que el resto de Guarens oscuros salieran de las sombras, asaltando de inmediato el cuerpo del Kraggon.

-"¡¡GRAAAAAHHHHH…!!"

El Kraggon rugía de dolor, se arrastraba por el suelo en un intento de liberarse de los atacantes, pero apenas conseguía quitarse algunos de encima.

Los Guarens le mordisqueaban sin parar mientras el Guaren Anciano restringía sus movimientos.

El cuerpo del Kraggon sufría constantes desgarros, sus escamas eran sacadas por los colmillos de los Guarens, que frenéticos, no paraban de morder hasta llegar a su carne, prácticamente lo estaban devorando vivo.

Se había vuelto una masacre unilateral. La pelea fue decidida en el último momento, el bando ganador eran los Guarens, todo bajo el sacrificio de muchos miembros y la astuta planificación del Guaren Anciano.

La sangrienta batalla estaba llegando a su fin, las ratas estaban devorando el cuerpo del Kraggon que aún seguía respirando.

Pero, justo en ese momento.

-"¡¡KLANKS!!"

-"¡Krack…!"

Se escuchó un disparo, cuyo eco resonó a lo largo y ancho de la amplia cadena de cuevas.

Las ratas, que hasta ahora no se detenían devorando con avidez, quedaron paralizadas, mirando hacia un solo lugar.

Su líder, el Anciano Guaren, ahora inmóvil, pues un perno atravesaba su cráneo, desde el cual empezaba a salir sangre.

Fue un ataque inesperado y sorpresivo.

-No puedo dejar que se lo coman.

Un hombre de pelo y piel blancos estaba de pie en la entrada del lugar mientras apuntaba con un enorme rifle de precisión.