Bree levantó la cabeza cuando oyó el débil maullido del gatito, que colgaba indefenso de su cogote.
Una sonrisa brillante apareció en sus labios mientras se acercaba a Kace, saltando de felicidad, estirando sus brazos para recibir al gatito.
—Ten cuidado —gruñó Kace mientras ponía al pequeño gatito amarillo en los brazos de Bree con suavidad.
Ethan e Ian, que presenciaron esto, intercambiaron miradas, les sorprendía que la bestia se molestase en buscar al gatito dentro del bosque alrededor de este claro. Además, no sabían que esta bestia tenía un punto débil por una niña, ya que siempre parecía gruñir o rugir a todos excepto a su compañera.
Bree se limpió las lágrimas de su cara y recibió al gatito mientras arrullaba al pequeño ser de pelo amarillo en sus brazos. El gatito parecía demasiado asustado de Kace ya que se acurrucó en el abrazo de Bree.
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