Capítulo 19. Finalización.

La visita de las seis parejas de Su Majestad al Palacio de Camelot provocó una euforia en el personal del gran complejo que trabajaba y vivía ahí para servir al líder de la Humanidad y Emperador del G.T.E. Como lo hacían ahora en el comedor del Palacio donde Kamier, sus madres, su prima y las seis jóvenes estaban comiendo platillos preparados.

Aun siendo el único hombre entre tantas mujeres hermosas, Kamier podía sentir a los Templarios en las sombras que lo protegían como el deber de sus subalternos que han estado a su lado desde el inicio de la Guerra Terran-Covenant hasta las Guerras Infestadoras. Y la llegada a esta realidad como la Gran Cruzada de Purificación que estaban haciendo ahora en las casi conquistadas ex regiones caóticas.

Comiendo en sumo silencio cómodo para todos, las figuras del G.T.E se quedaron degustando la comida que se había preparado por las habilidades de los chefs del Palacio Imperial. Su sazón era de lo mejor que podía ofrecer los cursos en las cápsulas de aprendizaje de los terran para tener la mejor cocina en toda la galaxia conocida.

Pasando por otra rebanada de carne en su boca, Kamier revisó en su cordón neuronal las tareas pendientes que tenía por el día. Ser el Emperador dedicaba una gran cantidad de su tiempo a gestionar el gran esquema de todo el naciente imperio Terrano en la galaxia, sabiendo que eso solo crecerá cuando se expandieron más hacia otras galaxias una vez la Vía Láctea está a más de la mitad de ella conquistada o faltando al menos un cuarto de eso.

El resto de cosas iban bien para el naciente imperio, la gente aceptaba cada dia mas a los Terran en sus mentes y corazones, la calidad de vida era mucho mejor que en sus anteriores opresores, especialmente en Cygnus donde se estaba llevando a cabo la reforma de las ciudades "colmena" de los ocho mundos habitables. 

Reformandose en verdaderas utopías con verde y azul para tener un mejor lugar que vivir en esos ocho mundos por el cuerpo de ingenieros del Ejército Terrano y Drones autónomos de última generación que trabajaba para acelerar el proceso.

En el futuro, Cygnus sería un importante centro de construcción y refinamiento para el G.T.E con sus anillos orbitales y esferas de Dyson que proporcionarán lo necesario a la maquinaria de guerra Terrana en expansión constante para igualar a la T.G.A en algunos siglos en potencia y alcance en su esplendor.

Incontables flotas y ejércitos en cada galaxia controlada por los Terranos, conectadas por una red de puertas para viajes más rápidos luego de la Guerra Terran-Covenant que fueron diseñadas para eso.

"Kamier" le llama una voz melodiosa que hacen a sus oídos zumbar pero lo detiene y mira a quien lo llamaba, que era Eleonora. La primera que hizo contacto con sus fuerzas Astartes al atacar a la Legión de Piratas hacía meses atrás.

"¿Si?" cuestionó el Pretoriano de Terra.

Un leve rubor apareció en las mejillas de la peliblanca Viltaria al oír la voz de gruesa de Kamier. La fusión era sumamente poderosa en ambos sentidos, por lo que ella podía sentir las emociones de Kamier hacia su persona y también para el resto de sus ex compañeras de estudio en su tiempo en la academia imperial.

Recomponiendose un poco hablo:"!¿Exactamente que obtendremos de esta conexión contigo?!".Esa fue una muy buena pregunta que hizo a los del Universo de Origen de los Terran dejar de comer y mirar seriamente a las seis invitadas.

Kamier dejo su plato quieto y puso una mirada seria en su rostro para luego salir lo que quisiera decirles;"En verdad seria primero que se volverían mitad Precursoras en cierto sentido, segundo que sus poderes Psiónicos latentes se despiertan por completo y tercero…-gimió y se pellizcó la nariz, en verdad no le gustaba mucho esto pero no tenia otra opcion en verdad- serían Alta Nobleza Terrana en consideración una vez la fusión sea completada".

Las palabras de Kamier fueron procesadas rápidamente en los cerebros de las seis hermosas chicas y estas se sonrojan ante las implicaciones para luego dar radiantes sonrisas de felicidad que aturdieron la mente de Kamier por nanosegundos antes de volver a toda su potencia verdadera.

"Si entendí bien, nos volveremos mitad como un Precursor o más bien un Terrano,¿correcto?- Kamier solo asiente en confirmación-entonces también nuestros psiónicos se despertaran en su totalidad y seremos Alta Nobleza Imperial del G.T.E con todo los derechos pero más importante aún- miro a Kamier con una mirada de un depredador a una presa, solo que el Dragón del Vacío no se inmuto y sus ojos brillaron de un color brillante que hizo sentir un escalofrío por su columna muy placentero para ella-seriamos las "Emperatrices" del Gran Imperio Terrano, ¿oh no?".

Las palabras de Stella habían acertado en todos los puntos que Kamier había explicado y uno que no quería hablar pero que ya dedujo la peli carmesí, no por nada fue una de las más listas de su clase en el combate y en otros ámbitos en la Academia Imperial.

"En términos prácticos si. Pero aun no pasa eso" advirtió con voz fría Kamier, no quería acelerar las cosas aún más de lo que podría hacerse. Disfrutar de estos momentos en familia y además de llevar a conocer a sus almas gemelas es algo que lo sacaba de la laboriosa labor de su puesto como Gobernante Supremo del Imperio Naciente en toda su extensión.

Las seis se pusieron de acuerdo, sintiendo por medio de su lazo como Kamier solo quería protegerlas. Aún no conocían el alcance completo de lo que el Universo tenía para ofrecer en sus subdimensiones que los Terranos han explorado en el suyo y reclamado algunas como suyas propias.

Eso solo las hacía enamorarse más del Pretoriano de Terra y Lord de Avalon, su lado protector hacia las gentes indefensas en los mundos apartados. Sus seres queridos y su familia siempre podían contar con que el Dragón estuviese ahí para ayudarlos en sus tiempos de necesidad.

Siempre había evadido a los pretendientes que se les acercaban, aunque fueran con intenciones genuinas porque sentían que no eran los indicados pero con Kamier, sentían que era él quien podía darles lo que siempre había anhelado inconscientemente todos esos años desde que entraron en la adolescencia.

Amor, confort, seguridad y más cosas que deseaban de aquel que pudiera darles eso.

Además, Kamier representaba como habían visto en sus batallas durante la guerra contra el Covenant al honor, valor,humildad, simpatía, entendimiento, liderazgo y otras cualidades que le hicieron un líder reconocido entre su gente a lo largo de los milenios en millones de mundos e inclusive entre sus demás hermanos Pretorianos.

Haciéndolo su tan esperado hombre que habían deseado durante muchos años tediosos en sus corazones a ese destinado. Y ahora estaba aquí a su alcance, por algún milagro de los Precursores si pudieran desearlo así.

Antes que alguien produjera una palabra más, un Guardia Real llegó corriendo apresuradamente al gran comedor del Palacio, en una mano posee su característica lanza de poder y en el otro estaba una terminal que sujetaba con sumo cuidado, como si lo que estuviese en ella fuera de vital importancia.

Y vaya que lo era.

"Lamento interrumpirlo Su Majestad pero acaba de llegar un mensaje desde Autumn por uno de los Templarios asignados allí y también una alerta de ayuda desde el mundo de Vorneus".

El hombre que representaba la epitome de la humanidad en cuanto a soldados sobrehumanos y basados en los Adeptus Custodes, entregó la terminal a su líder supremo que lo tomó en sus manos y comenzó enseguida a digerir la información en las pocas páginas que poseía en el dispositivo, detallando todo a la perfección.

Lo primero que vio fue acerca del mensaje que decía solamente "Oly Oly Oxen Free". Algo que lo dejó sumamente atónito en su expresión pero pasó rápidamente al segundo contenido de la terminal.

La llamada de socorro detallaba acerca de la situación que estaban viviendo en el mundo recién anexado hace unas semanas atrás al redil del imperio terrano. Por lo que el Gobernador planetario había dicho fue que demonios estaban atacandolos y corrompiendo a la gente por cientos cada hora que pasaba.

Eso le hizo saber que su enemigo había hecho su primer movimiento:El Gran Juego seguía su curso y los Terranos corresponden a su llamado.

"Avisar a la Segunda Flota Astarte que despliegue algunos grupos de batalla de su actual frente de batalla para el mundo de Vorneus. Quiero también a los Caballeros de Plata y varias Divisiones del Ejército listos para su transporte por medio del W-Gate disponible hacia ese mundo de inmediato" Las órdenes de Kamier fueron tan claras como el agua de manantial.

El Guardia salió corriendo para hacer cumplir su voluntad de Su Majestad. Mientras que Kamier se concentraba en el primer mensaje que había leído;Esa sola frase pocos lo sabían fuera del grupo de los Pretorianos de Primera Generación, cosa que significaba dos cosas posibles para Kamier:la primera, que otro de sus hermanos estuviera en esta realidad y la segunda que otra persona fuera quien supiera la frase. Y sintiendo esa presencia que lo llamaba desde hace algunas semanas atrás, se iba por la segunda opción.

'¿Quién eres?' se preguntó en su mente el Maestro de la Humanidad, sin saber de lo que estaba por ocurrir.

Un encuentro con la última miembro de su familia y la llegada de otro Protector que estaba por arribar a esta realidad como le ocurrió a él a su llegada.

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Encima del mundo de Vorneus se estaba llevando a cabo una revuelta de parte de un grupo de rebeldes y mientras tanto un culto surgido al Dios de la Sangre invocó con sacrificios humanos a los demonios de Khorne para azotar al planeta. Sucumbiendo al mundo a una guerra de tres frentes mientras que las fuerzas Terranas se ocupaban de lidiar con las dos amenazas lejos de las principales ciudades tanto como pudieran lograr de los rebeldes y los adoradores del Dios del Caos de la Guerra.

Por suerte para las plegarias del Gobernador del planeta no estaban indefensos, un pequeño pero elitista grupo de Templarios de la Guardia del Solsticio se había puestos a su disposición cuando comenzó la revuelta del Culto demoníaco, teniendo experiencia en su Universo con miles de encuentros similares en incontables mundos.

Y para lidiar con los rebeldes, las Parcas asignadas al Mundo Fortaleza cercano fueron desplegadas a este para luchar en operaciones de contrainsurgencia a gran escala para evitar que los rebeldes se expandieran más por el mundo terrano.

"¿Cómo está la situación, General?" preguntó el Gobernador al hombre a cargo de las fuerzas Terranas en el planeta.

"Tenemos la mayor parte del hemisferio norte donde está la gran mayor concentración de la gente bajo nuestro control gobernador. En el hemisferio sur la situación no es tan buena, el Culto Demoníaco ha iniciado una matanza indiscriminada para su Dios del Caos según la información obtenida de algunos de sus miembros que fueron capturados por los Fantasmas. Aparte de que la Guardia del Solsticio ha sido desplegada a petición suya para erradicar a los demonios que estén sueltos por ahi, ademas que las Parcas y el resto de las fuerzas de Marines han estado ocupados lidiando por recuperar las zonas ocupadas por los rebeldes pero ha sido un retraso lento pero hemos estado avanzando bien hasta el momento" dijo el hombre.

Estaban todos reunidos en la sala de audiciones personales del Gobernador para discutir acerca de la situación del planeta en sí. Solo era uno de los dos mundos en este sistema que eran habitables y por eso un tercio de las fuerzas del otro mundo fueron desplegadas aquí para ayudar a socavar los problemas actuales.

"¿Cuál es el tiempo de los refuerzos?" cuestionó uno de los líderes militares.

"Desde el Arca se preparan regimientos de Marines y cinco Divisiones Blindadas para apoyarnos, deberán estar en camino en solo unas horas más. Además que algunos grupos de batalla de la Segunda Flota Astarte de Su Majestad han sido desviados desde su frente de batalla hacia acá, deberían arribar en menos de ocho horas según su último reporte" dijo una mujer asistente al líder.

De pronto una alarma suena desde una de las terminales de la sala, uno de los muchos asistentes teclea para ver de qué se trataba exactamente aquella situación."Señor, la fortaleza 862 está reportando un ataque de demonios y cultistas, también dicen que unos pocos rebeldes que al parecer han sido corrompidos y están usando equipamiento robado de nuestras fuerzas para sediar a la fortaleza, el Comandante está pidiendo refuerzos urgentes".

El personal se miró entre sí por unos momentos antes de uno de ellos hablar." Ordenar al Coronel de la 28 división aerotransportada que se despliegue hacia la Fortaleza 862".

El asistente transmitió las órdenes dichas al hombre en cuestión por las comunicaciones del planeta antes que un poderoso temblor sacudiera la sala entera y las alarmas de alerta se escucharan por toda la ciudad. Por la ventanas todos pudieron ver como el escudo de energía era bombardeado por disparos de grandes proyectiles desde la órbita del planeta.

"¿Qué está pasando? ¿Quién nos está atacando?" preguntó el gobernador a los militares.

"Múltiples naves han arribado al sistema señor. Las defensas orbitales los están reteniendo tanto como pueden pero son demasiadas para poder detener a todas de atacar la superficie".

Una representación holográfica se mostró desde el techo por un proyector que detonó la situación en órbita del planeta. Las estaciones de defensa disparaban sus cañones de plasma Asgard y cañones Gauss super pesados a las naves enemigas Xeno. Destruyendo a muchas de ellas con suma facilidad pero el número era algo que no podían compensar con pesar, no había naves en órbita aún por el mero hecho de que aún no se habían asignado a la protección de este mundo, un error de tal ajetreo burocrático de la administración que aun con ayuda de la IA, estaban muy ocupados con el creciente papeleo del G.T.E cada vez mayor.

"¡No podremos resistir hasta que lleguen los Astartes! Los escudos no han sido actualizados a la versión de una City-Ship usa para protegerse, y los generados de energía han sufrido daños por los sabotajes rebeldes, los ingenieros aún siguen en su reparación y llevaran días repararlos, no tenemos ese tiempo" aclaró uno de los líderes militares.

La esperanza pareció perderse por un momento de los corazones de todos los presentes ante el ataque implacable de su nuevo enemigo, ya tenían las manos ocupadas por lidiar con rebeldes y demonios y ahora tendrían que hacerlo con una raza Xeno hostil hacia ellos.

Todo parecía perdido hasta que la IA que asistía al Gobernador habló en voz alta y clara:"¡RUPTURAS SLIPSPACES DETECTADAS! IFFs coinciden con naves Terranas".

Eso alegró a todos en la sala al darse cuenta de que estaban salvados, una flota amiga había venido para salvarles su pellejo de los enemigos que los acosaban.

"¿Quienes son?" cuestionó una de las mujeres curiosa.

"Un Pretoriano" fue lo único dicho por la IA, dejando la sala en un silencio sepulcral.

Otro Guardián ha llegado y con él, la furia de los Terranos caerá sobre los enemigos de la Humanidad una vez más.

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Lord Helios Dorn frunció su ceño al mirar por décima vez los resultados de sus sensores en el puente de mando de su buque insignia y personal, La Falange, que tenía con ella varias flotas de sus Adeptus Astartes. A su lado estaba su segundo al mando, Sigismund portando su característica armadura negra y su espada encadenada a su mano como había aprendido de los Hijos de su Hermano Gladiador.

Habían estado en tránsito Slipspace hacia Terra desde Cadia por una llamada urgente de su Maestro y del mismo Canciller, pero por alguna extraña razón había surgido turbulencias en el Slipspace, cosa que genero que salieran encima de un planeta desconocido bajo ataque de Xenos igualmente extraños que no reconocia para nada de su larga experiencia.

"Señor, tenemos una llamada de ayuda desde la superficie del planeta. La concordancia de los códigos los identifica como parte del sexto ejército Terrano desaparecido hace tres mil años" dijo uno de los asistentes del puente.

Helios miro la representación holográfica del planeta que ahora orbitaban y que les pedían ayuda a gritos. La influencia del Inmaterium aumentaba por los rituales de invocación que los cultistas hacían para traerlos al plano material por un tiempo limitado como conocían por sus anteriores enfrentamientos.

Miro el estado de sus fuerzas, cuatro flotas Astartes de sus clones estaban con él, sin mencionar a los millones que tenía a bordo de la Falange en todo momento con Auxiliares de Iwit, su mundo natal, para situaciones de combate que se presentaron como la que actualmente estaba presenciando.

No sabía en qué lugar había llegado, pero sí que sus hermanos y hermanas de armas Terranos estaban bajo el ataque de lo inmaterial y de Xenos. Lo que solo le daba una opción en su mente táctica.

Responder al ataque.

"Alerta de combate en todas las naves. Dirigirnos hacia la cabeza de la flota enemiga, para que los Astartes y Auxiliares estén listos para desplegarse en la superficie. Los quiero en el planeta cuanto antes" la voz de Helios se transmitió por todo el puente de la gran estación/nave que comenzó a moverse hacia la flota Xeno.

Obedeciendo las órdenes, las fuerzas Terranas del mando del Señor de la Fortificación se movieron en perfecta formación mientras entraban en rango de armas para disparar los primeros tiros de la defensa orbital del planeta Terrano.

Disparos de Volkite fueron desatados desde las naves Astartes de los Puños Imperiales y los Templarios Negros por igual. Causando que los navíos enemigos fluctuaran en sus escudos de energía.

Que poco después sucumbieron y fueron quemados por los rayos de calor y fusión de las armas de fusión terranas. Dejando a incontables enemigos expuestos a las fuertes condiciones del espacio sideral como tal.

Esta nueva raza Xeno, no se tomó muy bien la llegada de los refuerzos Terranos desde otra realidad, por lo que avanzan con un tercio de sus fuerzas en órbita para enfrentar a las fuerzas del Pretoriano.

"Más de mil naves se separan de la formación principal mi señor, se dirigen directamente hacia nosotros. Estarán en el rango de nuestras armas en cuarenta segundos" reportó uno de los operadores tácticos 

"Cargar los misiles Archer y Jericho para su lanzamiento. Quiero los cañones principales alineados contra la vanguardia enemiga" ordenó fuerte y claro Dorn mirando la representación de las fuerzas enemigas.

Respondiendo con fervor casi religioso a las órdenes de su líder, la tripulación como máquinas autómatas que parecían ser por su entrenamiento y experiencia en incontables batallas a lo largo de grandes guerras.

Los cañones de plasma se cargaron al igual que las lanzas infernales con la energía de la estrella sintética que alimentaba los siempre hambrientos sistemas terranos.

En un santiamén los destellos azules y morados fueron desatados desde los cañones principales de la enorme nave terrana que hizo llover la furia de la humanidad sobre estos Xenos desconocidos.

Tan solamente quedó nubes en expansión de las naves alcanzadas por los poderosos rayos de energía que dio un espectáculo de luces sobre el mundo terrano.

Buques de Astartes de ambos grupos se movieron a cada lado de los flancos de los Xenos, desatando una vorágine de destrucción que embullo a los navíos de chatarra efectivos que dejan campos de escombros cada vez mayor.

Pero las fuerzas de estos Xenos embistieron en contra de los navíos de los Astartes, solo que sus armaduras y escudos eran muy superiores para un asalto de ese tipo, haciendo que el fuego a quemarropa se hiciera mella en escombros por las armas Volkite y Plasma que dispararon sin cesar por los clones artilleros.

Viendo que la flota enemiga estaba cada vez más destruida y alejada del mundo en cuestión, Helios se enfocó en las huestes de demonios que estaban aún en la superficie del planeta. Pero aun el problema era que las fuerzas enemigas desconocidas aún se enfocaban en atacar la superficie y desplegar sus fuerzas por medio de algún tipo de cápsulas algo medio soldadas al mundo de abajo de ellos.

"Preparad a los Pelicans y Ravens para el despliegue. Timonel, acercarnos lo más posible a la atmósfera del planeta" ordenó el Pretoriano al considerar sus opciones y decidiendo que un avance directo era la mejor forma de dar un respiro con sus fuerzas a los defensores agobiados durante días de lucha sin cesar.

Siguiendo la orden dada por su capitán, la Falange avanzó con sus repulsores de materia oscura a máxima potencia mientras seguía recibiendo disparos de las naves Xenos en gran cantidad.

Soportando fácilmente las toneladas de proyectiles que impactan en contra de sus ultrapesados deflectores de materia oscura, la enorme nave de guerra se mueve entre las naves enemigas, destruyendo algunas en el proceso cuando fueron embestidas por el inmenso tonelaje de la Falange.

Llegando hasta una órbita por encima del ecuador del planeta y desde parte de su casco salieron cápsulas de desembarco que se contaban por cinco mil, cada una con escuadrón de los Puños Imperiales o los Templarios Negros.

Siendo seguidas por los Pelicans y Ravens clon que salieron de los enormes hangares capaces de albergar a una gran cantidad de fuerzas clon en su interior con todos los vehículos pertinentes.

A la vez que al mismo tiempo uno de los técnicos de los sensores del puente de mando reportó al Comodoro Valerian.

"Señor, detectó unas rupturas desliespaciales a unos cientos de kilómetros de babor".

A lo lejos del enfrentamiento entre los recién llegados Terranos y los agresivos Xenos, múltiples naves salen del desliespacio y se unen a la batalla disparando sus armas a quemarropa a la retaguardia de sus enemigos alienígenas.

La más grande de ellas medía unos ciento cuarenta y ocho kilómetros de largo y sesenta de ancho. En su casco tenía el nombre de Spirit of Avalon, la nave personal de la Serafín del cielo, Gabriel, ha llegado a la batalla.

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En la superficie del mundo, los Astartes de Dorn desembarcaron con furia desatada a sus enemigos Xenos con sus armas de fusión y cinéticas que quemaron y destruyeron montones de enemigos pero había más para ocupar su lugar por cada uno que caía.

Las fuerzas terranas se maravillaron ante la vista de Astartes de la VII Legión de la Primera Generación que dieron apoyo con super tanques y vehículos pesados Battlesuit de clase Titán que dispararon con sus cañones láser pesados a las formaciones enemigas.

Imagenes fueron transmitidas al Alto Mando en el Arca Mayor, donde Kamier al ver a los Puños Imperiales y los Templarios Negros supo que su hermano Helios Dorn aparecio y estaba ayudando a los ciudadanos de Vorneus en cuanto a repeler a los demonios y los nuevos Xenos.

Que fueron identificados como Orcos Negros por las seis parejas como alienigenas que buscaban combate por cualquier medio que haya. Por lo que eran una raza belicista que ha luchado en contra de los muchos poderes humanos por décadas desde su primer encuentro.

Dejando a muchos mundos devastados a su paso, como se reproducen rápidamente eso los convertía en una amenaza en su expansión por esporas como plantas que los hacía en solo poder eliminarlos por medio de lanzallamas en la vegetación en muchos mundos.

Por lo que dio instrucciones a sus clones que tuvieran a sus lanzallamas listos para quemar todo rastro de las esporas Orcas en la naturaleza del planeta.

El Comandante Rex a cargo de las fuerzas terrestres de esa pequeña fuerza aceptó la orden y preparó a sus hermanos para el desembarco, las naves aceleraron la velocidad a la máxima capacidad de sus SSD y deberían estar en solo cuarenta minutos más al planeta para apoyar a sus primos.

De vuelta con los Puños Imperiales y los Templarios Negros estaban haciendo picadillo a los Orcos Negros con suma facilidad, el unico problema era en verdad los numerosos que eran, superando a los Astartes 10 a 1 pero aun asi las fuerzas Terranas aun poseian la resistencia para lidiar con las fuerzas enemigas de tanto rebeldes, demonios y orcos por igual.

Con las esperanzas de que el Lord Pretoriano de Iwit que estaba haciendo la distracción a las fuerzas enemigas en órbita mientras que los recién llegados Terranos dirigidos por nada más y menos que Lady Gabriel Akimara en su buque insignia personal.

Sonidos de la artillería terrana se oían a kilómetros de las líneas de frente en los pocos minutos que los Astartes de la VII habían arribado, los defensores lograron expulsar a los enemigos de sus principales bastiones con una abrumadora fuerza mientra el humo y polvo eran levantados por los impactos incesantes de los proyectiles terranos en el suelo, dejando destrucción y muerte a su paso a sus enemigos con pilas de cadáveres.

Luego de casi una hora de la llegada de las fuerzas terranas primerizas, los grupos de batallas Draconus Abyss de la XI Legión surgieron del desliespacio y comenzaron a martillar en contra de las fuerzas enemigas de los Orcos Negros con su armamento basado en el Covenant de parte de su Pretoriano y Padre Genetico les habia dado.

Incontables Pelicans salieron de las bahías de las naves hacia el planeta sobre las partes donde los combates eran mucho más intensos. La reunión de dos Legiones había llegado para llevar la ruina a sus enemigos en este nuevo Universo que sería su hogar desde ahora en adelante.

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Boros, un Puño Imperial, destripo a un Orco con su espada sierra nanomolecular a la mitad, una fina linea roja partio al Orco inerte al suelo manchado de negro por las cenizas de los incendios provocados por las intensas batallas que se generaban por la ciudad donde estaba defendiendo como un baluarte militar de resistencia, hacia mucho tiempo atras que la poblacion civil fue evacuada y los que se quedaron por su voluntad ayudaban en lo que podian por cualquier medio a los Marines Terranos y Soldados de Infanteria, incluso a los pilotos de los vehiculos como tales eran simples mortales geneticamente modificados.

Alzó su Bolter y disparó una ronda un grupo de Goblins que marchitaban a unos cuerpos cercanos de humanos, haciéndolos restos sangrientos en pulpa roja mientras que cortaba a uno que intentó sorprenderlo por la retaguardia sólo para morir patéticamente sin hacer nada de daño al Astarte hijo de Dorn.

Sus hermanos siguen exterminando a las fuerzas Orcas del resto de su ubicación en su sector 19 donde se desplegaron. Los disparos y rugidos se oyeron en el aire mientras la batalla por el planeta seguía. Si algo que el Puño Imperial podría saber acerca de estos Xenos era que su forma de la guerra era sin ninguna estrategia, atacan sin pensar, permitiendo que miles de los suyos sean barridos por el armamento enemigos, pero su tecnología no era nada para burlarse.

Usar la teletransportación para poder traspasar los escudos de defensa y adentrarse detrás de las líneas amigas era sumamente notorio en cuanto a la habilidad tecnológica de estos viles Xenos repugnantes fanáticos de la guerra. Por lo que los Astartes se encargaron de eliminar cualquier flora con fuego santo de sus lanzallamas al haber recibido los datos de la red de batalla y por enlace neuronal.

Un hermano se le acercó, su rango era de un teniente por la identificación en su armadura:"Señor, la Falange ha comunicado que las fuerzas de la XI han llegado al planeta, estando desplegándose en estos instantes".

Boros miro al cielo donde las figuras familiares con el símbolo reconocible del Draconus Abyss se mostraba en los costados, denotando mientras que disparan sus armas hacia formaciones enemigas lejos de ellos. Un Pelican solitario se separó de la ola de demás cañoneras hacia su ubicación.

Miró atentamente como el Pelican aterriza con suavidad sin hacer ningún tipo de sonido, su puerta lateral era abierta para dejar salir a un escuadrón de clones Abyss con su Comandante directamente teniendo la vista en el Puño Imperial que lo miro de igual forma.

Se acercó y se quitó su casco dejando ver su rostro a su primo."Debo decir que es una sorpresa verlos por aquí, pero tendremos tiempo después para una charla en otro lugar. Soy el Comandante Rex de la División 501 del Draconus Abyss" saludo Rex a Boros.

"Soy Boros, Capitán de la 5 División de los Puños Imperiales Comandante Rex" respondió cortésmente el clon de Dorn.

Antes que alguien dijera algo más, un grito de guerra hizo girar sus cabezas hacia un lado para ver a un particular Orco grande con heridas que no parecían importarle correr hacia ellos con su hacha llena de sangre humana.

Antes que Boros alcanzará su Bolter, Rex cogió una de sus dos pistolas de plasma y disparó un solo tiro certero en la frente del Orco. Haciendo que cayera al suelo a un metro de ambos Astartes, Boros miró algo sorprendido por la efectividad de su primo clon, el cual solo se puso de nueva cuenta su casco para luego desenfundar su segunda pistola y mirar al horizonte donde los sonidos de la batalla eran más intensos.

"Vamos capitán, tenemos una batalla que ganar" sugirió Rex y fue hacia el Pelican para con el resto de sus hermanos.

Boros miró a su hermano y luego a Rex, sonrió debajo de su casco y siguió con el Teniente al grupo de clones Draconus hacia el Pelican. Una vez a bordo todos, el piloto despegó hacia la zona de batalla mientras que tenia aun la compuerta abierta dejando ver a los dos líderes de diferentes legiones como las fuerzas terranas estaban repeliendo exitosamente a los Orcos a causa de bajas moderadas aun con su avanzada tecnología, al parecer estos Orcos necesitan más estudio a fondo.

Miraron como el horizonte del campo de batalla era sombrío para todos mientras los Astartes aligeraban ligeramente la presión sobre los humanos "normales" de las fuerzas militares terranas del Ejército Imperial.

Notaron a los Aesir y Geminis disparando sus armamentos con tanques superpesados clon a las filas Orcas, eliminando secciones enteras por las detonaciones de artillería de energía. Cosa que solo emocionaba más al parecer a los líderes Orcos que mandaban a más de sus seguidores a luchar en contra de los humanos herederos de los Forerunners.

"Esto es un verdadero Caos, no he visto algo así desde las guerra contra el Covenant y sus remanentes" mencionar como anécdota Rex a los demás recordando aquella gran guerra.

Boros solo asintió de acuerdo con su primo, miró como sus hermanos luchaban junto a los hijos de Kamier, emplazamientos de artillería de clones Draconus dispararon haces de plasma calientes a las filas enemigas mientras se les unían disparos de fusión del armamento de los hijos de Helios a la refriega.

El Pelican aterrizó en el puesto de mando establecido por los Terranos, desembarcando de la cañería. Ambos líderes de sus respectivas fuerzas coordinaron con el Alto Mando del planeta para hacer líneas de batalla sostenibles en contra de la marea negra de los Orcos y sus lacayos.

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Gabriel veía a la mesa tactica del puente de mando de su nave capital mientras esta se tambaleaba por la artillería orca que era disparada por las naves de su ahora identificado enemigo por el gobernador del planeta que había recibido la información del Arca.

'¡¿Cuánto habrá crecido mi pequeño dragón?!' sonrió en sus pensamientos la ex Matriarca de la casa Akimara al pensar en su amado nieto, el actual Lord de los Akimara por derecho de nacimiento.

La tripulación trabajaba como una máquina bien engrasada a la vez que reportaban por el enlace neuronal a la mesa central cada pocos segundos estados de los sistemas de la nave y esta misma mientras que seguían disparando sus artillerías a las numerosas naves enemigas que se enfocan ella como en la Falange como objetivos prioritarios o por el mero hecho de que eran mucho más grandes que sus contrapartes acompañantes.

Aun así, la avanzada protección energética de las dos naves inmensas les hace soportar fácilmente tal bombardeo, mientras más y más naves enemigas eran engullidas en vórtices atómicos y anti materiales.

Siendo una verdadera carnicería que los Terranos no habían hecho hacía mucho tiempo desde el final de las guerras infestadoras en Ida. Lo que les daba a los Astarte la oportunidad de aprovechar su genio y atacar donde eran más vulnerables sus enemigos con todas sus fuerzas, provocando así innumerables bajas en las fuerzas de ataque Orcas.

"Esto no es nada comparado con las flotas del Caos y el Gran Devorador por venir" murmuró para sí misma la Serafin Terrana mirando el mapa holográfico del campo de batalla.

El verde estaba comenzando a predominar sobre el inmenso rojo que disminuye con cada instante que pasaba por las armas terranas y las plataformas de defensa aun operativas aun a pesar de los extensos daños sufridos por la extensa batalla que llevaba unas 14h librándose en total desde su inicio hasta este momento.

Por lo que según sus cálculos, sólo deberían ser unas pocas horas más para que la batalla terminara en tanto la órbita como la superficie, si los informes de inteligencia sobre el exterminio de las fuerzas enemigas era una indicación de parte de los Astartes.

Sonrió al ver como otra nave Orca fue destruida por el armamento de su nave, ordenó intensificar el fuego directamente hacia las fuerzas Orcas de su cuadrante de la órbita del mundo de Vorneus a la vez que las escoltas siguen desatando vorágines de pura destrucción bruta en las maltrechas fuerzas Orcas.

Solo podía esperar a que terminara la batalla para hablar con el Pretoriano Helios Dorn y ponerlo al corriente de todo lo sucedido hasta el momento para que la cooperación de todas las fuerzas Terranas fueran en unión para las amenazas que vendrían en verdad a azotar la Galaxia como tal.

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Habiendo finalizado la batalla en contra de los Orcos y dejando que los Astartes y los Kamazuts se encargaran de destruir las esporas de los Orcos de la fauna local para evitar que los pieles negros regresaran en un futuro al planeta terrano.

Helios miro como las naves terranas se encargaban de limpiar los resto de la órbita para evitar que hiciera algún daño a la superficie, se concentró en la persona que se dirigía hacia su puente de mando. Gabriel había abordado con una guardia completa de Valkirias de elite que estaban escoltando y siendo guiadas por unos cuantos de sus Astartes hacia su persona.

Poco después, las puertas del puente se abren y entra Gabriel portando su característica vestimenta que tenía desde la última registrada de los datos terranos que fue durante la 12° Cruzada Negra de los Traidores Terranos que desapareció junto a una Blackstone Fortress en el Segmentum Olympus de la Vía Láctea.

"Lady Gabriel, es un honor tenerla aquí" dijo Dorn a modo de saludo.

"El honor es mío Lord Helios, uno de los mayores Pretorianos y Protectores de la Gran Alianza Terrana ha tenido el placer de forjar" dijo a modo de introducción la abuela de Kamier entrando al puente y acercándose al centro de la sala de mando.

Ambos líderes Terranos tenían las miradas de todo el personal sobre ellos, ambas figuras tan legendarias que se reunieron sería tan raro pero en estos tiempos tan extraños por parte de Kamier y otros han experimentado por el mero hecho de llegar hasta aquí.

"¿Supongo que ha llevado mucho tiempo en este sitio mi Lady?" preguntó Dorn en busca de información para saber si había algo de donde quedaron.

"He permanecido aquí algunos siglos Lord Helios, he reunido a tantos Terranos que han llegado aquí, además que otro ha tenido mucho más éxito que yo" dijo Gabriel mientras que manipula la mesa táctica y muestra el símbolo del águila dorada del G.T.E.

"Mi querido nieto ha reunido a las mayoritarias fuerzas de nuestros compatriotas en un Imperium Secundus que ahora gobierna como el Imperator Regis; como sucesor de la T.G.A original y su misión en este nuevo Universo por lo que he podido reunir y deducir yo misma" aclaró Gabriel mirando al Lord de Iwit.

Helios absorbió la nueva información en meros segundos, sorprendido de que su hermano avaloniense dirigiera ahora un estado sucesor de la Gran Alianza en su conjunto. Leyó la información por medio de su enlace neuronal sobre la Rebelión en el Vyrus Imperius hace unas semanas atrás, y hizo una mueca al darse cuenta de la información de que los actuales líderes poseían acerca de que los Terranos no podían volver a su hogar y ahora se establecen en esta nueva realidad como un poder sino el poder dominante en un futuro de toda la Humanidad en esta galaxia.

Haciendo paso a paso con lentitud y precisión quirúrgica para anexar los poderes humanos lentamente al redil de los Reclamadores, lo que le daba a entender que no había forma contemporánea de regresar a su realidad de origen, y buscar en el inmenso Continuum era una tarea que aún con la avanzada tecnología Terrana sería un verdadero reto hallar la realidad de origen de donde provienen todos ellos en primer lugar.

Solo le dejaba todo eso una única opción a seguir.

"¿Dónde está la capital del G.T.E?", fue la única pregunta del Pretoriano a la hermosa rubia.

" No se exactamente donde, guardan esa información muy bien pero tengo pistas de información que podrían darnos la ubicación más plausible que este" dijo Gabriel exponiendo sus dudas al Pretoriano de Primera Generación.

Siguiendo las instrucciones de Gabriel al pie de la letra en lo más mínimo de detalle, la Falange se movió junto al Spirit of Avalon para moverse hacia los portales Slipspace para dirigirse hacia la capital de este nuevo imperio terrano dirigido por el segundo reencarnado de los Precursores.

Comenzaron su viaje hacia el Arca, dejando atrás a sus fuerzas para asegurarse de que la reconstrucción de la civilización que estaban luego del asalto de los Orcos y los demonios de Khorne por igual.

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Su Majestad misma estaba justo en las puertas del Palacio de Camelot junto a sus madres, su prima y sus seis almas gemelas para presenciar un encuentro histórico ante el joven imperio terrano: La reunión de dos Pretorianos por primera vez en público ante la vista de todos los ciudadanos del imperio.

Los sensores de largo alcance habían detectado las masas de dos grandes navíos llegando al Arca, y solo podían ser aquellos dos que Kamier conocía bien por estar en contacto con ambos en mayor parte de su vida.

Mientras esperaba con suma tranquilidad a sus nuevos invitados y antiguos conocidos, las almas gemelas de Kamier se charlaban en su enlace neuronal privado acerca de las dos figuras que estaban por conocer acerca de los terranos en persona.

Mavis en cambio estaba sumamente nerviosa. Su madre y abuela de su amado retoño estaba por arribar luego de mucho tiempo que la creyeron desaparecida por los Traidores en su realidad y aquí estuvo junto a ellas en la misma galaxia por quien sabe cuanto tiempo.

Alfia solo pudo ofrecer apoyo silencioso, encontrarse devuelta con Gabriel, su suegra era algo que no esperaba que volviera a ocurrir hasta este momento que ahora tenía a su amada esposa y su talentoso hijo devuelta a su lado luego de milenios en tiempo terrano desde la 13° Cruzada Negra en Cadia.

Tsubaki estaba en mero relajamiento como su primo, tenía experiencia en estos asuntos tanto de su Universo de origen como este nuevo que llegó. Por lo que esto era solo un juego de niños para ella y su primo que tenía mucho más que ella por sus largos despliegues lejos de su familia en otras partes del vasto territorio Terrano.

En pocos minutos más, las dos naves Terranas llegaron fuera del Slipspace en forma de la Falange y el Spirit of Avalon que estaban en todo su esplendor. La forma del teletransporte familiar de la tecnología Terrana se mostró en la plataforma del puerto espacial del Palacio Imperial de Camelot.

"Bienvenidos al Arca Mayor, Hermano Helios y Abuela Gabriel" saludo Kamier al ver a las dos figuras que caminaron hacia el grupo con sus guardias de élite y de honor.

"Es un placer verte de nuevo hermano" Saludo Helios a su hermano Kamier.

Gabriel solo se apresuro a la figura de su querido nieto y lo abrazó con la felicidad que tenía de ver a su familia amada de nueva cuenta.

Todos son llevados dentro bajo la mirada de los Guardias Reales que protegen a la ahora completa familia real y a un nuevo Señor Pretoriano que ha llegado a este Universo. 

Las cosas parecían pintar bien para los Terranos por el momento.

Moviéndose por los pasillos ornamentados, el grupo se dirigió hacia el salón del trono mismo. Tomaron unos cuantos minutos en un silencio tranquilizador que fue roto apenas llegaron a la sala del trono.

"¿Qué buscas con todo esto Kamier?" cuestiono curioso Helios mirando a su hermano.

Kamier solamente se sentó en el Trono mirando a su hermano y abuela con seriedad y tranquilidad en su mirada;"Simplemente la unión de la humanidad hermano-miró a su abuela con sus ojos brillando por su poderes psiónicos amplificados- ¿tienes algo que quieres decirme abuela?".

Ante la intuición de Kamier, Gabriel sacó de su ropa un holocrón hecho por sí misma en base de la Keystone Precursora que halló antes en Avalon, su mundo natal y el de su familia.

"Esto responderá tus dudas pequeño dragón".

El holocrón flotó en el área entre Gabriel y su nieto, un holograma azulado puro de luz dura se manifestó mostrando un holograma de la Vía Láctea, denotando a los puntos en toda la galaxia que mostraba a los poderes humanos por medio de los poderes psiónicos de la Alta Serafín de Avalon.

-Puntos rojos por toda la galaxia en lugares aislados donde denotaban a las tormentas disformes del Inmaterium, ninguna tan grande como el Ojo del Terror o el Maelstrom en su realidad de origen.

-Sistemas donde los Orcos Negros se pavoneaban libremente y de vez en cuando atacando a los mundos humanos.

-La tercera fue de una imagen lejos de la galaxia a millones de años luz de distancia, mostrando a una gran "figura" monstruosa que lentamente estaba consumiendo varias galaxias.

Todo esto dio cuenta al Emperador de que las amenazas para el G.T.E y la Humanidad en extensión eran benevolentes para el futuro. Los demonios del Caos, los Orcos Negros y la amenaza extragalactica que aun no llegaba pero que seria una amenaza para la existencia misma de la humanidad.

"Esta galaxia tiene amenazas que solo nosotros los Terranos somos capaces de afrontar para la Humanidad. Los Cuatro Dioses del Caos se interesaron por ellas- miro a las seis jóvenes- sus poderes latentes y su esencia misma son atrayentes para ellos por alguna razón que desconozco. Los Orcos Negros se expanderan cuando un lider pueda reunirlos en un solo poder, y el Gran Devorador llegara en el futuro para devorar a toda vida en la Via Lactea".

Al terminar de decir todo lo que sabía, Gabriel miró a su nieto en espera de que dijera algo pero el silencio fue la única respuesta que recibió del Maestro de la Humanidad en esta nueva realidad.

Kamier estaba contemplativo en silencio, cerrando sus ojos mientras meditaba de toda la nueva información que le dio su abuela. Las múltiples amenazas del Caos no sería nada nuevo acerca de lo que los Terranos han enfrentado de los seres disformes en su propia realidad, y estos supuestos dioses del Caos serian solo Avatares poderosos que han surgido por la antigua guerra que extinguió a los Forerunner o otra cosa, pero sus poderes psiónicos eran solo comparables al mismo Canciller y ademas que tenia a sus seis parejas con psiónicos latentes que podrían rivalizar con él con el tiempo si hacía lo deseaban ellas, pero lo más importante era que no había alcanzado aún toda la fusión con esencia Precursora, por lo que sus poderes aún podrían aumentar mucho más.

Los Orcos Negros, aunque ya han tenido una probada de ellos y tenia sus ideas al respecto con la informacion de los reportes de sus Astartes y demas personal de combate del Ejercito Terrano, suponia que con adaptaciones en sus fuerzas y tacticas seria posible poder hacerles frente sin mucho problemas en verdad.

Y el Gran Devorador que amenazara la galaxia en el futuro, eso era lo que más le preocupaba en verdad. Podía con solo decir del holograma mostrado que sus fuerzas eran inmensas, solo por resumir la situación que se encontraran en el futuro, pero no podía decir nada más sin haber enfrentado a su enemigo en una batalla por primera vez.

Pero aun lo que no dijo su abuela, fue acerca de la amenaza de los latentes Necrones que yacían dormidos desde hace cien mil años atrás desde que los Forerunner desaparecieron en la noche eterna del universo.

Sus mundos tumba estaban latentes de volver a despertar por lo que podía decir, si aún existían, cien mil años es mucho tiempo para que ocurrieran muchas cosas y la única razón del por que conocía sobre esta raza era por antiguas ruinas halladas por equipos de clones que hallaron en mundo distantes a estructura referentes a los Necrones.

Dejaría de lado sobre ellos de momento, abrió los ojos y miró con ojos embutidos en su poder psiónico puro a su abuela y hermano de armas. Hablando con una voz de mando a ambos Terranos:"Helios- el mencionado se puso firme, aunque Horus era el Señor de la Guerra, Kamier era el líder de los Pretorianos- ¿Juras lealtad a mi y al G.T.E? ¿Juras defender a los principios de los que hemos basado el imperio de la Gran Alianza Terrana? ¿Juras proteger a la humanidad de todo Xeno, Hereje e Inmaterial?".

Las palabras de Kamier fueron congruentes con su hermano de Iwit, el cual se arrodillo en una rodilla ante su hermano y líder supremo de la Humanidad en este Universo."Juro Lealtad y Fidelidad a Su Majestad y a la Humanidad".

Con esas palabras Kamier miró a su abuela que se arrodillo ante su nieto,lo reconocia como el legítimo líder de los Terranos."Eres el Lord de nuestra Casa mi amado nieto y el Emperador de la Humanidad, te juró lealtad eterna y fidelidad hasta mi último aliento Su Majestad".

Aquella declaración de la Serafin y una de las más grandes figuras dentro de la Gran Alianza Terrana en su conjunto, la alegría se cernía sobre la gente en la sala que vieron como otro Pretoriano y una figura legendaria venían a los brazos de sus hermanos y hermanas en el nuevo Imperium Secundus. 

Kamier había ayudado a criar al Fénix en su realidad y aquí lo alzaría sobre todos aquellos enemigos de la Humanidad, el poder de la fe de todos los Terranos en él lo imbuye con un poder mayor que cualquier otra cosa que hubiera sentido jamás.

'¡¿Así se sintió su Excelencia al recibir el poder de incontables personas a su persona?! De la creencia de él como figura suprema de la humanidad. Todo este poder es muy tentador, no por nada se le llamaba como Anatema a los Precursores por su poder de purificación de la energía caótica del Inmaterium por muchos eones'.

Esos pensamientos pasaron por la mente de Kamier al saber que el poder de su Excelencia era inmenso, mucho mayor que el suyo por la fe de la Humanidad en el Último Precursor puro que hubiera quedado en la Vía Láctea y sobrevivido a la purga de los Forerunners.

El Primordial no era diferente de eso, su esencia había permanecido en el Mar de Almas durante milenios hasta que se fusionó con Kamier en aquel mundo Asgard Aesir antiguo. Por lo que la esperanza para luchar en contra de las mareas del Inmaterium de este Universo sería una victoria para los Terranos de cualquier manera mientras Kamier los liderara al frente de la batalla.

Seis pares de ojos miraron a la figura de Kamier que irradiaba un tono dorado y plateado, sus hombros sentían el peso del verdadero significado del peso que su amado llevaba sobre su persona. Eso las hizo sentir de las responsabilidades que su camino les anteponía pero no dudaban en lo más mínimo en soportar el peso del liderar a la humanidad y estarían a su lado para soportar ese peso con él.

"Levantaos ambos" ordenó Kamier y los dos arrodillados lo hicieron, siguiendo la orden de su nuevo líder.

"Te pregunto abuela,¿ es posible que llegasen más fuerzas de nuestro Universo de Origen a este en el futuro?".

"Si lo hay, como Helios y tú habéis experimentado, como todos aquí lo hicimos alguna vez. Más de nuestros compañeros Reclamadores llegarán, quienes serán no puedo decirlo con certeza, solo que necesitaremos de toda la ayuda posible" aclaró la Serafin.

Kamier solo asintió en entendimiento, si llegasen más fuerzas terranas en el futuro, eso significaba que más de sus hermanos podrían llegar. Si Helios ha llegado aquí, lo más probable sea posible que otros Pretorianos cercanos que él ha tenido fuertes vínculos, lo hicieran de igual forma mediante la extraña anomalía del Slipspace que los trajo a este universo paralelo al suyo.

Si llegase esa posibilidad, no solo significa que más Legiones de Astartes podrían llegar a reforzarlos y el apoyo de sus hermanos sería invaluable para el futuro de este naciente imperio, sino que las fuerzas terranas deberían tener una forma de poder saber acerca de la situación en tal caso de donde aparecieran y sabía muy bien como.

Usando el cordón neuronal, mando los planos de un dispositivo subespacial a Gaia para que los constructores terranos comenzarán la construcción inmediata en sus forjas para repartirlos por toda la galaxia para que si algún terrano llegase sepa donde ir para reunirse con ellos en esta galaxia: El Gran Arca Forerunner y Capital del G.T.E en toda su extensión.

Eso permitiría reunir a todos los recién llegados al redil del Imperio Terrano y organizarse en un solo y central mando bajo el ala de Kamier en los próximos años mientras se aseguraba una posición firme en la galaxia natal de la segunda humanidad.

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Al paso de los días siguientes, Helios se le encargó de renovar sus fuerzas Astartes con ayuda de la Fragua del Arca y los muchos astilleros dispersos por su estructura superficial. Mientras que a Gabriel, Kamier le encomendó la tarea de rastrear a cierto personaje que ha sido esquivo de los fantasmas y stormtroopers durante los últimos meses.

Así que Gabriel junto a sus fuerzas casarían a este desconocido humano con todos los recursos que dispusiera el G.T.E para tal labor, Kamier lo quería encerrado cuanto antes en los calabozos del Palacio para que no siguiera causando más problemas a los terranos.

Con los Puños Imperiales, los Templarios Negros y los Draconus Abyss cooperando juntos, las posteriores ataques Orcos realizados a las fronteras terranas fueron repelidos con suma efectividad de parte de los líderes Astartes que juntaron sus fuerzas en bloqueos efectivos para que algo como lo de Vorneus no volviera a ocurrir en su historia si era posible detenerlo por sus medios.

Y eso ocurría en el G.T.E, las conspiraciones del Caos tras bambalinas para el juego con los Terranos/Reclamadores para una nueva guerra, pero les llevará tiempo alistarse para las fuerzas necesarias asi que solo causarian tanto desgaste como fuera posible en las filas enemigas.

Creando cultos, causando epidemias y hambruna, todo tipo de problemas para interferir con los mundos humanos tanto como sea posible.

Una nueva gran guerra estaba por dar inicio entre el Caos y los Terranos; Slaanesh, el Príncipe del Placer y uno de los Cuatro buscaba a las seis parejas del Pretoriano pero entre ella y su objetivo estaban millones de soldados Terranos y Astartes que lucharán con uñas y dientes por proteger a sus futuras líderes y parejas de Su Majestad.

Por lo que Slaanesh planeaba pronto dar inicio a la toma de un modo u otro a las seis jóvenes para ella misma en su reino disforme. Para ello un aliado inesperado ayudaría a Kamier y demás personas ofreciendo algo que podría equilibrar la balanza contra los Cuatro Dioses del Caos.