Xiao Yan sonrió luego de observar a Mo Tian Xing retirarse lentamente. Sin embargo, la Llama de Loto de Buda Enfadado en su mano no mostró el más mínimo signo de dispersarse. En lugar de eso, bajo la estimulación del Dou Qi en su cuerpo, se tornó verde más oscuro. Además, Xiao Yi Xian también había aprovechado la oportunidad para aparecer junto a Xiao Yan, protegiéndolo. Su clara mirada fría estaba fijada en el Mo Tian Xing retirándose. Las palabras de esos viejos zorros no poseían nada de confianza.
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