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Torneo: preliminares de etapas dos y tres (IV)

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Veo en el marcador que Di Tao ha ganado el último combate de la mañana. Su grupo tienen uno más por la mañana y uno menos por la tarde. Antes no me ha dado tiempo de verlo.

El primero de la tarde es el combate definitivo para Fen Huan. Su rival blande una espada a dos manos. Por eso, Tai Feng y Yawen están bastante interesados en este.

Las dos suben a la plataforma. Se saludan. Se quedan mirando fijamente. Fen Huan con sus ojos rosa intenso. Su pelo rosa atado en una cola.

Su rival es bastante alta. Le saca más de una cabeza a Huan'er. Su pelo corto rojo fuego. Sus ojos también tienen un brillo rojizo. Es posible que tenga cierta afinidad al fuego. Pero a este nivel aún es pronto para explotarlo. Aunque probablemente le sirve para ser apreciada y obtener soporte extra. Tiene un futuro prometedor.

–Empezad– anuncia la árbitra.

No se observan. Las dos saltan hacia delante. Sus armas colisionan con fuerza. Los destellos de qi son impresionantes. Aunque hay que concentrarse para verlo. Son invisibles al ojo humano. Ambas son empujadas un par de pasos hacia atrás. Y vuelven a abalanzarse hacia la otra.

Fen Huan usa ese momento para lanzar una extraña técnica. ¿Qué pretende? Nunca se lo había visto. Tampoco es que use mucho qi.

Oh. El qi que se había concentrado tras la primera colisión es de alguna forma desestabilizado. Moviéndose caóticamente. No parece peligroso. Y no veo que le dé ventaja. Es lo mismo para los dos.

Ah. Ya veo. Es una especie de distracción. Ella ha tenido un instante más para cambiar la trayectoria. Sabía lo que iba a pasar. Y ataca por el flanco.

Su rival se gira levemente para enfrentarse a ella. No puede evitar meterse en ese qi caótico. Mm. Aunque ambas rebotan hacia atrás, esta vez Fen Huan tiene un poco de ventaja. ¿Es por ese qi? Diría que de alguna forma ha perjudicado a la de la espada. Quizás ha afectado al qi. Parece sorprendida por el resultado del intercambio. Aunque reacciona rápido para detenerse y volver a atacar.

Mi masoquista ha tenido la ventaja en el anterior intercambio. Así que puede pararse unos momentos antes. Y ha alcanzado mayor velocidad cuando se encuentran. Así como más tiempo para añadir qi a su arma. Eso hace que cobre un poco más de ventaja en el intercambio. Empujándola un poco más para atrás. Pudiendo reaccionar aún antes que en el anterior.

Esta vez, su rival decide retroceder en lugar de avanzar. Está en desventaja, así que ha cambiado de táctica. Puedo notar que está acumulando qi. Fen Huan también.

Cuando de nuevo van a colisionar, Fen Huan cambia de dirección de repente. Eso hace que su rival deba detener la técnica que estaba lanzando. Y volverse. Ha querido retroceder para ganar tiempo y prepararse, pero ha perdido la iniciativa. Dado que estaba estática, no podía hacer lo que ha hecho Fen Huan. Ni tiene tiempo para acelerar y huir.

Nuestra combatiente de pelo rosa vuelve a cambiar de dirección. Sin perder mucha velocidad. De nuevo encara a su contrincante. Aún con su técnica preparada.

La técnica de su rival ha sido suprimida a la fuerza para poder lanzarla un poco más tarde. Quizás ha logrado no perder qi. Pero está claro que no ha añadido más. Está en aún mayor desventaja. Parece un tanto nerviosa.

Un detalle tras el primer intercambio ha llevado a la iniciativa de Fen Huan. A aumentarla en cada intercambio. No intenta aprovecharla para herirla, sino para seguir aumentándola. Para oprimir a su contrincante continuamente.

A duras penas, la luchadora pelirroja logra mantener la compostura. Conserva su arma y el daño no ha sido mucho. Pero ha sido empujada varios metros hacia atrás. Está cerca del borde. Además, la pelirrosa no se ha detenido ni un instante. Va hacia ella.

Alza su espada e imbuye qi en ella. Parece formar como unas alas sobre el arma. Mientras quien la empuña aprieta los dientes. Necesita mantenerse firme. O esquivar hacia uno de los lados. Su posición cerca del borde es un tanto precaria.

De repente, el arma de Fen Huan sale volando hacia su rival. Al mismo tiempo que el qi se condensa en sus manos.

Sobresaltada, la espadachina se mueve rápidamente hacia un lado. Logra esquivar, pero tiene que detenerse de golpe cuando un potente filo de qi sale a su paso. Otro se dirige hacia ella directamente. Se ve forzada a enfrentarse a él con su espada cubierta de qi.

Mmm. No era un ataque muy poderoso. Lo resuelve con facilidad. Pero cae hacia delante. Fen Huan se ha lanzado contra ella paralela al suelo. Golpeándola con los pies en los tobillos. Ese movimiento me lo ha enseñado más de una vez.

Dolorida, la pelirroja se levanta todo lo rápidamente que puede. No ha soltado la espada. No obstante, Fen Huan se ha levantado antes. Y ha recogido con su mano alzada su arma que volvía.

La ataca sin dar tiempo a ninguna de las dos a recobrar el aliento. No hay pausa. No hay tregua. Tiene ventaja, y va a hacer lo que pueda para conservarla.

La espada choca con el arma de Fen Huan. Sorprendentemente, la espada parece tener ventaja. ¡Oh! Sin que nos diéramos cuenta, nuestra pelirrosa ha dividido su arma en dos. La espada ha impactado con la primera mitad. Mientras se ha posicionado para lanzar su segundo ataque con la otra mitad un instante después de la primera colisión. Antes de ser forzada a retroceder.

Su rival no lo esperaba. Fen Huan ha separado las armas en la espalda. Fuera de su vista. Además de hacerlo mientras combatían frenéticamente. No dándole tiempo a pensar. Incluso en el público nos ha costado darnos cuenta. Al menos a mí.

El retroceso del impacto con la espada empuja a Fen Huan hacia un lado. Se ha posicionado para que así fuera. Su rival tendría esta vez ventaja, pero la segunda mitad del arma ha alcanzado su costado. Está dolorida. Y su escudo ha fluctuado peligrosamente. Casi ha sido definitivo.

Mientras está siendo empujada hacia atrás, Fen Huan vuelve a unir las armas. Y las lanza girando hacia su contrincante. Creo que ha reunido parte del qi circundante.

La espadachina es incapaz de reaccionar. No lo esperaba. Además de que estaba dolorida. Quizás aturdida. Su escudo se vuelve totalmente rojo.

–Ganadora, Fen Huan– anuncia la árbitra.

Ha sido un combate rápido pero intenso. Mucho más difícil de lo que parece. Sin esa ventaja inicial, no sé qué habría pasado. Quizás, el mayor mérito no es esa ventaja, sino aprovecharla como lo ha hecho ella. Me levanto para aplaudir. No soy el único. Aunque hay un par que prefieren usar sus propios métodos.

––¡Fen, Fen, Fen Huan! ¡Fen Huan es la mejor!–– exclaman mis dos pervertidas al unísono.

Ya Xiulan las mira. Me mira. Me encojo de hombros. Una risita se le escapa. Es un encanto.

Pen se limita a aplaudir. Con una sonrisa preciosa. Está orgullosa de su esclava.

Tai Feng mira hacia otro lado. Como si no las conociera. Él que puede. A mí me están cogiendo cada una de una mano. Obligándome a alzarlas. Yawen se ríe. Suspiro. Me besan cada una en una mejilla. Quizás no está tan mal.

—————

Sus dos siguientes combates deberían ser relativamente fáciles. El próximo es particularmente interesante. Contra Lin Man. El amigo del fallecido Zhi Ru. El que quiso forzarme a entregarle el disco de formaciones que tenía este. Cuando ni siquiera tenía la seguridad de que yo lo hubiera obtenido. Bueno, lo tengo. Pero él no lo sabe.

Mis pervertidas y Pen lo miran subir con una sonrisa burlona. Saben qué va a pasar. Él no tiene ni idea. Yan Xiulan mira con expectación. Tai Feng y Yawen no saben exactamente qué paso, pero sí que pasó algo. Parecen interesados en lo que vaya a venir. Fen Huan está seria como siempre. Nada parece indicar algo diferente.

–Empezad– anuncia la árbitra tras el saludo protocolario.

Fen Huan se queda quieta. Esperando. Él no sabe muy bien qué hacer. Sabe que es inferior. Aunque no se ha rendido. No sabe hasta qué punto es un grave error.

Ella se acerca caminando. A cada paso, el qi aumenta en ella. Es una técnica que ha usado alguna vez conmigo. Aunque rara vez en un combate serio. No es muy efectiva. Pero le proporciona un aura un tanto imponente.

Él da un paso atrás. Mientras reúne qi para su propia técnica. Ella imbuye todo el qi en su arma y ataca de repente. Él la bloquea. Y se encuentra con que su enemiga apenas opone resistencia. Ha soltado el arma. Y le ha dado un puñetazo en la cara.

Es una acción un tanto arriesgada. Pero Lin Man estaba claramente intimidado. Ha quedado un tanto en ridículo. Claro que ese es el menor de sus males.

Aunque el escudo impide que el dolor sea igual al de un puñetazo normal, tampoco es leve. Aunque no suelta el arma, parece demasiado aturdido para reaccionar. En ese momento, una rodilla impacta en su entrepierna. Ugh. Duele de solo imaginarlo.

Tai Feng y yo nos miramos. Tragamos saliva. Hemos pensado lo mismo. Hay unas cuantas alrededor a las que le parece divertido.

Lin Man se dobla. Un golpe con los dos puños unidos impacta en su rostro. Sale disparado hacia atrás. Y su espada cae al suelo.

Fen Huan no recoge su arma, sino que salta hacia él. Antes de que caiga de espaldas, lo golpea en el estómago. Otra vez con los dos puños. De arriba a abajo. Él impacta violentamente contra el suelo.

Los golpes dañan el escudo de qi. Pero no tanto como un arma. Así que Fen Huan puede seguir golpeándolo sin parar. Varias patadas en la cara. Una más en la entrepierna. Algún que otro pisotón.

Con facilidad, podría haberlo echado fuera. Pero no lo ha hecho. Creo que es evidente para todos que tiene algún tipo de resentimiento contra él. Claro que no va contra las reglas. Y podría rendirse. Si tuviera un instante para pensar. Y muchos golpes no fueran en la boca.

–Ganadora, Fen Huan– anuncia la árbitra cuando el escudo se vuelve rojo, mientras mira a Fen Huan con curiosidad. No parece importarle que haya apaleado a su rival.

Ella se va de la tarima sin saludarlo. A él tienen que llevarlo. Sin el escudo, seguramente tendría algunos dientes menos. Además de huesos rotos. Y un problema con su vida sexual. El escudo ha impedido que fuera grave. O el dolor desproporcionado. Lástima. Pero no por ello ha dejado de sufrir. No sé si podrá llegar para el último combate. No es que me importe demasiado.

Algo le ha dicho Fen Huan cuando lo han sacado. Lo estaba esperando. Él parecía asustado. Que le sirva de lección. Y a mí el sentarme entre las dos animadoras. Es realmente vergonzoso. Claro que no me han dado opción. Por no hablar de que Pen, Yan Xiulan, Tai Feng y Yawen me han traicionado, dejándolas sentarse junto a mí. Sacrificándome por su propio bien. Mi intento de sacrificar a Yan Xiulan ha sido un fracaso total.

Aunque, que me estrujen con sus cuerpos cuando me abrazan no está mal. Bueno, supongo que es compensación suficiente sentir sus blanditos pechos contra mí.

Las cojo de la cintura. Las beso una tras otra. Ellas me sonríen. Al menos se han callado por un instante. Solo por uno. Sus sonrisas son preciosas.

—————

Di Tao ha acabado ganando el último. Ha perdido tres y ganado siete. No está mal. Tendré que felicitarla.

El último combate no tiene mucho interés. Después de ver lo que le ha pasado a Lin Man, su adversario está aterrado. Se rinde nada más empezar. Ella se encoge de hombros. Se me escapa una sonrisa. Mientras que ciertas dos son igual de ruidosas.

Tras el combate, nos vamos. Las gemelas se quedan un rato más. Luego iré a buscarlas.

Tai Feng y Yawen se despiden tras hablar con Fen Huan y felicitarla. Yo me acabo escapando, entre risas de mis pervertidas. Estaban amenazando con seguir animando a Fen Huan aquí fuera. Se ríen.

Cuando entro en la cabaña de Di Tao, se está quitando la ropa. Supongo que pretender lavarse con qi. Pero tendrá que ser más tarde.

–¡Kong…! ¿Qué haces aquí…?– se gira, sorprendida.

–He venido a felicitarte– abrazo su cuerpo semi desnudo.

–Es… Espera… Estoy sudada…– se resiste levemente.

–Más lo estarás dentro de poco. Además de tener tu culo lleno– la amenazo.

A la vez, mis dedos llegan a su culo. Estimulo su agujero detrás de la ropa que aún le queda.

–¡Aaahh! Espera… ¡Aaaahh!– apenas se resiste.

–¿No quieres? Si prefieres que me vaya…– la amenazo.

–¡NO! Esto… Haz lo que quieras…– se rinde, expectante.

Le doy la vuelta para que me mire. La cojo de la cintura. La empujo contra la pared. La alzo. Sus piernas dobladas hacia delante y hacia arriba. Ella mirándome excitada. Sus bragas ya han sido eliminadas.

Mi miembro erecto no tarda en penetrar su culo. Después de limpiarlo con una muy conveniente técnica. Y de lubricarlo. ¿Cómo la encontraron?

–¡AAAAAAaaaahh! ¡Más! ¡¡AAAAAaaaahhhh!!– gime, totalmente dominada por la lujuria.

Yo sigo penetrándola una y otra vez. Mientras ella gime. Apretada contra la pared. Primero excitada. Agotada después de no sé cuantos orgasmos. Balbuceando palabras incomprensibles. Con la lengua medio fuera. Y habiendo sido llenada dos veces. Ha sido realmente intenso. Sin duda, no ha sido la única que lo ha disfrutado.

La dejo sobre la cama. De lado. Jadeando.

–Gra… cias– apenas logra decir, mientras acaricio su pelo morado.

Se acaba durmiendo poco después en mis brazos. Aún llena de mí. Sudada. Tendrá que lavarse mañana.