En la oscura estructura subterránea, Klein caminaba por el pasillo elevando una linterna. Comprobó a fondo para ver si había otras entradas. Por supuesto, no se atrevió a entrar en el túnel que conducía a la habitación más interna y las serpientes recién reunidas fueron, una vez más, arrastradas por un viento frío y penetrante.
Después de recibir la confirmación, tomó la iniciativa de retirarse al lado de la puerta donde observó, junto con los tres zombis, mientras Sharron colocaba explosivos en diferentes lugares.
—Se ve muy profesional —suspiró con suavidad.
Y sin lugar a dudas, los tres zombies no respondieron a sus reflexiones. Sin embargo, había una razón para eso. Siguió usando su espiritualidad para envolver el silbato de cobre a fin de protegerse contra sus efectos negativos; de lo contrario, se habría encontrado con sus 'respuestas' anormalmente apasionadas.
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com