—Una vez me encontré con los pensamientos residuales de un hermano mayor en una isla —recordó Ren Feifan—. Fue él quien me dijo que los discípulos restantes de la Puerta del Santo Doctor estaban todos en un lugar llamado Qinglongtan. Me aconsejó que no los buscara, explicando que su propósito era preservar el legado de la Puerta del Santo Doctor. Incluso si les rogara su ayuda, no estarían dispuestos a salir a menos que alguien restableciera la Puerta del Santo Doctor y la fortaleciera. Solo entonces podrían aparecer.
—Maestro, mi hermano mayor mencionó una cosa más —continuó Ren Feifan con urgencia—. Me instruyó que erradicara a alguien a toda costa: ¡el principal culpable detrás de la caída de la Puerta del Santo Doctor! Te traicionó, Maestro, y a toda la Puerta del Santo Doctor. ¡Traicionó la fe de la Puerta del Santo Doctor, su nombre es Luo Xiaoyao! Mi hermano mayor insistió en que debía ejecutar a esta persona.
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