Prólogo

Lealtad...

Amistad...

Unidad...

Rigor...

Empatía...

Verdad...

Justicia...

Respeto...

Ya no creo en esas cosas tan tontas. Para qué la lealtad si te apuñalan; para qué la amistad si te usan; para qué la unidad si no se tiene confianza; para qué el rigor si no te lleva a nada; para qué la empatía si nadie siente; para qué la verdad si solo hay mentiras; para qué la justicia si ni hay un balance; para qué el respeto si ni te valoran...

Traición...

Ira...

Sufrimiento...

Odio...

Engaño...

Tortura...

Mentira...

Culpa...

Me mostraron cómo es el mundo, despiadado y atroz. Nunca se debe confiar en nadie, ni fiarse. Mejor estar sola, sin nadie a quien querer salvo a ti misma, siempre tener una vida de mentiras que ocultan la verdad, ser observador y utilizar. Pero siempre ser fiel a ti mismo. Solo tú y nadie más. Manejando tu vida sin nadie capaz de herirte.

No soy la misma, ni soy distinta. Nadie conoce mi historia y a la vez todos la conocen. Me aman o me odian, pero saben de mí.

Arljuver está en el olvido y Costetmi siempre está presente.