Salgo del camión, soy recibido con una hermosa vista. Todo es tan verde, la brisa es muy refrescante y el aire es muy puro. Este lugar es genial.
"Ahhh, que relajante es esto"
"Eh, León"
Giro mi vista en dirección de la voz y veo a una mujer en sus 30. Me llama con un tono de familiaridad, no recuerdo haberla conocido, pero tampoco siento que sea una completa extraña¿Quien sera?
"León, ya hemos llegado, cielo. Debe de ser agotador viajar en el camión de la mudanza con todos los muebles...Bueno, esto es Villa Raíz ¡Aquí es donde vamos a vivir! Es un lugar muy pintoresco. Creo que viviremos muy a gusto aquí, ¿eh?. Ven, entra y ve tu cuarto"
La mujer termina de hablar y se dirige hacia la casa, se detiene en la puerta al notar que no la sigo y se gira a verme.
"¿No bajaremos las cosas del camión?"
"No te preocupes por ello, los trabajadores de la mudanza se harán cargo. Vamos, debes de estar cansado, entra y descansa"
Me siento extraño, no conozco a esta mujer, pero a la vez siento que sí. Apartando todos esos pensamientos de mi cabeza decido seguirla, si quiero respuestas estoy seguro que las encontraré al seguirla. Se que suena descabellado seguir a una persona que no conoces a un lugar con el que no estás familiarizado, pero la señora no parece querer dañarme de ninguna forma. Además, siento mucha confianza hacia esa persona.
Entramos a la casa, no es ostentosa ni nada, pero siento cierta comodidad aquí. Estaba viendo los alrededores pero me congelé en ese instante. Vi algunas personas bajando y acomodando las cosas en la casa, supongo que son los de la mudanza. Lo que causó mi sorpresa fueron las criaturas antropomórficas.
Habían unos 6, llevaban las cajas y ayudaban a las personas con los objetos pesados, podría decir que eran esas criaturas las que hacían todo el trabajo en realidad. Les di otro vistazo, me resultaron extrañamente familiares. Tenían la piel azulada, mayas negras con un cinturón y marcas rojas en sus brazos. Eran muy extraños, pero sentía que los conocía. Mientras estaba sumido en esos pensamientos mi madre habló.
"¿Qué te parece nuestra nueva casa?"
Salí de mi aturdimiento, pero mi mirada seguía en esas criaturas. La mujer que decía ser mi madre noto mi conducta y hablo.
"Los pokémon del servicio de mudanza hacen todo el trabajo duro y además recogen lo que se ensucia. Es perfecto, ¿No te parece?"
"Si, me parecen geniales"
Respondí de manera inconsciente. Mi cerebro estaba tratando de procesar toda la información que llegó desde antes de despertar en el camión hasta ahora. La voz dijo que este era el mundo pokemon, y mi '́madre' se refirió a estas criaturas como pokemon. ¿Eso significa que este mundo está lleno de criaturas antropomórficas?
Mientras analizaba estos últimos datos. Una de esas criaturas se acercó a nosotros.
"Choke, Machoke"
"Vaya, parece que ya terminaron de trabajar, muchas gracias por todo Machoke"
"Maa,Choke, Ma"
Al parecer esta criatura se llamaba Machoke. Ellos habían terminado de acomodar todo, me sorprendió su eficacia, pero más importante, conseguí un dato interesante. Parece que los así llamados pokemon entienden lo que decimos a pesar de que no pueden hablar el idioma que hablan las personas.
Los trabajadores y pokémon salen de la casa mientras mamá se dirige dentro de la casa, al parecer, a la cocina .
"León, hijo, ¿Qué tal si vas a la primera planta a echar un vistazo a tu cuarto? Tu padre dijo que te dejo un regalo por todo esto de la mudanza. Si quieres también puedes ir y ducharte. Ve, te llamaré cuando la cena esté lista"
"Claro mamá, gracias"
Solté esas palabras con una sonrisa y subí las escaleras. Obtuve otro dato, la mujer es mi madre, pero ella no parece igual a la mujer que vi en ese recuerdo. Tal vez ¿todo eso fue un mal sueño?Mientras me hacía esa pregunta, me dirigí a una puerta con un cartel colgado que decía 'León'.
Al entrar, lo primero que vi fue un gran peluche de una criatura extraña, era verde y parecía un gato-oso gigante. En la habitación, aparte del peluche, había una cama, una tele con unas consolas conectadas, y un escritorio con varios libros, artículos de oficina y una computadora. Cerca de la cama noté un paquete con una nota que decía "De papá". Al desenvolver el paquete vi que se trataba de una muda de ropa.Decidí darme un baño para que mi cuerpo se refrescara, además, no quería ponerme ropa nueva si tenía un cuerpo sucio y sudoroso.
Antes de salir del cuarto, note un espejo de cuerpo completo, vi mi reflejo, me vi fijamente. En el espejo se veía un chico de aproximadamente unos 15 años. Tenía ojos café oscuro, una piel trigueña y pelo castaño oscuro. Media unos 175 cm de alto, y lucía una buena constitución física. Soy un chico, pero hasta a mi me parecía algo atractivo. ¿Eh? Espera, ¿ese soy yo?
Era yo pero, al mismo tiempo, no lo era. Era una sensación extraña.
Sabía que la persona que se reflejaba en el espejo era yo, pero aun así, me costaba reconocerme.
Decidí dirigirme al baño. Tenía muchas preguntas en mi cabeza, y aún no había encontrado ninguna pista de lo que podría estar pasando. Pero, sabía que desesperarme no me traería ningún resultado, así que opté por tomar un baño y relajar mi mente. Ya buscaré respuestas al salir.