Cuando llegó el fin de semana, Xi Xiaye despertó tarde debido a que había trabajado muy duro la noche anterior, hasta las 3 o 4 de la madrugada preparando y organizando los detalles para el proyecto South River. Una vez que estuvo ocupada, perdió la noción del tiempo.
Para cuando despertó, ya eracasi mediodía. Su teléfono, que había estado en silencio, mostró que tenía unas cuantas llamadas perdidas. Eran de Su Nan, pero ella ya sabía la razón de estas. Reflexionando un rato, decidió no devolverle la llamada.
Después de tomar una ducha, desayunó, se cambió de ropa y se preparó para salir.
Se vistió como de costumbre con su blusa y pantalones negros. Además, llevaba un cortaviento negro de longitud media. Su pelo brillante de color negro azabache que caía sobre sus hombrosla hacía lucir muy delgada y frágil en su totalidad.
Cuando salió de la casa el día estaba raro. Estaba nublado y el viento era seco.
Era el cumpleaños número 70 de su abueloXi Jiyang, por lo que tuvo que asistir.
Si algo en esa enorme casa valía la pena recordar con cariño, aunque sea un poco, era su abuelo.
Xi Jiyang amaba mucho a Xi Xiaye. Ella no había vuelto a verlo desde hace unos cuantos años. Aunque sabía que no debería haberse alejado tanto, no tuvo otra opción. Además, habían demasiados recuerdos que ella no quería evocar en esa enorme residencia.
Sí, el banquete de cumpleaños de Xi Jiyang se celebraría en la enorme casa West Park.
West Park era la antigua residencia de la familia Xi, que ocupaba un vasto espacio. Era el tipo de casa noble y lujosa de estilo europeo que parecía un castillo.
En éste momento, West Park estaba bastante concurrido. Había un hermoso arco en la entrada, una lujosa alfombra que se extendía desde la puerta hasta el interior de esa casa, mientras que ambos lados estaban llenos de hermosas canastas de flores.
Al interior de la residencia, donde la sala estaba decorada majestuosamente, había todo tipo de platos, postres y bebidas repartidos en las mesas, las que estaban cuidadosamente organizadas, mientras que los asientos estaban completamente llenos por los invitados.
Los buenos deseos siguieron llegando.
El banquete aún no había comenzado. En la entrada, recibiendo a los invitados,estabanYueLingsi, Xi Xinyi y los demás.
—¡Felicidades! ¡Que el abuelo disfrute de una longevidad sin límites!
—¡Gracias, Director Wang!
La cariñosa cara de Xi Xinyi mostró una sonrisa cordial y agradeció a los invitados que ofrecieron sus buenos deseos.
—La señorita Xi se está volviendo cada vez más bonita. La familia Xi tiene suerte de tener una hija tan hermosa y amable. Me pregunto quién podrá casarse con una joven tan encantadora.
—Sí, incluso es una celebridad popular en la industria del cine y la televisión. ¡Mira ese carisma! ¡Qué impresionante! De hecho, es la hija del alcalde Xi. ¡Se ve extraordinaria!
Cuando vieron a Xi Xinyi saludar a los invitados, muchas esposas de las familias adineradas discutieron en privado sobre ella, mientras que Yue Lingsi, en su interior, se sentió orgullosa al escuchar lo que hablaban.
Esta hija siempre había sido el orgullo y la alegría de Yue Lingsi. No sólo era inteligente y capaz, sino que también era especialmente comprensiva y además muy bonita.
—Me pregunto si la señora Xi ya tiene un compañero para ella. Realmente me gustaría presentarle a mi hijo.
—¡Ni siquiera lo pienses! Escuché que estará comprometida con el nuevo Director Ejecutivo de la Corporación Han, Han Yifeng. Ese Director Han es un muy buen joven. Me temo que tu hijo no tendría oportunidad.
—¡Mmm…qué pena!
…
Yue Lingsi sonrió mientras caminaba hacia Xi Xinyi.
Ella había mirado el lugar durante mucho tiempo y todavía no veía ninguna señal de Han Yifeng, por lo que Yue Lingsi preguntó de repente: —¿Xinyi, dónde está Yifeng? ¿Por qué no está aquí todavía?
—Yifeng vino hace un rato. Probablemente está discutiendo algo con papá en la sala de estudio. Deberían venir pronto, pero hace un rato atrás, el abuelo también llamó a papá. Tal vez están un poco retrasados —explicó Xi Xinyi con una sonrisa.
—¿El abuelo llamó a tu padre? —Yue Lingsi se sorprendió un poco.
—Sí, madre, entretén a los invitados primero. Iré arriba para echar un vistazo.
Luego, con una sonrisa, se dio la vuelta para subir las escaleras a su lado.
En ese momento, en el camino ancho y cementado que conducía hacia la entrada del West Park, un Volkswagen Passat negro aceleró. Los frenos chillaron antes de que el auto se estacionara al costado de la entrada trasera.
Xi Xiaye detuvo el auto y tomó el regalo a su lado antes de bajarse rápidamente de él. Luego caminó hacia la entrada trasera y estuvo a punto de tocar el timbre cuando, de repente, la puerta se abrió desde adentro.
Un hombre de mediana edad, ligeramente robusto, salió. Cuando vio a Xi Xiaye, se sorprendió repentinamente.
—¡Señorita! —su grito en voz alta estuvo lleno de una grata sorpresa—¿Por qué está de vuelta?
Cuando ella lo escuchó, Xi Xiaye de manera instantánea frunció el ceño ligeramente. Miró fríamente al hombre de mediana edad que tenía delante de ella.
Obviamente recordó que esta persona era el mayordomo de West Park, Guo Fu, que había trabajado en ese lugar durante algunos años. En aquel entonces, él había sido el subordinado de Deng Wenwen.
Cuando él vio a Xi Xiaye mirándolo de forma extraña, Guo Fu pareció haberse dado cuenta de algo y sonrió de forma poco natural. —Lo siento, señorita, lo que quise decir es que no ha estado en casa por mucho tiempo. No esperaba que regresara para el cumpleaños del abuelo. Durante los últimos años…
Xi Xiaye, con indiferencia, le dijo fríamente antes de entrar: —Te he hecho preocupar, mayordomo Guo.
Guo Fu, inmediatamente recordó algo y se dio media vuelta para alcanzar a Xi Xiaye. —Señorita, ahora que lo recuerdo. La señora, su abuela, dijo que si la veo regresar, debería llevarla a su sala de estudio. ¡Tiene algo que discutir con usted!
—No hay mucho que hablar entre ella y yo. Si hubiera algo, sólo deja que tenga a Xi Xinyi —dijo esto con indiferencia, luego entró en la residencia.
La razón por la que Xi Xiaye había ido hoy era simple. Ella sólo quería ver al abuelo, ofrecerle su regalo y luego irse. No tenía ganas de unirse al banquete. Además, según lo que ella sabía, esta ceremonia en su totalidad, probablemente no era lo que su abuelo quería. Él siempre fue una persona simple y de bajo perfil. Tal fiesta no parecía ser su idea.
Probablemente fue idea de Xi Mushan y los demás.
Sin embargo, Xi Xiaye pensó para sí misma que todo esto ya no tenía nada que ver con ella.