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DESPROTEGIDA (CHEN)

Amores, suspenso y mucho drama. En eso se convirtió la vida de Jordana luego de conocer a aquel chico del otro lado de la calle y dejarlo entrar en su vida, ¿Quién diría que lo más trivial a la vista termina siendo en ocasiones lo que define tu futuro? Atrévete a leer esta impactante historia y conoce los secretos que contiene. Nuevo capítulo cada jueves. #Baekhyun #Jong dae #Chen # Taehyung #EXO Ya pueden encontrarnos en Instagram como "desprotegida.fanfic"

AndSha_Garso · Célébrités
Pas assez d’évaluations
29 Chs

PROPUESTA

Me encontraba sentado en la sala de espera del aeropuerto, demasiado nervioso como para pensar en cualquier otra cosa que no se relacionara con su decisión, "¿A qué hora va a llegar?", "¿Si quiera vendrá a caso?", "¿Me habrá elegido o es hora de rendirse?" se repetían aquellas preguntas en mi cabeza incesantemente mientras sentía el sudor brotar de mis manos. Los segundos se convertían en minutos y los minutos en horas, me encontraba demasiado impaciente y lleno de incertidumbre. A pesar de todo, mantuve las esperanzas y fue hasta pasada la media hora después de las 4, que fue la hora a la que acordé que la vería ahí, que me dispuse a abordar el avión para no perder el vuelo y arriesgarme a tener problemas con mi padre por ello.

Una vez en mi asiento, me coloqué los audífonos y subí el volúmen de mi teléfono móvil al máximo mientras escuchaba Clair de lune de Claude Debussy y leía una revista de economía. Quince minutos después, mientras se estaba reproduciendo Can't Take My Eyes Off You, alguien se sentó a mi lado y supuse que era alguien que se había equivocado de asiento; ante esto, sin despegar la vista de mi lectura, le pedí amablemente que se marchara. Lo que no me esperaba definitivamente, fue lo que ocurrió a continuación.

— Ese asiento está ocupado, sino te importa.

— Lo sé, y el tuyo también lo está. — respondió aquella voz familiar con suma seriedad y quizá hasta un poco de enojo.

— ¿Jordana? ¡Creí que no llegarías nunca! — exclamé, casi grité, aventando la revista a mis pies y quitándome los audífonos para darle toda mi atención. Su presencia me había tomado verdaderamente por sorpresa, ya me había resignado a que no llegaría.

— Chen, hay algo que debo decirte, ¿Lo recuerdas? Dije que te lo diría cuando te volviera a ver. — dijo gentilmente mientras tomaba mis manos para entrelazarlas con las suyas.

— Claro McClane, puedes decirme lo que sea. Incluso si no es… algo bueno… — dije considerando la opción de que fuera a rechazarme.

— Bueno querido, luego de todo lo que hemos tenido que pasar para finalmente poder estar juntos aquí hoy rumbo al país donde todo comenzó entre nosotros… He tomado una decisión y de paso me he dado cuenta de varias cosas.

— ¿Y tú decisión ya es definitiva?

— Ahhh… eso creo… — dijo con inseguridad impresa en su voz.

— ¿Eso crees?, ¿Aún no estás segura? Porque si es así entonces no sé qué estamos haciendo aquí. Es decir, yo te amo y no espero nada a cambio pero…

— ¡Chen! — este último grito interrumpió por completo mi drama y atrajo la atención de todas las personas en el avión, el cual había despegado un par de minutos luego de que ella llegó. Ante esto, me acerqué un poco a su rostro para poder quedar frente a frente mientras esperaba su respuesta con una mirada de enojo fingido. Así que, al regresar la mirada hacia mí, me miró con ternura y curiosidad antes de besarme suavemente en los labios. Un par de minutos después, se apartó lentamente de mí para poder responder — ¡Sí estoy segura!, yo… Te amo.

— Tú… ¿Qué acabas de decir? — dije mientras pensaba en mil maneras de demostrarle mi amor por ella en ese momento y luchando por no obedecer mis impulsos. Todo aquello se sentía más como un sueño que como algo real.

— ¡Te amo Chen! Te amo cada día más y más. No me quedan más dudas, no quiero estar con alguien que no seas tú porque contigo lo tengo todo. Hemos hecho tanto el uno por el otro y también hemos hecho muchas cosas que nos separan a la vez; sin embargo, siempre encontramos la manera de volver a donde pertenecemos, el uno con el otro, juntos. Porque juntos es como debemos estar, es como quiero que estemos y sé que si ambos queremos lo mismo no habrá nada que nos pueda vencer. Porque somos tú y yo contra el mundo y no me gustaría que fuera de otra manera.

Una vez que dijo aquellas hermosas palabras, no hubo vuelta atrás para mí, me sentía tan eufórico y emocionado a la vez de poder escuchar esas palabras salir de su boca finalmente. Tenía dos años sin escucharla decir el conjunto maravilloso de palabras: te amo, y hacerlo se sintió tan placentero como comer tu comida favorita después de años sin haberlo hecho, todo esto junto fue más que suficiente para obedecer a mis impulsos haciendo una locura de la que no me arrepentiría jamás.

— Yo… debo ir a hacer algo, ¿Crees que puedas esperarme aquí por un par de minutos?

— Ahh… claro. Ve a hacer lo que tengas que hacer. — dijo un tanto molesta. La conocía demasiado bien como para saber que el motivo de su molestia era que no le había respondido nada ante su ferviente declaración de amor.

— Prometo que no tardaré mucho. — dije mientras besaba su frente y me preparaba para levantarme — Mientras, quiero que escuches una canción, podrás escucharla si pones play a la canción que se estaba reproduciendo en mi celular. Baja el volúmen, no quiero que lastimes tus oídos, y quiero que mientras la escuches me imagines a mí cantándola para ti.

— De acuerdo, pero… — intentó decir algo pero yo me marché con rapidez antes de que pudiera cuestionar mis acciones tan confusas. Pronto todo cobraría sentido para ella y, aunque estaba casi seguro de que se enfadaría conmigo, esperaba que le gustara la sorpresa.

Caminé con rapidez y con cuidado de no ser visto por ella hasta llegar a la cabina del piloto. Una vez ahí, le expliqué al piloto y compañía mi loco plan a lo cual accedió conmovido con facilidad mientras no paraba de alagar la empresa de mi padre. Un par de minutos después, procedí a hablar por el micrófono luego de una presentación que parecía como sacada de alguna estación de radio.

— Buenas tardes pasajeros, les habla su capitán. Sé que esto es inesperado pero tenemos aquí con nosotros a un enamorado empedernido el cuál afirma que haría cualquier cosa por la chica a la que ama. Para probarlo, Chen — pude escuchar desde dentro de la cabina como se armó un alboroto afuera al escuchar mi nombre, ya que era un tanto famoso por ser el subdirector de empresas KIM — nos va a cantar una canción a todos aquí pero con dedicación especial para su chica amada de la cual revelará su nombre al final. — para ese momento, escuché muchas voces de mujeres discutiendo entre sí de quién se podría tratar la chica misteriosa. Especulaban que debía tratarse de alguien famosa.

Una vez que el capitán me presentó ante mi pequeño público, comenzó a sonar la melodía sin letra de Can't Take My Eyes Off You la cual yo comencé a cantar desde el micrófono de la cabina. Esperaba que todo saliera como lo planeado y Jordana tardara unos segundos en darse cuenta de que la canción había comenzado a sonar más allá de los audífonos. Una vez que la canción terminó, tomé la palabra a través del micrófono antes de regresar al lado de mi novia nuevamente.

— Jordana, quiero que sepas que todos tus sentimientos hacia mí son correspondidos. No hay nada que me guste más en el mundo que estar a tu lado, quiero que en este viaje dejemos de lado todo lo que nos ha dolido, las veces que nos hemos herido para poder revivir aquellos momentos donde más nos amábamos y que volver al lugar donde todo comenzó nos ayude para que jamás encontremos un lugar donde todo termine. Te doy las gracias por estar aquí, lamento si justo ahora estás sonrojada pero puedo apostar a que te ves adorable; por favor no te enojes conmigo. Que tengan una linda noche pasajeros. — dije antes de finalmente salir de la cabina y al hacerlo recibí una horda de aplausos desde todas las direcciones mientras veía como muchos estaban grabando con sus celulares aquel momento tan peculiar. Una vez que llegué junto a McClane de nuevo, la encontré secándose las lágrimas de las mejillas mientras me miraba con amor y un tanto de enojo.

— No puedo creer que realmente hayas hecho eso, me tomaste desprevenida. Nunca dejas de sorprenderme cariño. — dijo sin dejar de mirarme mientras yo tomaba asiento junto a ella.

— Entonces… ¿No estás enojada? — pregunté mientras la envolvía con mis brazos.

— ¡Por supuesto que no! Creo que te has convertido en mi cantante favorito y tu voz en mi canción favorita. Además, nadie sabe quién es Jordana McClane, así que nadie volteó a verme mientras cantabas.

— Estoy seguro de que pronto lo harán. Sólo sé paciente.

— ¿De qué estás hablando?

— Bueno, yo… No sé bien cuánto tiempo falta para ello, pero mi padre quiere retirarse pronto y que yo sea el director de el grupo KIM; y cuando eso pase quiero que seas mi mano derecha y juntos estemos al mando.

— Wow… ¿Esto es… en serio?

— Por supuesto, estoy seguro de que eso es lo que quiero para nuestro futuro.

— Pero…

— Tú tranquila, cuando eso pase ya hablaremos de nuevo al respecto.

Pasaron rápidamente las horas faltantes hasta el despegue mientras platicábamos entre risas y algunos momentos serios. Dormimos un par de horas y las últimas tres horas de vuelo las pasamos recostados en nuestros asientos mientras veíamos nuestro drama coreano favorito Boys Over Flowers.

El avión aterrizó finalmente a las 8:30 a.m en punto en New York y entonces tomamos un taxi para irnos directamente al hotel. Una vez ahí, nos fuimos a dormir directamente al estar demasiado cansados como para hacer otra cosa. Al despertar, la llevé a desayunar a Yummy & Ready, quizá en ese momento contaba con el dinero suficiente para llevarla al restaurante más caro de la ciudad o incluso comprarle su propio restaurante; sin embargo, el deseo de recordar viejos tiempos, nuestros mejores tiempos, pudo más que la ambición.

Así, pasaron los días y los aprovechamos yendo a visitar y conocer cientos de lugares nuevos mientras tomábamos cientos de fotos, esto se convirtió en algo habitual lo cual hacíamos en tanto yo me desocupaba al salir de las reuniones de trabajo. Todo transcurrió con normalidad hasta que un día elaboré todo un plan para dar "el gran paso". Lo primero que hice fue pedirle ayuda a Sehun y su ahora esposa Andrea, los cuales estaban a un par de horas en avión en alguna isla mexicana. Llegaron al mediodía, momento en el que yo me separé de Jordana excusando una reunión larga de trabajo. Le prometí que la vería al anochecer y le escribiría para ponernos de acuerdo acerca del lugar donde nos veríamos, le dije que la llevaría a cenar a un lugar muy especial. Para que no sospechara nada ni me la topara accidentalmente a lo largo del día arruinando la sorpresa como consecuencia, programé todo un día para ella y su mejor amiga en un spa, así como el gimnasio más lujoso de la ciudad. Que se reuniría con Andy era una sorpresa de la cual sólo se enteraría hasta llegar al spa, le había hecho prometerme a esta última que no le diría nada a Jordana acerca de la sorpresa. Entonces, una vez que me reuní con Sehun, pasamos en resto del día preparando todo para que luciera perfecto; lo cual incluyó un par de visitas a mi lugar favorito y al gerente de Yummy & Ready. Realmente esperaba que a ella le gustara la sorpresa y que se viera lo suficientemente conmovida como para aceptar mi propuesta.