Fred
No sé en qué momento me quedé tan atrás, pero cuando logré alcanzar la puerta está ya se había cerrado frente a mí. El temor ya se había apoderado de mi cuerpo dándole rienda suelta al miedo para que creciera con cada segundo. Sabía que la sombra no tardaría en venir aquí por mí, sino es que ya estaba aquí y ella misma estaba provocando todo esto. Comencé a pegarle a la puerta para intentar abrirla y cuando sentí que los chicos hacían lo mismo la seguí pateando aún más fuerte.
Sentía que él podría aparecer en cualquier momento y el escalofrío que recorrió mi espalda me confirmó que ya había llegado. Me di media vuelta y pegué mi espalda a la puerta en donde sentía cada impacto que le propinaban mis amigos desde el otro lado.
La verdad es que no quería morir, qué persona con 17 años lo querría. Aún me faltaban muchas cosas por vivir y hacer, pero sabía que tal vez ninguno de los planes que había hecho para mi vida se cumpliría.
La sombra se encontraba en el otro extremo de la habitación y se iba acercando hacia mí poco a poco, como si quisiera ver como sufría y aumentaba mi miedo con cada uno de sus pasos. Mientras caminaba comenzó a hablar.
—¿Chico tienes miedo? —me preguntó con su retorcida voz—No te preocupes, que no te dolerá tanto o bueno tal vez sí. No debieron jugar conmigo, aunque bueno ya aprenderán la lección de que siempre debemos mantener nuestra palabra y la verdad eso será lo último que aprenderán—dijo mientras casi llegaba hacia donde yo estaba.
Las lágrimas comenzaban a cubrir mis ojos empañando mi vista y solo se me ocurrió una cosa, suplicar porque no me matará, tal vez así me dejará vivir.
—Por favor no me tienes que matar, puedes llevarte mi sombra, no la quiero, es toda tuya—le dije entre sollozos poniendo toda mi esperanza en cada palabra que pronuncié.
Terminó de caminar hasta llegar frente a mí y ahí se detuvo, hasta que habló.
—No necesito que me des nada porque ya tú sombra es mía, aunque si hay una cosa que quiero tomar—terminando de decir esto, su mano atravesó mi pecho con una velocidad impresionante, tomando mi corazón y arrancándolo de su lugar.
El cuerpo de Fred se apagó y este cayó de frente hacia el suelo, dejando debajo de su cuerpo un enorme charco de sangre que se iba agrandando cada vez más.
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Malia
No paramos de pegar en ningún momento. Escuchamos una voz hablar que no era la de Fred y mi miedo aumento porque sabía de quién era. Oímos cada cosa que dijo esa cosa a Fred y como este le suplico porque no lo matará que él le entregaría lo que quería, pero la sombra hablo de nuevo y todo después quedó en absoluto silencio. Hasta que la voz de Brin lo rompió.
—Ee-so que está saliendo por debajo de la puerta es sangre—murmuró casi tartamudeando un poco.
Mike y yo miramos a la parte de abajo de la puerta y vimos que eso estaba saliendo por debajo de la puerta si era sangre, pero si era así algo le había pasado a Fred. Mike pateó la puerta con todas sus fuerzas nuevamente, pero está vez si se abrió, aunque por la fuerza del golpe se debería de haber abierto de completamente y esta no se abrió demasiado como si algo la hubiera detenido.
Entramos por el espacio que estaba abierto y tropecé con algo cayendo de bruces al suelo. Al impactar con ellos hice contacto con la superficie con mis manos, está estaba húmeda y el líquido se sentía aún caliente que por su olor metálico sabía lo que era... Sangre y era muchísima, me pare como pude y entonces alguien prendió la luz y lo que vi frente a mí me dejó horrorizada.
El grito de Brin hizo eco en mi cabeza, aún no creía lo que veía frente a mis pies; ahí estaba el cadáver de Fred y éste tenía un agujero en su espalda como si algo hubiese entrado y salido rápidamente dejando esa gran perforación. Pero lo que aún me tenía en shock es que esa cosa acababa de matar a uno de mis mejores amigos...
Hola, espero que estén muy bien. Se que en estos capítulos pasaron cosas muy fuertes, pero forman parte de la historia y en especial del propio género. Solo espero que les esté gustando la historia y que se queden hasta el final. Los quiero mucho a todos y gracias por leerme.
|Daynier M