Capítulo 40: Hay un camino al cielo y aún así te niegas, no hay puerta al infierno y aún así insistes en entrar

—¡Zumbido!

Otro cuchillo volador se dirigía hacia Ren Feifan, ¡su poder y velocidad solo eran mayores que el anterior! El asesino evidentemente se dio cuenta de que el ataque había fallado, ¡y rápidamente se retiró!

—¿Huir? ¡No será tan fácil! —Ren Feifan bufó fríamente, cogió un trozo de piedra rota y la lanzó contra el shuriken.

—¡Zumbido!

El cuchillo volador y la piedra colisionaron, chispas volaron y el cuchillo cayó al suelo.

—¡Zumbido!

¡El trozo de piedra en la mano de Ren Feifan voló directamente hacia el asesino que huía! ¡Su velocidad era extrema! El asesino parecía presentir el peligro, ¡no había contado con que su oponente fuera tan fuerte! Solo pudo instintivamente cambiar su camino, dirigiéndose hacia un callejón. ¡Sin embargo, ya era demasiado tarde!

—¡Golpe!

¡Los dos trozos de piedra atravesaron sus piernas con precisión! ¡La sangre brotó instantáneamente!

—¡Boom! —el asesino cayó pesadamente al suelo.