Cuando la siguiente escena comenzó a cristalizar, Kat se sorprendió al encontrar que la ubicación ciertamente no era el palacio. De hecho, parecía mucho más reminiscente de la casa de Enuko desde el exterior. Sin embargo, a medida que los alrededores entraban en vista, estaba claro que no lo era.
Se encontraron de pie frente a una casa japonesa al estilo antiguo con jardines bien cuidados casi hasta donde alcanzaba la vista. En los bordes de la impresionante visión de Kat, podía distinguir paredes puramente blancas y a través de algunas ventanas, distinguir algunas figuras más allá.
Centrándose de nuevo en la escena frente a ella, Shizuka, con su avatar de hielo púrpura, caminaba lentamente por un sendero de jardín de piedras hacia la puerta principal. Kat pudo ver algunas sombras indefinidas siguiéndola, pero Menor no dio una alerta sobre que fueran pesadillas y eligió no actuar.
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