—Eh... estaba esperando a Gabriel y me aburrí después de esperar tanto tiempo... —La señora respondió nerviosamente. Aila notó cómo ella no encontraba sus ojos, pero lo que la dejó quieta fue cuando le mostró su cuello.
—¿Por qué le mostraba su cuello? A menos que fuera-
—Nunca pensé que llegaría a conocer a la futura Reina Alfa. Pero no solo te he visto una vez, sino dos. Me siento honrada de conocerte ahora, incluso si las circunstancias parecen un poco extrañas, —dijo la mujer que mantenía su cuello descubierto frente a ella, mostrándole respeto—. ¿Quién era ella?
—Por favor levanta la cabeza. Yo no muerdo... —Aila respondió—, lamento si parezco grosera, pero ¿cuándo nos vimos la última vez?
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