—¿Mantenerme ocupada? —Serefina frunció el ceño. Era muy extraño. ¿Por qué querrían mantenerla ocupada? —¿Qué son? ¿Cazadores de magos?
Los cuatro brujos se miraron antes de que el hombre más alto respondiera. —Sí, sí... los reconocí, son los infames cazadores de magos de esta ciudad —respondió con facilidad.
—Si eran cazadores de magos, ¿por qué no se los llevaron? —Raine apuntó con los dedos a los adolescentes flotando mientras miraba a Serefina interrogativamente.
—La bruja que aún no ha alcanzado su verdadero poder no les sirve de nada —Serefina soltó la cruda verdad.
Los cuatro brujos bajaron la cabeza, avergonzados por su actitud arrogante anterior. Pensaron que Serefina y Raine eran simplemente brujas sin una magia poderosa que podrían intimidar al ser ellos más numerosos. ¿Quién hubiera pensado que así terminaría?
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com