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He Meilian era en verdad muy astuta, se dio cuenta después de solo una comida que la actitud de Hai Xiaotang hacia Dongfang Yu había cambiado.
Hai Xiaotang solía tener ojos solo para Dongfang Yu.
Ahora, la mirada en sus ojos ha cambiado notoriamente.
—Si te pierdes a Xiaotang, te costará encontrar a otra chica que te ame sinceramente —dijo He Meilian.
Dongfang Yu aún no respondía —Si solo has venido a decirme esto, entonces me voy primero, tengo otras cosas que hacer —contestó Dongfang Yu.
He Meilian preguntó con tentativa:
—Dime, ¿realmente no tienes sentimientos por Xiaotang?
—¡Ninguno! —Después de que Dongfang Yu dijera eso, se dio vuelta y se fue.
He Meilian negó con la cabeza, preguntándose por qué su hijo era tan frío.
¿A quién salió?
...
A He Meilian le gustaba el té, por lo que Hai Xiaotang fue personalmente a la cocina a hervir agua para ella.
Cuando salió, con la taza de té en mano, He Meilian ya estaba sentada en la sala de estar.
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