¡Es… él!
Éditeur: Adrastea Works
Un hombre vestido de negro, un ataúd de piedra manchado de sangre. De repente, las sombras de ambas cosas atravesaron el aire lentamente. Los cielos continuaron retumbando, como si se estuviera preparando para construir una red para aniquilar a esos seres malvados.
—¿Qué es eso? ¡Qué aura siniestra! —El anciano de la Secta de la Libertad frunció el ceño. Al mirar al cielo, dos rayos de luz dorada salieron de sus ojos. Pero de repente, se escuchó un grito trágico.
Dos corrientes visibles de sangre se podían ver brotando de sus ojos mientras se cubría ambos.
—¡Mis ojos…!
Todos miraron al Anciano He de la Secta de la Libertad en estado de shock. Esa era la habilidad de la Secta de la Libertad: [Ojos Perforantes Celestiales]. Con ella, uno podía ver a través de todas las ilusiones y males. Pero pensar que él sería el cegado en su lugar. ¡Esto…!
Chapitre verrouillé
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