Todo lo que necesitas saber es que tienes un buen esposo... Un buen esposo...
Su Qianci se sintió levemente hipnotizada, mirando a Li Sicheng. Antes había sentido que la palabra "esposo" nunca iba a significar nada para ella, pero en ese momento, su esposo estaba justo frente a ella, compartiendo una habitación. Aún seguía siendo ese tipo elegante y frío, pero ya no era distante. Él le dijo que ella tenía un buen esposo. Con los ojos llenos de lágrimas y de forma inesperada, Su Qianci sintió que su sueño se hacía realidad. Fue tan inesperado que ella no pudo procesarlo.
Al ver sus ojos llorosos, Li Sicheng bajó la voz y mencionó:
—¿Me estás seduciendo?
Su Qianci se sorprendió bajo su ardiente mirada, susurrando:
—Yo... no lo hago.
¿Cuándo ella haría eso? Ella no hizo nada...
Al ver su mirada asustada, Li Sicheng se calmó, la levantó y le preguntó:
—¿Por qué me tienes miedo?
Cada vez, podía ver lo asustada que estaba de él.
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