"La pregunta que Iris le había hecho a Abby era:
—¿Qué sucedería si todas las espadas se rompieran? No sabían cuál era la respuesta, porque no había registro de ello. Todos los registros sobre la historia de Serafín y Decrático provenían de la primera Serafín y era Na, quien creó las cinco espadas.
Por lo tanto, Na no necesitaba las cinco espadas para sostener su poder.
Pero ahora, obtendrían la respuesta exacta a esa pregunta y era: el poder divino que tenía la Serafín también desaparecería.
Lo que Abby había adivinado no estaba equivocado. Una Serafín sin su poder divino seguiría siendo una Serafín, pero ¿de qué le serviría si era su poder divino lo que podía destruir a Decrático?
Eso era lo que Decrático buscaba, eso era lo que quería.
Quería la Serafín para sí mismo, pero temía su poder divino que podía matarlo.
Eso era para lo que servía esta trama elaborada.
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