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Al final no pudo hacerlo

Dos dian han pasado desde que se produjo el incidente en el hogar de Mey.

Desde entonces, ella le enseñó a Lou como actuar como una persona común y corriente, aunque al final Lou por su apariencia enigmática destacaba demasiado para encajar en la sociedad humana. Por otra parte, Lou comprendió efectivamente ciertas normas y reglas dentro de la moralidad. Fue un proceso difícil para Mey ya que Lou como siempre inexpresivo; era un caso complicado que él reaccionará sin emoción alguna y claro, todo debido a su inmutable apariencia.

Mey puso demasiado empeño para que Lou fuera capaz de sonreír aunque fuera una farsa, sin embargo, él como un ser de otro mundo e insensible fue imposible tal petición pero a final de cuentas, Lou aprendió al pie de la letra como ser un "humano normal". Aun así, él no encontraba una respuesta para saber que sucedía en su interior, también se limitó a preguntarle a Mey.

Hoy era el día séptimo en el Planeta Tierra; su ultimátum para que Lou regresará a su mundo y él tenía presente que no debía sobrepasar media noche de hoy porque si eso llegará a suceder, un problema grande se avecinaría.

Apenas estaba amaneciendo, Lou ya estaba listo; preparado para marcharse pero en su mente poderosa no dejaba de repetirse como disco rayado, esa frase: "eliminar a la humana".

Él tenía que eliminarla a ella y cualquier rastro de su paradero antes de marcharse para siempre del hogar de Mey.

Se vio por última vez en el espejo, él recordó el momento en que Mey le había pedido sonreir, sintiendo esa curiosidad en su interior, intentó de nuevo forzar una "sonrisa gentil y sincera", al no hacer efecto su fuerza increíble sobre sus labios, él con su dedo índice levantó las comisuras de sus labios sin embargo, no era una sonrisa nada agradable y claro, sin emoción alguna.

Dejó de lado su esfuerzo, y volvió a poner su misma expresión inmutable.

Salió de su habitación y se dirigió directamente a la habitación de Mey, esta vez siendo sigiloso, giro la perilla con mucha cautela y se adentró.

Mey seguía durmiendo muy placenteramente como si no hubiera dormido en tanto tiempo. Vestía su pijama favorita de unicornios, dormía boca abajo y con las sábanas torcidas alrededor de ella sin ser conscienteque la gran presencia magnética de Lou se acercaba a ella para llevar a cabo su último paso antes de irse para siempre.

Lou ya postrado cerca de la cama, se sentó a un lado de la chica durmiente. Estaba determinado a eliminarla. El recuerdo cuando Mey se corto la mano, esos instantes que ella le enseñó con mucho esfuerzo para que fuera un humano normal y todo lo demás, le hizo titubear por un segundo. Lou tenía que obedecer sus reglas de su mundo. No tenía que darse el lujo para cometer tal falta para dejar a vivir un humano que sabía existencia de seres del espacio exterior.

Él tendió su mano sobre la nuca de ella sin embargo, antes de tocarla, se quedó estático cuando Mey soltó un gran suspiro al mismo tiempo que giro su cabeza hacia la presencia de él.

Ella dormitada, entre abrió sus párpados y cómo si un sueño se tratará, ella murmuró:

- Mmm. Lou, Lou ¿qué haces...?

Él con su brazo inmóvil sobre el aire, solo pudo responder con su voz ronca: - Nada...

Ella entre la realidad y fantasía, parpadeo un par de veces sin quitar su mirada de Lou.

- Suspiro...ay, Lou eres...eres guapo, muy guapo... - musito en un último suspiro antes de volver a cerrar su ojos dejando a Lou estático ante esas palabras.

Él tenía que actuar, ahora o nunca, pero algo de él le impedía llevar su último movimiento. Sólo contempló como Mey dormía y resollaba serenamente.

Él con su mano sobre el aire, lo palmo sobre la cabeza de ella y dijo: - Mey, me iré.

Entonces ella entre su sueño, chistó: - Umm.

Lou palmeo con delicadeza la cabellera de ella pero un potente poder se hizo presente que de inmediato dejó inconsciente a Mey, cayendo ahora en un profundo y largo sueño. Eso fue lo único que puedo hacer Lou. Ese "algo" de algún modo le impidió rotundamente eliminarla de la faz de la tierra.

Ya Mey inconscientemente, Lou se levantó con un ademán indescriptible. Se encaminó a la puerta de la habitación y salió de ella, dirigiéndose a la salida del hogar de Mey. Ya afuera, percibiendo el frío clima, el canto de los pajarillos y un cielo despejado, él se encaminó cuesta abajo, sin embargo, se detuvo, se giro y contempló una vez más el hogar humilde de Mey.

Sabía que sería la última vez estar en la Tierra pero lo qué él desconocía era que volvería antes de lo esperado. Sin más preámbulos, él volvió avanzar hacia un destino desconocido.

...

5:47 P.M.

El sol se estaba poniendo; una oscuridad invadía todo el hogar de Mey. Los minutos transcurrieron y ella seguía durmiendo.

Al siguiente segundo, ella por fin se despertó.

- Aah, ¿por qué de nuevo este dolor? ¿Acaso me desperté muy temprano? Todo esta en penumbra. - se preguntó a sí misma.

Frotandose sus ojos, se levantó, percibiendo toda esa dolencia en su ser. Camino directo a la ventana y jaló las cortinas. Lo más extraño fue ver a través de la ventana como el cielo hacia contraste con los rayos tenue del sol. Ella también sintió como si hubiera dormido por una eternidad.

Con esa confusión se dio la media para salir de la habitación. Encendió la luz del pasillo. No tenía ningún dispositivo para ver la hora, así que fue directo a la sala de estar y encendió el televisor.

Ella dudaba que hubiera despertado tan temprano. Jamás despertaba antes de las siete de la mañana. Pero lo que desconocía era que ya estaba anocheciendo.

Tan pronto, el televisor se encendió; Mey se sentó en el sofá aún con su pijama y con el control en su mano empezó a cambiar canal tras canal.

Mientras cambiaba los canales viendo con cautela para ver la hora, recordó que tuvo un sueño con Lou, en donde veía su deslumbrante rostro inexpresivo y en el cual en ese sueño, él se despedía de ella.

<<Jajaja, qué sueño...ojalá se convirtiera en realidad.>>

Con ese pensamiento, se quedó atónita al dejar en un canal de noticias vespertino y cuando atisbo la hora que marcaba en la pantalla, le pareció una locura.

Se levantó y se acerco al televisor, no sin antes frotarse los ojos y cuando volvió a ver la hora, palidecio.

- Es ilógico, no, no puede ser a las 6:20 de la tarde. ¡Debo estar viendo mal!. - se exaltó, no quitaba la mirada de la televisión y a los pocos segundo cayó en cuenta que en verdad ya era tarde y en efecto, durmió por demasiado tiempo.

Con esa exaltación se encaminó directo a la habitación de Lou.

*¡Toc Toc Toc!*

Tocó la puerta pero él no respondía. Con su corazón latiendo muy fuerte, intentó tranquilizar su paranoia pero algo le indicaba que algo no estaba bien y menos que despertará a tal hora.

Respiro hondo y profundo. Creyendo que Lou estaría en su habitación como siempre; giro la perilla con cierto temor que invadió al no escuchar respuesta de él.

Cuando la puerta se abrió, ella habló entre la penumbra: - Lou, Lou...¿Estás aquí?

Al no obtener una respuesta, se adentró más y encendió la luz y tan pronto toda la habitación se iluminó, se quedó inmóvil al ver que la cama estaba arreglada y que nadie había en la habitación.

Su ritmo cardíaco se aceleró más; sus ojos verdes esmeraldas se impactaron al no ver a Lou. Creyendo que él podría en estar en otra parte de la casa, salió y con angustia buscó a Lou por toda la casa pero no había nadie más que ella.

<<Él, no está...no está. Eso quiere decir que él se ha ido, pero si es así, no se supone que deba de estar saltando de alegría porque ya no lo veré más... Pero ¿por qué mi corazón duele tanto...?>>

Mey no entendía por qué le dolía saber que Lou se había marchado. Entonces recordó, ese misterioso sueño... "Mey, me iré", esa simple frase le hizo saber que no fue un sueño y que él se había despedido de ella. Muchas interrogantes aparecieron en su mente, tanto que la abrumaron.

Mey: - Él en verdad se fue... - musito al mismo tiempo que su cara se tornaba melancólica.

Era inevitable dejar de lado ese dolor de tristeza; era absurdo para que se sintiera de tal manera. Con ese semblante, se dirigió al sofá y se recostó sin poner atención al televisor.

Solo intentaba no pensar en más en Lou, no quería pensar más en él...