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Esposa Sustituta del Rey de la Mafia R18

[ADVERTENCIA: CONTENIDO MADURO EXPLÍCITO] Dahlia pensó que se casaría con el hombre de sus sueños cuando tomó el lugar de su hermana gemela en un matrimonio político. Después de pasar una noche apasionada con su esposo, se despierta y descubre que él no era quien ella creía. En lugar de casarse con el prometido de su gemela, quien era su primer amor prohibido, terminó casándose con Bradon, el hombre conocido como el Rey de la Mafia del mundo subterráneo. Con su hermana huida después de fugarse con su amante y con la estabilidad económica del país en juego, Dahlia no tiene otra opción que continuar desempeñando el papel de la esposa complaciente de Bradon. Poco sabe ella que ser la esposa del Rey de la Mafia sería tan física y emocionalmente exigente. Estar casada con el frío, calculador y dominante Rey de la Mafia cambia la vida de Dahlia para siempre, ya que sus seductoras caricias doman su cuerpo y encienden su alma. Con cada beso y caricia, él le enseña placeres como nunca antes había conocido y le muestra una forma de escapar de su oscuro pasado. Rechazada por la sociedad y sus padres desde la infancia por ser siempre la segunda después de su hermana gemela, la vida de Dahlia nunca había sido fácil. Sin nadie que la apoyara, Dahlia estaba acostumbrada a defenderse por sí misma, pero ¿y si su única manera de sobrevivir esta vez es encontrar la clave para desbloquear el corazón frío de su esposo?

Realfantasies · Urbain
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No Puedo Ir Despacio

—Por favor... ¿qué? —preguntó él, burlón.

—Gimoteé suavemente cuando él comenzó a girar mi clítoris con la punta de su dedo, aplicando de vez en cuando más presión. Sentía como si todos mis sentidos se hubieran despertado y el placer de su toque provocador me estaba volviendo loca de deseo. Justo cuando pensé que me daría un respiro, Bradon presionó fuerte contra mi clítoris antes de pellizcarlo y rodarlo entre sus dedos. Sabía que estaba jugando conmigo, y que yo también estaba reaccionando de la forma en que él quería. Captaba cada una de mis reacciones mientras mi cuerpo se deshacía justo delante de él. La dulce y seductora tortura a la que me estaba sometiendo rápidamente se volvió insoportable.

Ya no puedo más...

—¡Ahh! ¡Ahhh... Por favor... Fóllame... Fóllame ya! —grité exigentemente.

—Bien. Ruega, Leya. Suplica por mi polla... —Bradon me susurró seductoramente.