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Capítulo 13

Bai Yingzu no se mostró sorprendido, miró al recién llegado con una actitud tranquila. Pero internamente se estaba preparando para usar su habilidad en un posible enfrentamiento. Con este recién llegado quien parecía ser fuerte, Bai Yingzu pensó que sería el momento de hacer uso de las artes marciales que había aprendido tanto en su mundo original como en el mundo de cultivo.

"Mirando como te pones en guardia contra mí, estoy seguro que sabes lo que has hecho". Habló Bai Ziouk mientras se acercaba con pocos pasos.

Bai Yingzu sonrió burlonamente. "Claro que lo sé. Simplemente me defendí ante las injusticias. Cultivadores arrogantes trataron de intimidarme solo porque soy un mortal común. Lamentablemente para ellos pude hacerles frente sin ningún problema. ¿Y tú?, ¿Acaso no sientes vergüenza al querer intimidar a los más débiles?.

Ya había escuchado esto antes, pero sigue siendo algo sorprendente que todos aquellos con fuerza traten de doblar las leyes a su propia conveniencia. Mírate, vienes enfurecido a tratar conmigo sabiendo que las cosas habían resultado de esta manera por las equivocaciones de la otra parte a la que defiendes. No puedo hacer otra cosa más que sentir asco de tan hipócritas acciones, gente como tú es la que contamina la existencia de este mundo.

Tratar conmigo no será tan fácil. Si tengo que romperme algunos huesos, al menos en esta ocasión no me importaría hacerlo".

Bai Yingzu tomó una posición de combate para la acción rápida, esta fue aprendida durante sus años obligatorios de servicio militar en la que se desempeñó casi profesionalmente. Su postura le daría la ventaja ante movimientos rápidos para llegar a una acción defensiva en cualquier momento para posteriormente cambiar a un ataque rápido aprovechando su visión cinética.

Bai Ziouk se vio sorprendido ante la clara resolución y palabras de Bai Yingzu, sintió que aquella extraña postura a pesar de nunca haberla visto era algo para tomar en cuenta. Se quedó pensativo por las palabras expresadas, no se atrevió a hacer un movimiento descuidado.

Desde que había llegado al nuevo mundo, Bai Yingzu poseía la capacidad para mirar el flujo de energía, ya sea el que se podía encontrar en el ambiente o sobre las personas. Gracias a esto podía identificar si estaba frente a un mortal común como él o frente a un cultivador. Cuando se enfrentó a Bai Hui había visto que solo poseía energía de la respiración, energía que solo tenían los cultivadores del primer camino, el llamado reino mortal. Con alguien así Bai Yingzu ganó fácilmente.

Poco después se encontró con Bai Feng quien tenía a su alrededor la energía de sangre, demostrando así que pertenecía al segundo camino de cultivo, el reino combatiente. Si bien podía identificarlos, eso no quería decir que supiera cuál era la fuerza exacta de cada oponente. Bai Yingzu simplemente confió en la suerte en aquellos momentos.

También creía que podría lidiar con Bai Ziouk quien parecía ser un cultivador del tercer camino, reino de la energía. Ya se había cansado de los hechos que lo estaban siguiendo tras encontrarse con Bai Hui, uno tras otro fue dándose cuenta de que las cosas podrían haber sido peor de no haberse preparado mínimamente para oponerse a cualquier dificultad gracias al uso de su habilidad metafísica.

Bai Ziouk desapareció en un parpadeo, su velocidad había sido imperceptible ante el ojo de un mortal común. Cuando apareció ya estaba a la espalda de Bai Yingzu, lanzó un golpe con aparentemente el mínimo de fuerza. Para la sorpresa de Bai Ziouk pudo sentir una fuerza de repulsión lo suficientemente fuerte que lo empujó en el momento en el que estuvo a unos pocos centímetros de entrar en contacto con Bai Yingzu.

Bai Yingzu guardó la calma y se mostró tan tranquilo en todo momento. Tras repeler a Bai Ziouk con su habilidad metafísica, volvió a activarla para incrementar nuevamente la gravedad a todo lo que estuviera a su alrededor en una limitada zona de influencia. Esto lo había hecho así porque al incrementar la zona de influencia así como afectar a cuerpos individuales en distancias relativamente lejanas le provocaba una fatiga mayor.

Su cuerpo ya se había acostumbrado al uso prolongado de su habilidad metafísica. Pero eso no significaba que era libre de usar su habilidad sin consecuencias. Al igual que realizar cualquier otra actividad que requería del uso prolongado del pensamiento también se generaba cierto cansancio o desgaste mental.

La sensación que había sentido Bai Ziouk al tratar de golpear a Bai Yingzu fue similar a como si alguien quisiera unir dos extremos de un imán con la misma polaridad, había sido repelido inmediatamente tras entrar a la zona de influencia.

Antes de que Bai Ziouk tomara una distancia segura, Bai Yingzu se movió rápidamente para acercarlo a su zona de influencia. El rostro de Bai Ziouk cambió su expresión a la incredulidad, tan pronto como Bai Yingzu se había acercado sintió que su cuerpo se volvía tan pesado como si le hubiese caído varios cientos de kilogramos encima.

Bai Ziouk cambió su postura para mantenerse de pie, su velocidad había disminuido considerablemente. Era demasiado tarde para alejarse de la zona de influencia porque en el momento en el que había sido afectado por el aumento de gravedad Bai Yingzu comenzó a atacarlo. Bai Ziouk bloqueó con éxito los ataques entrantes, pero le fue algo difícil ya que tenía que concentrarse en su postura para evitar caer al suelo.

Mientras más tiempo pasaba Bai Yingzu aumentaba la fuerza de sus golpes. Bai Ziouk solo se concentraba en bloquear y mantenerse de pie, el peso siguió aumentando más y más hasta que sus movimientos fueron paralizados.

Bai Yingzu sabía que ya lo había arrinconado lo suficiente, pero debido a la poca fuerza física que contenían sus golpes, sumando también la resistencia que le brindaba el cultivo de la otra parte, no podía terminar el enfrentamiento hasta cansar a Bai Ziouk.

Para Bai Yingzu estaba más que claro la brecha de fuerza entre los tipos de cultivadores, mientras que podía acabar tan fácilmente con cultivadores del reino mortal y algunos del reino combatiente con el uso de sus tácticas, eso se volvía más complicado en caso de usar sus estrategias en contra de un verdadero cultivador capaz de manipular la verdadera energía espiritual.

La energía espiritual no solo ayudaba a incrementar la fuerza sino también incrementar la resistencia física y así prolongar el tiempo en la que una persona podría realizar una actividad. Pensando en esto se llenó de cierta emoción al imaginar que podía seguir investigando y así escribir en su libro día y noche sin parar.

Tras varios minutos Bai Ziouk se limitó a cuidarse de no ser aplastado hasta la muerte, ya no podía permitirse bloquear ni un solo golpe de Bai Yingzu porque incluso mover un solo dedo requería de la total concentración de su energía espiritual.

Hasta este punto teniendo en cuenta que debía concentrarse para mantener su equilibrio y no caer al suelo para ser aplastado, Bai Ziouk no podía preocuparse menos por bloquear los débiles ataques provenientes de Bai Yingzu.

Bai Yingzu cesó con sus ataques consecutivos, deteniéndose solo para mirar con una sonrisa burlona la expresión en la cara de Bai Ziouk. "Tú te has buscado esto. Deberías ser agradecido porque no soy igual que ustedes, al menos yo no me aprovecharía de los débiles".

Bai Ziouk no podía dejar de sorprenderse por el fenómeno inexplicable por el que estaba pasando. Las venas en su frente se remarcaron haciéndose visible el esfuerzo físico que estaba haciendo. El peso sobre él no hacía más que incrementar volviéndose casi imposible el respirar con normalidad. Sus ojos se inyectaron en sangre y su cara se puso algo roja.

Viendo que Bai Ziouk parecía estar llegando al limite, Bai Yingzu pensó que ya era suficiente. Mirando el asiento de piedra cercano le llegó una buena idea, se acercó al asiento de piedra e hizo que su peso disminuyera al punto en que sería fácil levantarla.

Tras levantar la piedra sólida como si fuese una tabla de madera, Bai Yingzu dijo. "Yo jamás me aprovecharía de los débiles. Pero ya que tú no eres alguien débil no necesitas mi consideración, y por tanto tampoco necesito contenerme".

Bai Yingzu lanzó con todas sus fuerzas el asiento de piedra sólida hacia el cuerpo inmóvil de Bai Ziouk. En cuanto dejó sus manos la piedra incrementó su peso por cientos de veces, pero incluso con eso la velocidad no disminuyó y cayó de lleno sobre Bai Ziouk. Al mismo tiempo Bai Yingzu había regresado toda la gravedad a su estado normal regresándole la movilidad a Bai Ziouk.

Bai Ziouk no podía moverse tan rápido debido a la fatiga, cuando el peso sobre él desapareció sus reflejos fueron más lentos de lo que eran originalmente, por esa razón no pudo reaccionar de forma rápida e instintivamente solo pudo cubrir su cabeza con sus manos y envolverse con la energía espiritual para esperar no ser dañado de forma grave.

*¡Crujir!. El asiento de piedra se rompió en varios pedazos.

El cuerpo de Bai Ziouk fue desplazado unos pocos metros y cayó al suelo inconsciente con una pequeña línea de sangre en su boca. Bai Yingzu pensó que tal vez se había pasado un poco, pero pronto su preocupación fue disipada al ver que Bai Ziouk aún respiraba con normalidad. Tal vez con un poco de agitación, pero para Bai Yingzu eso se encontraba en el rango de lo que se podía considerar aceptable, al menos estaba seguro de que la vida de aquel sujeto no correría peligro.

Sin prestarle más atención, Bai Yingzu regresó al clan Bai. Su entrenamiento con el tercer anciano ya estaba cerca y quería evitar que Xia Yanyu lo buscara como siempre.

"Joven maestro". Xia Yanyu habló mientras lo recibía con una inclinación respetuosa. "Espero que haya disfrutado de su paseo matutino". Al igual que todos los días, Xia Yanyu lo recibió con las mismas palabras y una sonrisa.

Se detuvo y miró a Xia Yanyu. Por primera vez en todo el tiempo en que había despertado habló con ella. "Mañana tendré la visita de dos personas. Uno es un tipo gordo y el otro es alguien delgado, no sé sus nombres, solo sé que deberán llegar a primera hora de la mañana. En cuanto lleguen me darás aviso".

Cuando Bai Yingzu terminó de instruir a la chica, se dio cuenta de que esta comenzó a llorar. Las cejas de Bai Yingzu se arquearon en confusión. No tenía idea de por qué aquella chica que normalmente lo molestaba estaba llorando. "¿Qué te sucede?¿Acaso estás insatisfecha por tu trabajo?". Preguntó con su habitual tono indiferente pensando que tal vez debía buscar a alguien más competente para que sirviera como un tipo de asistente.

Xia Yanyu negó con la cabeza. "Esta es la primera vez que el joven maestro me habla. Estoy tan feliz. Pensé que me odiaba". Dijo mientras secaba sus lágrimas con el extremo de sus mangas .

"Chica molesta. Si sigues siendo tan insistente podría llegar a hacerlo, solo sigue mis órdenes al pie de la letra y no habrá problemas". Bai Yingzu le dio un pequeño golpe en su cabeza.

Antes de que su tiempo de entrenamiento comenzara, todavía tenía unos pocos minutos libres para él. Durante su enfrentamiento con Bai Ziouk había obtenido algún tipo de inspiración que pensó tal vez le ayudaría a resolver el problema en sus diferentes técnicas de cultivo.

Sintiéndose aún más inspirado escribió sus ideas en el libro, y así la tinta bailó incesantemente sobre las diferentes hojas, una tras otra se iba grabando nueva información.

Bai Yingzu detuvo sus movimientos de forma abrupta, lo que provocó que la pluma cayera de su mano. Bai Yingzu no hizo nada más mientras sus ojos seguían fijos en la hoja, solo miró con ojos incrédulos y algo perdidos todo lo que había sido plasmado.

Bai Yingzu sintió que era transportado a un extraño lugar. Dentro solo había un gran espacio casi vacío, lo único visible era una vieja puerta de metal y una cortina gastada demasiado empolvada que posiblemente cubría una ventana.

La puerta parecía ser antigua con una vista no tan llamativa en la que escaseaba algún tipo de adorno, dejando ver simplemente abolladuras y agujeros provenientes del desgaste provocado por el tiempo y óxido. De la vieja cortina no podía decirse mucho, simplemente era un trozo de tela rota.

Bai Yingzu se acercó a la vieja cortina y con un tirón reveló lo que había detrás. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y una extraña emoción brotar en lo más profundo de su corazón. Por un segundo todo pareció detenerse careciendo de total significado, dejando una sensación similar al ver una ilusión que desaparecía tras recuperar la cordura.

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