Nadie osó apoyar a Feng Jing porque Superstar Media era muy intimidante. Simplemente acababan de lanzar su primer ataque y ya había sido suficiente para destrozar a Feng Jing, sin embargo, Tangning tenía más cosas reservadas.
Aún así, Feng Jing no tenía miedo de jugar con fuego. No importaba cómo la juzgara el mundo exterior, seguía insistiendo con su espectáculo unipersonal. De hecho, afirmaba que los medios de comunicación la calumniaban y la acosaban. Había gente en este mundo que todos consideraban desvergonzada, pero que continuaban quedándose y disgustando a todos.
Incluso dijeron algunas cosas desagradables.
Por supuesto, Feng Jing pudo haber pensado que podía herir a Lin Qian, pero en realidad, a Lin Qian no le importaba una palabra de lo que decía. Se iba a casar al día siguiente, así que todo el tiempo libre que tenía lo dedicaba a hacer las confirmaciones finales para su boda.
Después de todo, Tangning ya había aliviado parte de su ira.
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