Matando a Mo Cheng

El cuerpo de Ge Ye era como una hoja cayendo en la brisa otoñal mientras salía disparado rápidamente hacia atrás de forma salvaje. Las sillas y mesas en el trayecto fueron despedazadas por la fuerza oculta contenida en Ge Ye cuando entraron en contacto con él.

Las piernas de Ge Ye fueron arrastradas por el suelo mientras él era empujado por medio salón antes de que su cuerpo se detuviera lentamente. Su rostro un tanto pálido estaba cubierto de incredulidad y sorpresa.

—Tú… —limpiando el rastro de sangre de la esquina de su boca, Ge Ye tomó unos cuantos respiros pesados y ahogados. Su corazón era como un mar tormentoso—: Ese rostro… ¿por qué parece un poco familiar?

En su mente, el adorable rostro del joven maestro del Clan Xiao de hace tres años, que era inflexible y terco, surgió lentamente desde las profundidades de sus recuerdos. Cuando lo superpuso con el rostro que él acababa de ver fugazmente, hubo un parecido ligeramente grande.