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El Protectorado del Multiverso

En el más alto sistema de justicia, seres extraordinarios de todas las especies inteligentes conocidas colaboran para proteger y conservar la paz más allá de los límites de lo que cualquiera podría llamar "ordinario". El explorador Elliot Onion, oriundo del Imperio de La Luz, hará lo que sea para demostrar que es digno de ser contado entre estos agentes de élite. Y si de paso puede corregir sus errores del pasado, mejor aún.

Elliot_Hemsworth · Romance
Pas assez d’évaluations
14 Chs

Temporada de exámenes, el último desafío.

Es el último examen. Ya han pasado tres meses desde que Elliot y el resto de aspirantes comenzaron sus prácticas. Lamentablemente, uno de ellos falló uno de los exámenes, por lo que no pudo llegar hasta ésta etapa. Así es el comité evaluador y así son las reglas, cualquier puntaje inferior a 75 de 100 es rechazado de plano, aunque tenga puros cien en todo lo demás.

Y el que había fallado era nada más y nada menos que Lyon. Elliot aún está pensando en su cara de profunda desesperación mientras esperaba a la escolta que lo guiaría a la salida. Pero no hay tiempo para pensar en eso, ya que frente a los siete aspirantes restantes esta nada más y nada menos que Infinia Lisythea sobre un podio. Estaban con los brazaletes limitadores ya colocados, se había vuelto rutina el tenerlos puestos.

Alrededor de ellos había una simulación ya cargada. Daba la apariencia de un asentamiento humano del segunda mitad del siglo XX o principios del XXI, aunque con varios aparatos anacrónicos de apariencia de bronce desperdigados por todas partes.

Infinia Lisythea da la apariencia de ser una mujer en sus treinta y pocos. Del torso para abajo su cuerpo cambia de una figura humana a una de serpiente, además cuenta con rasgos de las principales razas lightling, un par de alas plumíferas y otro similar al de una mariposa, y unas orejas de zorro que a Elliot le traen recuerdos nostálgicos.

Algunos la miran confundidos, otros simplemente embelesados.

— Recuerdo haber leído de ésto. — Dice Delma. — Infinia tiene la costumbre de adoptar una forma según su interlocutor. Se fija en nuestro pasado y ve aquello de nuestros seres queridos que más nos agrada a la vista, e intenta formar un cuerpo que, sin perder feminidad, agrade a la vista a todos por igual.

— Bien explicado. — Infinia sonríe y empieza a caminar de un lado a otro del podio. — Y de paso me ahorras el tener que presentarme, aunque lo haré de todas formas porque es la tradición. Para los que no me conozcan soy Infinia Lisythea. Pueden llamarme Infinia a secas, también se me conoce cómo la Cronofenix y por el pasado millón de años he trabajado codo a codo con una incontable variedad de seres con el difícil objetivo de traer la paz perpetua al multiverso. Obviamente estamos aún muy lejos de poder lograr algo semejante, pero me gusta pensar que hacemos la diferencia. Ahora, ustedes pasarán por una última prueba para ver si tienen lo necesario para formar parte del Protectorado del Multiverso. Hoy mostrarán el cénit de las capacidades que han adquirido en su entrenamiento. Pero antes de que empecemos, dos cosas. Lo primero es aclarar la funcionalidad de esos brazaletes limitadores. Es cierto que existe tecnología limitadora en otros formatos, pero éstos brazaletes son distintivos del protectorado porque poseen una doble función. No sólo permite regular la salida de poder, si no que también limitan el daño y la efectividad, específicamente, de los poderes supremos en ustedes. Ésto es lo que permite que puedan enfrentarse con los supremos. Y es el secreto mejor guardado del Protectorado, un secreto que les estoy confiando a ustedes de todo corazón. Lo siguiente que quería era mostrarles la tabla de puntuación de los exámenes hasta ahora.

Detrás de ella aparece un tablero grande con los nombres de los ocho aspirantes a capitán que habían empezado a entrenar en esta millonésima generación del Protectorado.

Nombre / Navegación / Liderazgo / Pilotaje / Promedio

Amity Apfel / 100/ 100 / 97 / 99

Ikaro Gail / 85 / 100 / 100 / 95

Elliot Onion / 100 / 84 / 100 / 94

Visa Hilss / 90 / 95 / 95 / 93

Delma de Sanguine / 100 / 75 / 90 / 88

Svetlana Makarova / 90 / 80 / 90 / 86

Paul Theodore Geiss / 85 / 75 / 90 / 83

Lyon DeFyr / 100 / 100 / 50 / 83

Al ver el puntaje, Elliot tragó saliva. No quiere ponerse a llorar en éste momento, así que se contiene. No puede creer lo lejos que había llegado Lyon, aunque incluso basado en el poco tiempo que pasaron juntos, no le sorprende en lo más mínimo. Su desempeño en la práctica de Liderazgo era admirable y hasta ahí él sabía, pero el resto del entrenamiento era personal salvo por las prácticas de pilotaje, que Elliot había conseguido ahorrarse gracias a la convalidación.

Pero no hay tiempo para lamentarse ya que Infinia sigue hablando.

— Es uno de los mejores puntajes totales desde siempre. Todos ustedes promediaron más de ocho y sólo hay uno por debajo de ochenta, además hay muchos puntajes perfectos. Aún así, todavía falta una prueba, una para ver si realmente son capaces de cumplir con las expectativas depositadas en ustedes. Y es por eso que el examen final consiste en enfrentarme a mí.

Todos reaccionan asombrados, salvo Delma, que al parecer se lo esperaba.

— Tienen dos horas a partir de ahora. ¡Que empiece mi parte favorita del año!

Infinia comienza a transformarse en su verdadero ser. Su fachada se desvanece dando paso rápidamente a una enorme figura similar a la de un ave de presa, pero con trazas de blanco, amarillo y azulado yendo y fluyendo de aquí para allá en toda su silueta, por no mencionar los quince metros de altura. Su sola transformación genera fuertes corrientes de viento, lo suficientemente potentes para empujar a todos los aspirantes por los aires, esparciendolos por toda el área alrededor.

Elliot aterriza tocando el suelo con dos pies y una de sus manos. Y comienza a correr en dirección hacia Infinia. Mientras, la ve rugiendo y destruyendo el suelo con sus patas de forma feroz, aunque en cierta forma, parece que lo está disfrutando.

— Claro, tiene sentido. — Elliot empieza a pensar en voz alta y luego sonríe. — Seguramente quiere que demostremos que somos capaces de enfrentar a los supremos haciéndonos vernos frente a frente contra uno desde el principio. Y que mejor prueba que ella misma.

Elliot recuerda lo que sabe sobre los supremos.

— Los Supremos son los seres de mayor poder en el entero multiverso. — Recuerda a su maestra de la escuela enseñándole cuando era un pequeño. — La Luz se encuentra entre éstos seres, y nosotros somos su pueblo, sus hijos. A ella le debemos la vida.

— Para calificar cómo un Supremo, un ser debe tener ciertas cualidades. — Se recuerda a sí mismo en su entrenamiento reciente, recitando el texto de memoria frente al ceño fruncido perpetuo de Talion. — Debe estar en posesión de al menos un universo, o en todo caso poseer el suficiente poder para destruir, formar o reclamar uno y ser reconocido como un soberano legítimo por al menos otros dos Supremos o grupos de Supremos. Al mismo tiempo, éste ser debe ser capaz de sobrevivir en el espacio multiversal, el continuo espacio-tiempo u otro espacio superior a la tercera dimensión, sin necesidad de soporte vital de ningún tipo. También debe tener medios para poder aspirar a una esperanza de vida ilimitada, y debe ser invulnerable o altamente resistente a la gran mayoría de formas de daño. Dadas estas condiciones, los Supremos son vistos por muchos como seres divinos. Aún así, la vasta mayoría son de hecho mortales.

Elliot recuerda que tras decir eso Talion le dio un golpe por no resumir la información. Mientras, sigue corriendo a unos 45 kilómetros por hora, y sale de su pensamiento sólo para quedarse mirando embobado a la imponente Cronofenix.

Al mismo tiempo, nota que hay figuras humanas a su alrededor, se detiene para observar la escena cuando de repente le llama la atención una sensación en su muñeca y ve que tiene puestas unas esposas hechas de luz que lo atan a un poste de alumbrado público.

— ¿Quieres aprobar o que te pateen el trasero?

Elliot reconoce esa voz femenina y voltea, para ver a Amity detras suyo.

— ¡Hey, Amity! ¿Por qué me esposaste?

— Porque estás a nada de que te reprueben o de hacer que reprueben a alguien más. Tal vez.

— ¿No que había que tratar de derrotarla?

— Creo que éste examen tiene alguna especie de truco. — Dice Amity. — Piensa, si suponemos que todos los capitanes han pasado por éste mismo examen, entonces hay algo que no cuadra si tenemos en cuenta que hay capitanes que no son Lightlings.

— Cierto, nosotros podríamos hacerle daño porque podemos acercarnos a la velocidad de la luz, pero es imposible que haya habido un lightling en cada clase. Y si ese fuera el caso el examen debería ser distinto.

— Pero recuerda lo que dijo Infinia. — Comenta Amity. — "Ésta es mi parte favorita del año". O sea que es seguro asumir que hace ésto cada año desde hace tiempo. Además —Añade apuntando a los civiles simulados a su alrededor. — Éstos están mucho mejor simulados que los de las prácticas de liderazgo. Hay algo con eso que me huele a chamusquina.

Elliot piensa. — Ya veo, así que en esas estamos. Bien, entonces tengo una idea. Hay que dejar participar a todos, y hacer tiempo para evacuar a los civiles.

— Bien, estamos en la misma página. Ahora ¿Puedes usar tu Dominio Personal para asegurar la evacuación?

— El Limitador no me deja, estoy restringido a portales de menos de medio metro de diámetro.

— ¿Probaste configurarlo? — Pregunta Amity.

— ¿Configurarlo? — Pregunta en respuesta un confundido Elliot.

— Leí el manual de usuario. Supuestamente no podíamos en las prácticas para mantener un terreno igualado, pero recién lo probé y pude. Estoy de vuelta al cien por ciento de mi capacidad.

— Excelente, veamos... — Elliot empieza a probar diferentes configuraciones pero no consigue gran cosa.

— Déjame hacerlo por ti. Será más rápido. — Dice Amity antes de acercarsele a la fuerza. Ambos forcejean por un momento hasta que Elliot deja de resistirse. Segundos después el aparato ya estaba configurado correctamente. — ¡Listo, ahora, vamos. No tenemos tiempo!

— ¡Un momento! — Elliot se detiene a pensar. — ¿No tenemos tiempo, dices? Exactamente. ¿Qué me dices de los civiles?

— Tenemos que evacuar antes de que... — Amity parece caer en la cuenta de algo. — Ah, creo que entiendo.

— Infinia tiene control sobre el tiempo. Si tuviera intención de dañar a la gente, ya no habría ninguno con vida.

Ambos se fijan y comprueban que a su alrededor, efectivamente, aún hay civiles vivos.

— Amity. Tengo una idea. Acércate tú a Infinia, intenta que se relaje y trata de averiguar si tiene algún objetivo. Yo iré a buscar al resto del equipo para ponerlos al tanto de la situación.

Amity asiente.

— Ah, y quítame las esposas.

— Ya lo había hecho. — Dice antes de salir volando a velocidad supersónica hacia Infinia. Acto seguido, Elliot hace lo propio para buscar al resto de sus compañeros, corriendo a una fracción de la velocidad de la luz.

Así es como se topa con dos grupos separados. El par conformado por Svetlana Makarova y Paul Geiss por un lado, y los tres restantes, Ikaro Gail, Delma de Sanguine y Visa Hilss, por el otro. Sin molestarse en dar explicaciones utiliza portales a sus pies para reunirlos en el mismo punto donde estaban él y Amity hasta recién.