Ya no pueden ofenderla

Él criticó a Huang Yilin en público.

Eso...

Tsk tsk, parecía que Bai Yusheng realmente le gustaba este novato.

No le estaba dando ninguna importancia a Huang Yilin por este novato.

Parecía que tenían que aprender su lección.

Antes de que Bai Yusheng perdiera el interés en este novato, no podían permitirse ofenderla.

Huang Yilin era una actriz popular que había ganado el Premio a la Mejor Actriz, y ahora que Bai Yusheng la criticaba por tener malas habilidades de actuación, se sentía tan avergonzada que su rostro se puso pálido.

Ella no se atrevía a decir nada cuando Bai Yusheng la criticaba.

—Sí, Director Bai. Esta vez, me levantaré y daré lo mejor de mí —sabía que Bai Yusheng estaba defendiendo a Qiao Mianmian, pero aún así tenía que mantener la compostura.

No importa cuán popular fuera, tenía que ser educada y respetuosa con un director como Bai Yusheng.

Cuando la regañaba, tenía que aceptar humildemente la crítica.