—Eso parece interesante. Hazme un par a mí también —dijo Roan.
—Claro, te haré unos extra pesados para ti, Papá —Rain sonrió con picardía.
—Tu sentido del humor a veces me asusta —dijo Roan.
Leiah tenía ganas de suspirar ya que parecía estar rodeada de cabezas de músculo. De todos modos, Rain parecía estar bien, y ella estaba contenta con eso. La semana pasada, recibió noticias de que Rain había luchado contra algunos monstruos que comenzaron a invadir el territorio, y aunque escuchó que él estaba bien, no lo creyó completamente. En una situación así, la gente tiende a ignorar o a disminuir el valor de la vida por el bien del panorama general.
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