Pero ahora se ve obligado a verlo todo suceder una vez más. Se le estaba haciendo testigo del día más oscuro de su vida de nuevo. Sin embargo, esta vez estaba viendo la razón por la que ella estaba allí cuando se suponía que debía estar con la reina recuperándose. Vio sus labios moverse mientras se apresuraba hacia donde él estaba. Estaba diciendo algo, como si pronunciara una oración.
Luego comenzó a oír sus pequeños murmullos entre jadeos. —Por favor, no lo hagas. No lo hagas. Gideon... ¡no!
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com