El tiempo había pasado no tan rápidamente para nuestro albino amigo, mientras todos vivían con sus narices metidas en los traseros de otras personas, el propio Whitley estaba trabajando arduamente para llevar a cabo su labor auto impuesta, la cual era joder los planes de los dioses.
El progreso actual de la misión? Aún se encontraba en la fase de papeleo.
Un Whitley Schnee estresado y sumamente necesitado de una buena dosis de cafeína terminó de firmar unos papeles, mismos que le entrego a su secretaria recién contratada para posteriormente largarse del lugar en el cual estaba. Y es que haciendo uso del dinero que tomó prestado (Incautó) de la bóveda de la familia el chico fundó su propia empresa de tecnología, a la cual llamó H.A.L.O, no pregunten el por qué. De ese entonces ya habían pasado 2 meses, dos meses en los cuales las relaciones familiares de Whitley y el resto de lo Schnee seguían tan en el polvo como el propio Dust.
El albino se dispuso a caminar por los pasillos de su empresa, observando con cierta fascinación como sus trabajadores, tanto humanos como faunos trabajaban hábilmente en la administración, modelado y ensamblado de piezas y partes mecánicas que posteriormente serían usadas para crear piezas de Bullheads, trenes, armas automáticas para cazadores o Atlesian soldiers.
El chico en persona se encargó de reclutar a cada trabajador para su empresa, procurando que estos no tuvieran algún tipo de rencor en contra de su familia o de la raza contraria en general, cosa que fue muy complicada de hacer considerando los movimientos extremistas y casi Nazis del White Fang en épocas recientes.
Todo este trabajo tenía un solo propósito, preparar al propio Atlas y de ser posible a todo Remnant para aquello que se avecinaba.
Whitley salió de sus pensamientos cuando uno de sus guardaespaldas, un fauno tigre de cabello rubio le indicó que su transporte estaba listo, cosa que le sacó una sonrisa juguetona y algo alegre haciéndolo apresurarse al lugar.
Sus empleados, humanos y faunos por igual encontraban divertido y francamente intrigante la personalidad de su empleador, habiendo oído cosas horribles sobre la familia Schnee en general y de como estos despreciaban a todos como seres inferiores, cosa muy contraria a lo que su jefe expresaba con cada día que trabajaba estrechamente con ellos.
Pero mientras todos en la empresa se comían el coco pensando sobre la anormalidad que era el propio Whitley, el mencionado casi que saltaba en su asiento de la aeronave por la ansiedad de la espera que el viaje ofrecía hasta la ancestral residencia Schnee.
Teniendo resuelto ya el problema de una fuente constante de dinero así como de maquinaria, Whitley estaba dedicando la mayor parte de su atención a otras cosas con mayor importancia en el gran esquema de las cosas, siendo estas el obtener poder para si mismo y bien como no, arreglar tanto como se pueda su círculo familiar ya casi roto. Y este era el motivo de su ansiedad, puesto que en su mente planeaba la manera más efectiva de convencer a su madre Willow de dejar el alcoholismo, cosa que sabía no sería algo fácil considerando su situación emocional, pero eso era algo que el propio albino arreglaría, o dejaría de llamarse "Señor Escuincle".
Algunos minutos más tarde Whitley llegó a la residencia de su familia, lugar donde felizmente fue corriendo hasta la localización de la única persona que le importaba en todo ese inmenso lugar, su madre Willow Schnee de soltera Snow.
La vista que lo recibió fue deprimente y hermosa hasta cierto punto, puesto que la hermosa mujer de cabello igual de pálido estaba sentada frente a una fuente, con una copa de vino en la mano y una botella vacía de alcohol a sus pies. La misma parecía estar viendo a la nada, mientras un pequeño sonrojo asomaba en su pálido rostro.
Whitley tan solo suspiro, está sería la primera vez desde que se transmigró que hablaría con alguien de la familia a parte del antipático, amargado, cuck, verga pequeña y manipulador Jacques, cosa que naturalmente le ponía muy nervioso de que hiciera algo mal y fuera repentinamente descubierto como un impostor de otro mundo. No es como si eso fuera a pasar en el corto plazo.
Tomando un largo respiro Whitley puso su mejor sonrisa alegre y se acercó con rapidez a la mujer, con pasos firmes e incluso un silbido para hacerse notar.
La mujer naturalmente observó la figura elegante y alegre de su hijo, encontrando extraño que el pequeño esbirro de su marido anduviera alegremente por la fría residencia. La misma trató de dedicarle una sonrisa incluso si lo único que su rostro pudo expresar fue una mueca.
El albino sonrió al ver que al menos la mujer trató de mostrar algo de ánimo a uno de sus hijos, incluso si este era el menos favorecido de los tres, y el que más le recordaba al monstruo que tenía por esposo.
Haciendo uso de una valentía casi loca, proveniente de enfrentar la ira de una Loli con fuerza sobrehumana en su vida anterior, el chico se sentó junto a su madre, dándole una gran, enorme y alegre sonrisa que amenazaba con hacer que el sol saliera por el oeste.
" Hola mi hermosa y glamurosa madre. Cómo te trata este helado día de hoy? Tan gélido como el corazón de Jacques? " - Preguntó el chico sin borrar por un segundo la sonrisa de su rostro.
Pasaron los segundos en total silencio, mientras la mujer procesaba lo dicho por el albino y el propio Whitley se lamentaba por hacer semejante broma tan estúpida, encontrando que el humor no era su punto fuerte. Unos segundos después sus pensamientos fueron borrados de su mente al escuchar la melodiosa, escandalosa pero sincera risa de la mujer que le trajo a la vida.
La risa de Willow era casi tan cristalina que pondría celosas a las aves cantoras, su mano trataba inútilmente de sofocar su estruendosa risa, mientras su pálido rostro se pintaba de rojo al casi quedarse sin oxígeno por tanto reír.
La sonrisa en el rostro de Whitley pasó de ser una alegre perpetua a una pequeña sonrisa sincera que expresaba que había logrado su objetivo.
La risa de Willow duro unos cuantos minutos más, hasta que recuperó la compostura y observó con una pequeña pero divertida sonrisa a su hijo menor. Encontrando en el un aura diferente a la que recordaba, cosa que ignoro en pro de entablar una conversación con él.
"H-Hace tiempo que no reia de tal forma, debí de verme muy poco elegante, espero me perdones hi-Whitley " - Comentó con algo de pena la mujer encontrando difícil el decir la palabra con "H".
Whitley tan solo sonrió con dulzura, encontrando encantador el acto casi tímido de su madre, así que sin importarle mucho fue y la abrazo, para la eterna sorpresa de la mujer que no supo como corresponder.
" No hace falta que te disculpes madre. No está mal que disfrutes que alguien diga la verdad. Y para mí siempre serás elegante y hermosa sin importar nada " - Atinó a decir Whitley, encontrando divertido la reacción del cuerpo de su madre al abrazo.
La mujer en cuestión no sabía que decir, así que con algo de timidez y lentitud cepillo el cabello de su hijo, tratando de recordar cuando había sido la última vez que fue abrazada por uno de sus hijos, o la última vez que cepilló el cabello de uno de estos.
Los dos se quedaron en esa posición durante algún tiempo más, disfrutando tan solo de la compañía del otro, con Willow olvidando incluso la copa de vino que había caído al suelo luego del abrazo del albino.
Después de eso Whitley rompió el abrazo y se levantó de la banca, provocando una expresión triste en la mujer creyendo que ya se tendría que ir el joven, pero se sorprendió al verlo con la mano extendida hacia ella, con una sonrisa ladina en su rostro.
" Vamos mamá, tengo un lugar aue mostrarte, te prometo que no te vas a arrepentir " - El comentario de Whitley tomó algo desprevenida a la mujer, quien vacilante tomó la mano de su hijo, viéndose arrastrada fuera de la banca y llevada corriendo en dirección al puerto de carga de las aeronaves de la familia.
La vista de ambos corriendo hacia el puerto de carga casi como unos niños divirtió al personal de la mansión, creyendo que al fin la tristeza de la mujer sería borrada por el joven maestro anómalo al que servían.
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Un tiempo después Whitley llevaba a su madre hasta un lugar desconocido, con ella con los ojos cubiertos por las manos del chico, preguntándose que era aquello que el niño había planeado para ella.
" Cuánto falta para que lleguemos Whitley? Siento que hemos caminado en círculos por más de 15 minutos! " - Espetó la mujer casi haciendo un puchero al escuchar la risa traviesa de su hijo.
El propio Whitley encontraba sumamente divertido molestar de esa manera a su madre, recordándole un poco a todas aquellas historias de amor entre Jaune x Willow o Jaune x Weiss que tanto leía de vuelta en su mundo.
" Ya falta poco mamá, ya falta poco. Tan solo giramos un poco más y..... Aquí es! " - Exclamó alargando las palabras para darle más suspenso al asunto antes de quitar las manos de los ojos de su madre.
La vista que recibió a la mujer era algo fuera totalmente de este mundo, pues contrario a todas las expectativas que podría haber tenido, la vista que tenía en frente era sin duda fenomenal.
Era un invernadero completamente cerrado, con solo la luz artificial asomando por el techo y rincones, pero la vida cantidad de colores y formas de las plantas cautivaron el corazón, los ojos y la mente de la mujer, nunca en su vida había visto tantos colores juntos, no siquiera en sus años de niñez.
La mujer se encontró sorprendida, tanto que volteó a ver a su hijo, encontrándolo con una sonrisa dulce dirigida hacia ella, cosa que hizo que su corazón se llenase de sentimientos que no recordaba haber sentido desde el nacimiento de Weiss.
La mujer caminó y caminó, encontrándose maravillada por la variedad de plantas y sus formas en todo el invernadero, siendo seguida de cerca por su hijo.
Hubo un punto en el que se encontró frente a una flor de Edelweis, una flor tan pura y blanca que le recordaba a su descendencia, especialmente a sus dos hijas. Cuando fue a ver a su hijo para preguntarle el por qué la había llevado a aquel lugar lo vio con una pierna dentro de la boca de una planta carnívora gigante, cosa que la hizo sonreír con diversión y ternura.
Una vez que Whitley se liberó de la insufrible planta que había encontrado apetitosa su pierna derecha, el chico observó una vez más a su madre, la cual le veía con una mirada complicada y una sonrisa divertida.
" P-Por qué? " - Preguntó con una voz casi cortada por el llanto reprimido " Por qué me trajiste aquí Whitley? "
El chico tan solo sonrió en respuesta, pasando su mano por detrás de su cuello en señal de nerviosismo antes de mirar hacia un lado por la vergüenza.
" Qué acaso no es obvio? " - Preguntó con diversión contenida.
- " Es porque eres mi madre " -
La respuesta sorprendió en gran medida a la mujer, y su reacción fue tan solo echarse a llorar desconsoladamente a los brazos de su hijo, desahogando todos los años de dolor y maltrato que había soportado y contenido en su interior por el bien de sus hijos, pudiendo al fin expresar lo que siente sin temor a las represalias de Jacques.
Whitley tan solo la abrazo, consolandola y asegurándole que todo estaba bien, puesto que el estaba allí para ella.
Tal vez no haya logrado obligarla a dejar el alcohol, pero al menos había roto aquel frío caparazón que envolvía su corazón y que le impedía ser ella misma, al menos había sido un gran avance para todos. Y como dice el dicho, un pequeño paso para el hombre..... Y un gran salto para la humanidad.
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[Nota de autor: Creo que se amerita una gran disculpa, puesto que en las etiquetas de la historia puse que era una obra de "Comedia", cuando aquellos de ustedes que leyeron el capítulo hasta el final observaron sin duda que la obra estaba inclinándose un poco más al desarrollo serio de los personajes y a la tristeza en general, por ende Me Disculpo de todo corazón. Era necesario que esto pasara ya que tarde o temprano tendría que darle desarrollo a la familia de Whitley.
Hoy vimos un poco más del lado "humano" de nuestro protagonista, descubriendo que además de bromista, manipulador y Transmigrado, también es alguien que se preocupa por las personas que le importan, ya sea su familia, su equipo o su grupo de trabajadores. El próximo capítulo trataremos un tema un poco más divertido como lo es el Doctor Polendina y la buena Penny, puesto que es necesario un poco de burlas a la pobre chica robot adolescente.
Sin nada más que agregar, gracias por darle una nueva oportunidad a esta obra, espero haya sido de su agrado. Un saludo y Adiós! ]