6) Infancia peculiar

Hubo situaciones no tan buenas en la familia a pesar de que todo mejoro.

...

Jean y Pan aprendieron mucho y cada tanto seguían mirando el libro, ya que les parecía que cambiaba con el tiempo. Descubrieron que este libro era indestructible, induplicable y solo ellas dos podían leerlo, no les pareció tan raro como el contenido, pues... bueno... 'Mundo mágico'.

Aprendieron como manejar a su hijo con cosas como darle chocolates amargos o fruta en los momentos correctos, así como descubrir otro placer físico que tenga para superponerlo con el deseo sexual, el cual fue acariciarle el cuero cabelludo con las manos frías o masajearle la nuca.

Todo esto ayudo, aunque no fue perfecto, pero por lo menos ya se acostumbraron un poco a que así sería su vida.

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Cuando Ruiz tenía 5 años tuvo un 'accidente', pero que lo ayudó a que cosas como esas no se repitieran. A pesar de que sus madres hicieron todo lo posible por controlarlo, aún podía ver algunas de esas raras imágenes cada tanto y como no hubo forma de liberar su poder reprimido. Llego a acumularse e hizo que tome una decisión estúpida.

En un momento, luego de presenciar recuerdos que no eran suyos, sintió la necesidad de recrearlo. Era de noche y solo están él y su hermana menor aun despiertos en secreto, su hermana mayor se habia enfermado y se habia ido a dormir con sus madres en la habitación contigua.

Riuz estaba parado y su hermanita estaba de rodillas frente a él, mirando a su hermano con los pantalones abajo. Ninguno de los niños entendía del todo que lo que estaban por hacer podría estar mal, Riuz únicamente tenía una mínima idea según lo que vio en sus recuerdos y la niña no entendía que su hermano estaba podría estar equivocado, así que estaba de acuerdo con lo que él le explicaba.

Ella movió su cuerpo hacia adelante y puso la cosa de su hermano en su boca, mientras que Riuz sujetaba su cabeza moviéndola hacia adelante y hacia atrás. Él pudo sentir una vez más esa extraña sensación que sintió con su madre esa vez y, aunque aún tenía un poco de miedo, lo disfruto.

La niña no entendía nada y en parte solo trato de saborear y no morder como le habían dicho. No paso mucho tiempo antes de que Riuz volviera a sentir esa extraña sensación como la otra vez y terminara jalando con fuerza la cabeza de su hermana hacia él. Sintió que algo se liberaba, pero teniendo su pene dentro de la boca de la niña sin retirarlo no pudo ver que algo no era normal, aunque posiblemente por su desconocimiento tampoco se hubiera dado cuenta.

Lo que se suponía sería blanco, no lo era. Lo que entró en la boca de la pequeña niña y terminó tragando era de un color rosa con un aura negra que luego se transformó en un espeso líquido negro con un aura morada. Se terminó bebiendo e ingresando al estómago de la hermana menor sin que se escapara nada.

Riuz quitó sus manos de la cabeza de la niña y retrocedió un poco con una expresión de satisfacción en su rostro y debilidad en sus piernas, sentía que se quitó una gran carga de encima.

"¿Tengo sueño?" Dijo la pequeña niña que se sintió mareada y con una extraña sensación en su estómago, luego se recostó en el piso y quedo profundamente dormida.

Riuz intentó despertarla para que vayan a la cama, pero no pudo, parecía que la niña estaba en un coma. Se preocupó un poco y la arrastro hasta la cama para acostarla, lo bueno es que a pesar de ser pequeño, su estado físico era superior a la de los humanos normales. Estaba un poco asustado porque su hermana cayera dormida y no pudiera despertarse, por lo que se fue a dormir esperando que todo fuera normal mañana.

El día siguiente su hermana no despertó, incluso cuando sus madres las llamaron, esto las asusto y preguntaron que le habia pasado a su otro hijo. Riuz tenía miedo, miedo de que algo le haya pasado a su hermana y de que lo regañaran, por lo que no dijo la verdad.

Llevaron a la pequeña al hospital, pero no encontraron nada que pueda dejarla en esa situación y solo la dejaron en observación donde quedo inconsciente hasta que durmió durante 12 horas seguidas aproximadamente. Cuando despertó le preguntaron qué pasó, ella respondió que no se acordaba y no pudieron encontrar más respuestas.

Desde que volvieron, Riuz no se apartó de ella y la estuvo abrazando todo el tiempo. Tuvo miedo por primera vez de sus actos, entendió lo que dijeron sus madres sobre lastimar a otros y desde ese momento se prometió no lastimar a sus hermanas otra vez, no importa que tan fuertes sean esas sensaciones.

Y así fue, Riuz no volvió a hacer nada de ese tipo con sus hermanas, aun si su cuerpo le gritaba que lo hiciera. Solo que involuntariamente tal vez eso hizo que se acercara más a sus madres.

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Ambas mujeres estaban acostadas en la cama cuando escucharon a alguien tocar la puerta. Cuando se abrió, notaron que era su hijo de 6 años.

"Mamis ¿Puedo dormir aquí hoy?" Preguntó ya vestido en su pijama. Él ya tenía una habitación propia, pero por momentos se sentía solo y buscaba dormir con sus madres o sus hermanas.

"Si claro, ven" Dijo Pan abriendo las colchas para que se acostara con ellas.

"Toma chocolate" Dijo Jean sacando una pequeña bandeja circular de su mesita de noche.

Como aprendieron, ellas siempre guardaban un poco de chocolate amargo que le darían a su hijo cada de vez que quisiera pasar tiempo a solas con ellas, de esta forma evitaban accidentes. Así mismo, una vez Riuz comió el chocolate y se acostó entre medio de ellas, Pan se lanzó un hechizo en sus manos que las volvieron suaves y frías para empezar a rascarle la cabeza a su hijo.

El niño cayó dormido muy rápidamente ante el estímulo que le daban sus madres, no importaba si quería hablar con ellas en este momento, dormir y disfrutar se volvió más importante. Ambas mujeres quedaron despiertas un rato más hablando sobre cosas normales de parejas adultas, comida, impuestos, trabajos, deudas...

En un momento, Riuz movió su mano dormida y la metió dentro de la ropa de mama Pan, metiendo los dedos dentro de su cueva.

"Jean... lo hizo de nuevo, pero esta vez me metió los dedos" Dijo Pan con algo de desgana.

"Es sorprendente como se mueve dormido con tanta precisión, todavía recuerdo cuando apretó mis nalgas... pensé que eras tú y cuando me desperté y lo vi me asuste bastante"

Pan trató de quitar la mano de su hijo de dentro de su ropa interior, pero cuando lo hizo, este lanzo un gruñido aun dormido como si fuera un animal y luego se aferró más fuerte. Se acercó a su madre aun más apoyando su cabeza contra sus pechos.

"Parece que esta muy estresado" Dijo Pan al verlo, solo se comportaba agresivo mientras dormía cunado sufría algún estrés.

Aunque no quería que la mano de su hijo invadiera su lugar íntimo, vio que esta vez parecía muy alterado, por lo que decidió aguantar. Jean a su lado tampoco dijo nada y ni tuvo oposición, luego de estos años entendió, más gracias al libro, que avergonzarse o enfadarse no resolvería nada. Todo esto es, en parte natural, necesario para la salud... era lo que trataban de pensar en esos momentos.

"¿Qué crees que tiene?"

"Creo que solo esta caliente... puedo sentir su erección pinchándome y parece que esta vez si esta muy duro" Dijo Pan moviéndose un poco para quitar el pene de su hijo de contra su cuerpo, pero este volvió a acercarse.

"Tal vez sea necesario que le enseñemos a liberarse y que no lo reprima, por lo que sabemos, son muy activos sexualmente y no sé si sea bueno que contenga tanto sus instintos naturales"

"Quisas..."Dio un suspiro "no es fácil ser su madre..."

"¿Te arrepientes?"

"No, es difícil, pero no me arrepentiré, puedo ver en sus ojos que lo mucho que nos quiere y la inocencia aun cuando hace todo esto. Él no puede controlarlo y es algo que debemos aceptar"

"Tienes razón, en cierto modo no imagino nuestras vidas sin los niños, aun con todo esto... me pregunto si todos los padres tienen tantas dudas como nosotras"

"¿Quién sabe? ¿Puedes buscar a que edad comienzan con sus impulsos sexuales? Aun si está dormido, siento que quiere perforar mi estómago con su cosa..."

Jean recogió 'el libro' de su cajón y se puso a leerlo como tenían de costumbre cuando no sabían algo sobre su hijo. Aunque no entendían muy bien como, este libro parecía siempre tener información nueva que las ayudaba.

"Aquí dice que los lirios lunares pueden incluso no tener impulsos sexuales en toda su vida..." Dijo Jean acomodándose un poco sus lentes de lectura.

"Esos no son los que me preocupan..." Resoplo, sabiendo que posiblemente no le guste la respuesta.

"... bueno..." Jean también sabía que ese lado de la familia no traía ningún problema"... aquí dice que se podía encontrar a niños de 3 años teniendo sexo entre ellos y que a los 6 ya podían concebir... pero que también hay unos casos raros donde puede ocurrir antes o después..."

"Dios... ¿Por qué no pueden ser más normales?... No sabes cuanto agradezco que nuestro hijo no haya empezado a montar a sus hermanas a los tres años..."

"Si, a mí también me da un poco de miedo, creo que debemos tener otra charla con el sobre como aliviarse él solo... te diré la verdad, yo era de las que creía que masturbarse estaba mal, pero ahora creo que es la mejor respuesta... irónico ¿no?"

Así ambas mujeres se fueron a dormir, dejando para mañana esas cosas, y con el joven Riu con su mano dentro de su madre.

...

Al niño le dieron 'la charla' pero su mente infantil no la comprendió del todo, o más bien la fue olvidando. Una cosa que es abrumadora de recibir recuerdos ajenos uno tras otros es que pueden confundir tu mente.

Trataron de enseñarle como aliviarse solo, pero como siempre, el libro indico otras cosas. Una vez leyeron la nueva información se quejaron, este libro era un degenerado a sus ojos, pero notaron que era en parte verdad lo que decía. Cuando su hijo trato de hacerlo por sí mismo fue algo difícil y le tomo mucho tiempo para que al final no llegara a nada, así que desde ese momento entre ambas se dividieron las veces en que tendrían que ayudar a su hijo con sus propias manos.

Se aseguraron de que él entendiera que no era del todo correcto y que era un muy gran secreto. No tuvieron otra opción, una vez vieron como al hacerlo ayudó mucho al comportamiento y día a día de su hijo lo aceptaron. A este punto muchas cosas perdieron sentido como para retractarse.

...

Los niños siguieron creciendo, pero hubo problemas, y no con Riuz. El comportamiento de la hija mayor era difícil de manejar, era agresiva, molesta y malcriada. No importó lo que intentaron, regaños, charlas o cualquier otro método, ella seguía siendo irrespetuosa y causaba problemas.

Siempre tuvo peleas u conflictos en la escuela, le molestaba ocultar que era una maga, cosa que se enteró cuando en una rabieta hizo explotar la televisión. Fue muy difícil, más para Jean quien fue la que más odio recibió de su parte.

Pan le enseño a sus hijas sobre el mundo mágico e incluso compro otra varita en secreto para que sus hijos puedan practicar, más bien sus hijas, ya que les pareció peligroso hacerlo con Riu sin mucha supervisión.

La hija mayor se fascinó con la magia y lo que esta podía darle, pero esto trajo problemas porque desde hace un tiempo empezó a reprocharle a su madre Jean por no ser una maga y no tener poder. La niña se cautivó no solo con la magia, sino con el poder, se interesó un poco en las artes oscuras, ya que según ella, 'con ella tendría el poder de hacer lo que quiera sin que nadie la detenga'.

En ella sus madres vieron a su agresora, con esa actitud lunática y sin importancia por los demás. Trataron de cambiarlo rápidamente, pero fue difícil sin tener una confrontación, lo único que podía considerarse bueno es que con sus hermanos no tenía ningún problema.

Con su hermana menor se llevaba relativamente bien, pero siempre hubo contradicciones en las que una le decía para que aprendieran juntas para poder ser fuertes y la otra le decía que estaba mal como actuaba y que ponía tristes a sus madres.

La niña mayor también se quejaba celosa de la menor de tener una madre que si era maga. Jean y Pan, nunca distinguieron entre hijos, pero la hija mayor era bastante inteligente y si le importaba su origen luego de leer sobre el poder de la sangre de los magos.

Con su hermano menor (por unos minutos) tampoco discutió, aunque no entendía por qué él no se sentía insatisfecho cuando sus madres no le dejaban aprender tanta magia como a ella, sentía que si a ella solo le enseñaran cosas tan básicas como lo hacen con él las odiaría completamente.

También tenían una relación extraña, la niña era muy celosa de su hermano y no le gustaba que sus madres estuvieran a solas con él. Solía esconder a su hermano de sus madres para que no lo vieran cuando se enojaba con ellas o se lo llevaba consigo para que no esté con nadie más. Era como una niña que tenía un juguete que no prestaría a nadie y que solo ella podría jugar con él.

Fue difícil, pero subsistieron, aun cuando encontraron a su hija aprendiendo magia negra en secreto de uno de los libros que robo cuando fueron al callejón Diagon. No iban muy a menudo, pero creyeron que por lo menos una vez deberían mostrarle a sus hijos el mundo mágico y en esa vez, su hija robo ese libro.

En esta era no habia muchos problemas contra la magia oscura, ya que se la consideraba un arma contra los no muertos, aunque estaba regulada, pero aun así se podía encontrar al menos un libro en las casas de las familias mágicas.

No hubo muchas repercusiones, pues no pudo hacer mucho antes de que la atraparan, pero desde ese día prestaron más atención a lo que hacía, sin saber que ella habia arrancado algunas páginas del libro y las tenía escondidas para leerlas en secreto.

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Hubo un momento donde la hija mayor intento usar magia negra con su hermano, no maliciosamente según sus criterios. Ella en secreto habia visto a sus madres con su hermano en cosas no tan inocentes, como acostados en la cama cubiertos por sus mantas, pero que bajo ellas las manos de sus madres fueran juguetonas.

Ella aprendió algunas cosas por su cuenta, tenía la manía de escabullirse, espiar o hacer otros actos poco morales, pero que le ayudaron a aprender mucho. Sus madres no quisieron explicarle mucho a sus hijas por temor a que la protección que tenían desapareciera y su hermano empezara a hacerle cosas sin que puedan evitarlo.

Ella, que sabía un poco, creía que esa era la forma en que sus madres retenían a su hermano y que por eso él no se enfada con ellas, así que quiso cambiar las cosas.

Tal vez no muy diferente a su otra madre, quiso probar una hechizo loco, quería convertir a su hermanó en mujer para que sus madres no pudieran usar sus encantos con él, pero luego pensó en la relación de sus madres y se dio cuenta de que no serviría. Así que decidió que luego de hacerlo, ella emplearía una maldición de sumisión para que solo le perteneciera a ella y si no funcionaba, recurriría a los mismos métodos que sus madres. 'Si ellas pueden porque yo no' Pensó mientras imaginaba una vida con su hermano únicamente siéndole leal a ella.

Y... no fue como esperaba. El hechizo no funcionó, pero su hermano si se transformó en una niña. El hechizo en una de esas páginas arrancadas no era para convertir en mujer a alguien, fue un error de comprensión y la falta de conocimiento debido a las partes faltantes. Aun así, el poder nato del niño completó la finalidad del hechizo y salvo a su hermana, que aún no comprendía toda la seguridad que tenía que tener cuando trabajaba con magia negra.

La magia que empezó a afectar al niño fue devorada por su poder perverso, evitando que las repercusiones afectaran a su hermana, a la vez que se convirtió en una niña o más bien desbloqueo más la habilidad de cambiaformas que ya poseía. Cuando sus madres y su otra hermana lo encontraron, se asustaron un poco, pero él no delató a su hermana mayor.

La preocupación llegó, pero también se fue rápidamente porque aunque costó, él pudo volver a su forma normal por su cuenta y consigo la frustración de la hermana mayor.

Desde ese día los días difíciles para las dos mujeres fueron más difíciles, ya que su hijo, ahora con la capacidad para cambiar de aspecto, jugaba con ellas o se escapaba en secreto tomando la forma de sus hermanas. Este duro hasta que lo regañaron severamente y desde entonces solo hizo pequeñas bromas.

Su hermana mayor se enojó de que su plan fallara, así que en un momento le pidió a su hermano que se transformara otra vez en una niña, con planes de hacer lo que sus madres hacían cuando dormían solas por las noches.

Aunque sabía más que los demás, no significaba que entendiera todo, ella creyó que el sexo de sus madres era lo que las hacía estar juntas. Ella quería hacer lo mismo con su hermano para que él no pudiera dejarla, en parte sin entender que lo que unía a sus madres era el amor y sus hijos, y sin entender que no necesitaban ser ambas mujeres para conseguirlo.

Su plan volvió a fallar porque el miedo de Riuz de lo que le hizo a su hermana menor no le dejó acercarse a su hermana mayor cuando esta se quitó la ropa. Impidiendo que casi todos los planes de esta fallaran y nada más pudiera buscar formas de engañar a su hermano para que no la abandonara, que era un miedo que tenía luego de considerar que esa era la razón de que su 'otra' madre no estuviera con ella.

...

Todo esto durante los años y unas pocas circunstancias presentes hizo que Riuz en un momento a la edad de nueve años sufriera un ataque de locura. No dañó a nadie, pero un día por la noche entró al cuarto de sus madres saltando sobre ellas y tirando lejos la varita de Pan.

Ellas, asustadas por el comportamiento de su hijo, preguntaron que pasaba y él en su estado le exigió a su mamá Pan debajo de él que fuera suya. Ellas no entendieron en parte, pero se asustaron al ver como los ojos inyectados en sangre las miraban como una bestia.

"¿Por qué quieres que sea tuya? ¿No quieres a mama Jean?" Preguntó Pan tratando de confundirlo, algo que aprendieron, atacar con lógica o ilógica para que se desconcentre.

"Las quiero a ambas, pero si tengo a una tendré la otra" El niño exclamó en una voz muy poco infantil.

"Le haces daño a mami, si quieres a mami no deberías hacerle daño" Jean trató de ser la razón para calmar a su hijo.

"Me duele hacerlo, pero lo soportaré... ¡Tienes que ser mía! Así esta familia nunca se separará"

Él habia escuchado que cuando los niños crecen se separarían de sus padres de parte de la vecina y eso germino en su mente para que ahora, en este estado, termine atacando a su madre y tratara de evitarlo de la única forma que comprendió.

"No nos separaremos nunca, no te preocupes, bájate" dijo Pan, mientras que Jean intento recoger la varita que Riuz tiro lejos, pero no pudo, ya que las mantas parecieron cobrar vida y atarla a la cama,

"¡NO! Tienes que volverte mía... tienes que ser mía, así no me dejaras" Gritó para sí mismo.

"Riu, cálmate, seré tuya, solo suelta a mami..." Trató de convencerlo.

"Estás mintiendo..."Dijo enojado

"Mama no miente"

"Estás mintiendo, puedo sentirlo" La miró a los ojos mostrando que el iris de sus ojos cambiaron.

Jean semi-atada del otro lado de la cama, cogió el libro tratando de buscar respuestas, pero este no decía nada que las ayudara como veces anteriores, por lo que aun si no quería, trato de usarlo para golpear la cabeza de su hijo... y ni se inmutó.

"No puedo ser tuya como quieres... ya soy tu mamá y eso ya es suficiente para que me quede contigo toda mi vida ¿No es suficiente?" Siguieron tratando de razonar con él, pues vieron que los otros métodos eran inútiles.

"No lo es..."

"¿Y qué pasará si no puedo ser tuya?" Viendo que su hijo no escuchaba razones, trataron de ver si podían hacerlo darse cuenta de que no habia camino que seguir.

"Yo... Yo..." Riuz agitó su cabeza con confusión, no encontraba respuesta a esas pregunta, solamente tenía un objetivo sin planes y en su mente tenía que cumplirse si o sí.

Las dos mujeres parecieron ver que funcionó y quisieron seguir, pero Pan se dio cuenta de algo malo. Desde las partes sujetadas por las manos de su hijo sintió esa excitación que sufrió otras veces, estaba empezando a invadir su cuerpo mientras que su hijo tenía un conflicto interno, y esta vez sentía que hasta quemaba su interior de forma agresiva. Ella, temiendo lo que pudiera pasar si ese poder llegara a consumirla de nuevo y con la intensidad que se mostraba, intentó detener a su hijo.

"¡Esta bien, aceptó ser tuya, solo para!" Le gritó desconcertando a Jean.

"¿Lo... Lo p-prometes?" Salió de su confusión.

"Si, lo prometo"

"Lo prometes" Repitió Riuz mirándola fijamente y con el rostro serio, con lo que Pan sintió que los ojos de su hijo penetraban su alma.

"Te prometo que cuando crezcas seré tuya" Algo nerviosa respondió.

En ese momento Riuz pareció perder fuerzas y cayó dormido a un lado, haciendo que ambas mujeres soltaran un suspiro de alivio.

"¿Qué fue eso?" Preguntó Jean.

"Su poder, lo sentí... no quería que se repitiera lo de la otra vez, así que solo pude ceder..."

"Pero sabes bien lo serio que fue al final... ¿Qué pasa si después si viene a cobrar esa promesa?" Jean estaba algo asustada, entendió que no habia otra salida, pero lo que sabía hasta ahora era suficiente para que sea una preocupación.

"Yo... buscaremos una solución para ese momento, algo debe haber..." También se preocupó.

Ambas mujeres durmieron mal esa noche preocupadas por el futuro, al otro día su niño actuó de lo más normal como si todo fuera una pesadilla. El tiempo siguiente incluso no se volvió a mencionar y de hecho las necesidades de Riuz fueron menores y aunque tenían que ayudarlo en ocasiones nada se tornó peor.

...

Así transcurrieron los años de esta familia hasta que llegaron las cartas de Hogwarts de los hermanos mayores. En ese momento ambas madres se asustaron al ver el apellido de su agresora en el nombre de invitación de la carta de su hija mayor, esto hizo que no se las mostraran a sus hijos y solo se los contaran.