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2. ARTE MARCIAL TIGRE Y PANDA

Las horas pasaron y el anciano caminaba a un ritmo lento fuera del pueblo, el siguió caminando hasta llegar a un árbol grande, se acostó al lado del árbol y durmió, Edric que estaba escondido cerca de él, lo observaba con cuidado y se le hacia extraño que una persona de su edad, tuviera habilidades tan sorprendentes y ligeras.

¿Quién es el anciano?

¿Es un hueco o un humano?

¿No lo había visto en el pueblo Pompeya?

Las preguntas retumbaban en la mente de Edric, ¿Qué debería hacer? Se pregunto el, se acordó con urgencia que debía regresar a su hogar para ayudar con los deberes de la familia o temía enojar a padre.

Cuando Edric se fue, el anciano abrió los ojos lentamente y los mantuvo mirando el cielo del atardecer, la expresión de su cara era de pensamientos profundos, él había ido al pueblo a comprar licor para saciar su pena, cuando estaba caminando para volver al bosque se encontró unos rufianes que intentaron robarle su botella, el observo y analizo a sus contrincantes como lo había hecho anteriormente con sus enemigos, se dio cuenta que eran huecos y una mirada de desprecio apareció, decidió no matarlos pero si les daría una golpiza que nunca olvidarían, después de haber terminado su pelea, vio a un niño bonito de 4 años pero cuando estaba peleando no se había dado cuenta de él. "Esto es muy raro, el niño es un hueco y no pude detectarlo, era el vino o lo viejo que estoy, ¿es un pequeño monstruo?". El anciano siguió perdido en sus reflexiones pero no reconocería nunca la capacidad de un hueco.

….

En el orfanato LUX, el reloj marcaba las 10 de la noche, la casa estaba en silencio a excepción de la parte de atrás, Edric estaba practicando y susurro: "¿Por qué es tan difícil imitarlo? ¿me canso mucho? ¿necesito practicar con alguien?..."

Si el anciano pudiera ver la demostración de su técnica y escuchar sus palabras, el golpearía al niño y lo castigaría fuertemente, el dominio de la práctica de Edric estaba en el rango de novato de la clasificación de las artes marciales, un talento monstruoso con solo observar, se necesitaba tiempo y practica intensa para llegar al preámbulo de esta arte marcial la cual era una de las más difíciles que había.

Edric observaba sus movimientos y los comparaba con el anciano, era grande la diferencia entre los dos, siguió practicando para ajustar los movimientos a su pequeño cuerpo, estiraba cada parte de su cuerpo, aceleraba su mente para coordinarla con cada extremidad de su ser, era la primera vez que practicaba y le gusto la forma del anciano en defender. "¡Quiero defender lo que amo y respeto!"

En silencio era observado por Alan y se sorprendió al escuchar lo que decía su hijo, el asombro no era de su amor a sus deseos, era por la forma en se movía y practicaba las artes antiguas que se leían en los libros, las artes marciales perdieron su popularidad por los dones que recibieron los humanos, la era de la evolución no se concentraba en los movimientos y ataques que daban las artes marciales, se preocupaban en la potencia de su ataque y popularidad en la sociedad.

….

Temprano en la mañana, Edric se levantó y se bañó rápidamente para salir a buscar al anciano, tenia dudas de como ejecutar algunos movimientos y sentía que faltaba algo para seguir.

Corrió al lugar donde se compró la botella de vino. "Hola tío, quería preguntar si el anciano que viene del exterior y el que te compra el vino todos los días, ¿hoy te compro?".

"Hoy no vino, si recuerdo bien el me comento que se iría hoy, ¿lo necesitas para algo?". El dueño lo miro con una expresión desconcertante de porque un niño busca a un alcohólico.

"No, gracias". Agradeció Edric, Salió corriendo a buscarlo porque no quería perderse la oportunidad de aprender a luchar.

Edric con velocidad paso por todo el pueblo y llego cerca del árbol donde se encontraba la última vez, al llegar cerca del árbol, con emoción grito: "¡lo encontré anciano!".

El anciano sorprendido miro con atención al niño, sabia para que vino y podía ver en los movimientos de su cuerpo que había practicado, aunque hubiera entrenado el cuerpo durante 1 año no seria suficiente para llegar al primer nivel de esta arte, el se encontraba en maestro medio y no había podido tener la iluminación para lograr superar el estado actual en que se encontraba.

"Señor quiero aprender el arte que utilizaste, ¿he practicado antes y falta algo? ¿debe estar incompleto? ¿señor podría…?". Las preguntas salían de la boca de Edric con la velocidad de calmar sus dudad llenas de ansiedad.

"No eres digno, no tienes el físico y la base para adaptar tu cuerpo, no has hecho ejercicio para tener resistencia de los movimientos feroces y suaves que se necesitan, tu vida es corta". El anciano no cambio su expresión desde el inicio hasta el final. "Pero te voy a enseñar porque tu vida es insignificante y el cambio que provoques en el océano será pequeño, escucha y observa bien".

"Los movimientos que utilice anteriormente reciben el nombre de arte marcial del tigre y panda, son 10 movimientos principales y 10 secundarios para cada principal, su profundidad es la fiereza del tigre y la suavidad del panda. Es muy difícil de practicar debido a las combinaciones, las variaciones que se pueden realizar y las similitudes que hay entre los secundarios, entre más practiques habrás logrado un mayor nivel, el dominio de ella permite generar un equilibrio entre el ataque y la defensa, observa". Esa era la ultima palabra y mirada que le daría al niño porque la demostración era lo último.

Edric escucho atentamente al anciano y pudo observar como realizaba completamente la técnica, grabo cada movimiento en su mente y la apariencia del anciano para practicar con él, los ojos no se apartaron de el en ningún momento, cuando el termino los 10 movimientos, observo como le daba la espalda y caminaba lentamente. "Gracias señor, si tengo la oportunidad en el futuro le pagare este favor".

Edric y el anciano poco a poco se separaron, el anciano era seguido por un hombre joven de 26 años que se movía silenciosamente, el joven hablo. "¿Maestro porque le enseñaste a ese niño?"

El anciano volteo a mirar a su discípulo Atwood, podía ver las dudas que expresaban su rostro, él sabía que tenía más preguntas por hacer. "Le enseñado a tres individuos, el primero no pudo ejecutar los movimientos con exactitud ese serias tú, el segundo pudo aprender muy bien pero su orgullo no le permitirá llegar al nivel maestro y el tercero fue un capricho de este viejo".

"Maestro, el señor Solar ya es lo suficientemente poderoso en el mundo para no tener rival porque debería aprender artes marciales y no aumentar su CE". Atwood hablaba sin medir sus palabras por la admiración que le tenía a Solar.

"jajajaja, imbécil, crees que el es el cielo, ¿en la batalla que tuvo gano?, ¿por qué busca otras alternativas infames para mejorar?, ¿crees que no aparecerán individuos más poderosos que él?, ignorante". Una mirada de desprecio apareció en su arrugada cara al mirar a su discípulo, decidió no contestar mas sus preguntas y acelerar su velocidad para llegar a la capital del continente.

Atwood observo como se iba su maestro y acelero su velocidad para perseguirlo, el seguía pensando en las palabras y el significado que tenían, desde pequeño fue criado para ser la espada de su señor y su escudo para dar la vida por él, en sus ojos él es su razón de vivir.

Edric seguía inmóvil al lado del árbol, el estaba pensando en cada movimiento del arte marcial tigre y panda que realizaron antes sus ojos e inconscientemente las ejecutaba, paso a paso fue perfeccionándola y logrando alcanzar un nuevo nivel.

El tiempo paso volando: 1 hora, 2 horas y el sol de la mañana estaba desapareciendo. Edric despierta de su estado de iluminación, se nota en todo su cuerpo el sudor y las respiraciones fluctuantes que realiza. "Me falta resistencia en mi cuerpo, me siento cansado pero concibo que he mejorado, ¡es tarde y padre se preocupara!

Edric sale corriendo con una velocidad lenta por la práctica, llega al orfanato y en el comedor se encuentra a su padre y Abril, al verlos. "Perdonen por llegar tarde, me entretuve…"

"¡Edric basta! ¿cumpliste con tus actividades hoy?, mañana trabajaras el doble de lo que no hiciste hoy, la comida esta caliente y no quiero que este fría". Alan lo mira con una expresión de enojo.

Alan se le olvidaba que estaba tratando con un niño de 4 años, a los niños de su edad les gusta jugar y divertirse con sus amigos pero Edric desde una temprana edad mostro seriedad y responsabilidad con sus deberes. Abril trata de imitar la cara de enfado de su padre para demostrarle que esta enojada con el y que se sienta culpable para que el la consienta contándole cuentos.