—Acabo de recordar. Tú eras el pequeño que se escondía detrás del árbol —se burló el Rey Cocodrilo de Ojos Rojos.
Rodó sobre el barro con su enorme cuerpo, causando un desastre por todas partes.
Rascó el suelo con sus afiladas garras. El suelo marrón oscuro estaba expuesto mientras aplastaba los parches de hierba.
Flamita se enojó aún más después de escuchar lo que había dicho el Rey Cocodrilo de Ojos Rojos. Escupió unas bolas de fuego de su boca. Esas llamas rojas causaron ondas cuando se estrellaron en la superficie del Rey Cocodrilo.
El Rey Cocodrilo seguía conduciendo el flujo de agua a lo largo de la superficie de su cuerpo para evitar ser golpeado. El pantano en el que estaba parado era su mayor fuente de agua.
No temía ser quemado por las llamas, ya que estaba en el pantano.
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