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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

IgnathiusNZX · Livres et littérature
Pas assez d’évaluations
46 Chs

Arya - VI

Estaban reunidos en la tienda de Lord Reed, se habían dispuesto pieles en el suelo, y todos se encontraban sentados sobre ellas.

Ella estaba sentada en la misma piel que Aemon, tenia a apoyada la cabeza en el hombro de su primo, mientras escuchaban atentamente la historia completa de la batalla en la Torre de la Alegría. Era bastante diferente a como la habían escuchado antes.

—Nuestro grupo era de siete, Lord Eddard Stark, Willam Dustin, Ethan Glover, Martyn Cassel, Theo Wull, Mark Ryswell, y yo. Marchamos desde Bastión de Tormentas mientras el resto del ejercito del Norte regresaba a casa. No recuerdo exactamente cuanto tiempo nos tomo llegar a la Torre. —comenzó relatando Lord Howland — pero cuando llegamos allí, nos encontramos con tres miembros de la Guardia Real, Ser Arthur Dayne, Ser Oswell Whent y el Lord Comandante de la Guardia Real Gerold Hightower. — miro hacia Ser Arthur que sonreía y se rascaba la cabeza mientras oía — fue una batalla nefasta para nuestro grupo…

—Ellos habían estado esperando frente a la torre redonda, con las montañas rojas de Dorne a sus espaldas. Ser Arthur tenia una sonrisa en la cara. Ser Oswell Whent tenía una rodilla en el suelo y afilaba su espada con una piedra de amoldar. Y el Lord Comandante Hightower estaba de pie, estoico y serio. Tan pronto como Ned se acerco a ellos, les hablo.

"Los busque en el tridente" les dijo.

"No estábamos allí" le respondió Ser Gerold.

"De haber estado el Usurpador lloraría lágrimas de sangre" dijo Ser Oswell.

"Cuando cayó Desembarco del Rey, Ser Jaime mató a vuestro rey con una espada dorada. ¿Dónde estabais entonces?" les replico Ned.

"Muy lejos. De lo contrario Aerys seguiría ocupando el Trono de Hierro, y nuestro falso hermano ardería en los siete infiernos." Contesto el Lord Comandante.

­—¡Hey! ¡tuve mis motivos! ­—replico Ser Jaime como si le hablara a Ser Gerold.

—¡Están contando una historia, Matarreyes! — le grito ella, Ser Jaime era divertido de escuchar, pero siempre decía demás cuando no era necesario —¡Guarda silencio y escucha, o te daré de comer a Nymeria!

—¡ejem! ¿Puedo continuar? — pregunto Lord Reed.

—Puede, Lord Howland, me ocupare de que mi lord Comandante y mi prometida guarden silencio. —respondió Aemon.

—Bueno… —dijo antes de reanudar el relato.

"Bajé a Bastión de Tormentas para levantar el asedio, Lord Tyrell y Lord Redwyne rindieron sus pendones, y todos sus caballeros se arrodillaron para jurarnos lealtad. Estaba seguro de que os encontraría entre ellos." les dijo Ned.

"No nos arrodillamos tan fácilmente" respondió Arthur.

"Ser Willem Darry ha huido a Rocadragon con vuestra reina y con el príncipe Viserys. Pensé que habríais embarcado con ellos." continuo Ned

"Ser Willem es un hombre bueno y honesto "dijo Ser Oswell en respuesta.

"Pero no pertenece a la Guardia Real. La Guardia Real no huye." señaló Ser Gerold.

"Ni entonces ni ahora" dijo Ser Arthur poniéndose el yelmo.

"Hicimos un juramento" explicó el anciano Ser Gerold.

—Todos nos alineamos con las armas preparadas, serian siete contra tres, Qué podría salir mal, ¿no?

"Y esto va a empezar ahora mismo" dijo Ser Arthur Dayne. Desenvainando a Albor y la sujetándola con ambas manos. La hoja era blanca como el vidrio lechoso; la luz hacía que pareciera tener vida.

"No. Esto va a terminar ahora mismo." dijo Ned con voz entristecida.

—Y es hasta aquí, que la historia debería de ser exactamente la misma que han oído todos. Pero lo que sucedió a continuación es completamente diferente. —explico lord Howland, indicando que lo importante vendría ahora — Nos batimos contra ellos. Willam Dustin e Ethan Glover se enfrentaron directamente al Lord Comandante. Ambos cayeron rápidamente asesinados por la espada del Capa Blanca, quien solo perdió tres dedos de su mano derecha. Lo dormí con un dardo envenenado. —hizo una pausa — Martyn Cassel y Theo Wull se enfrentaron a Ser Oswell, Theo murió, y Martyn resulto herido, Ser Oswell cayo, pero no llegamos a matarlo, sus heridas le impedían empuñar una espada, al menos por mucho tiempo el no podría volver a blandir una. Mark Ryswell y Ned se enfrentaban a Ser Arthur, yo solo daba apoyo a la distancia, no era lugar para un lacustre pelear en una batalla de caballeros armados con armaduras y acero, Mark acabo siendo cortado del hombro a la ingle con un movimiento de Albor, Ned estaba cada vez mas acorralado, y entonces el herido Martyn Cassel se lanzo sobre Ser Arthur, lo contuvo usando el peso de su cuerpo, lo que permitió a Ned alejarse unos pasos, la espada entonces atravesó el corazón de Martyn, y yo use mi red para atrapar a Ser Arthur, luego le clave un dardo en el cuello con mi propia mano. Habíamos estado escuchado los gritos de agonía de Lyanna toda la pelea, no había tiempo para matar a hombres indefensos. Subimos a la torre y la encontramos en su lecho de parto cubierto de sangre, el olor a sangre y rosas era nauseabundo, y Lyanna tenia un bebe en sus brazos, el príncipe Aemon.

—Nos hizo prometer que lo protegeríamos de Robert, y que evitaríamos que le ocurriera cualquier daño. Ella resistió el tiempo suficiente para sellar varios documentos que servirían como prueba de la identidad de Aemon, beso a su hijo recién nacido por última vez, y pidió ser enterrada en Invernalia, quería descansar en su hogar. Luego de eso, expiro.

—Ned y yo no sabíamos que hacer con los guardias reales. Pero cuando les dijimos que seriamos nosotros quienes cuidarían del príncipe, decidieron ayudarnos, y sellaron también los documentos con los escudos de sus familias, en lacre blanco. Se decidió que Ser Gerold, quien había perdido varios dedos de su mano dominante, se uniría a la Guardia de la Noche, bajo el nombre falso de Qhorin. Ser Oswell viajo al valle de Arryn, lo último que supe es que se puso a las ordenes de Meñique con el nombre de Oswell Kettleblack y se había vuelto uno de sus fieles peones traicioneros. Por último… viajamos a Campoestrella, Ser Arthur trato de devolver a Albor, pues un hombre muerto no necesitaba una espada ancestral, pero lo rechazaron, mientras el viviera no habría otro hombre capaz de reclamar la espada. Estando allí, me entere de que Ashara había dado a luz a nuestra hija, Meera, Ashara y yo nos casamos, y se decidió que vendría conmigo al Norte, junto con Arthur para que pudiera ocultarse y aun estar cerca del hijo de su amigo Rhaegar.

Todos permanecieron en silencio asimilando lo que habían oído.

—Entonces… Ser Gerold y Ser Oswell también están vivos, pero ya han definido sus nuevas lealtades…—murmuro a su lado Aemon — ¡Momento! ¿¡Lady Meera es mayor que Robb y yo!?

Arya se sintió molesta porque su primo seguía sin ser capaz de contenerse de decir estupideces en momentos así, así que le dio un tirón de orejas como su madre hacia con ella cuando no aprendía después de varios regaños.

Los adultos presentes en el lugar miraron a Aemon como mirarían a un niño pequeño y adorable, y se rieron.

—Si, príncipe Aemon, Meera es mayor que usted por unos cuatro meses. —respondió lady Reed.

—¿Qué tantos secretos guarda usted, Lord Howland? — pregunto Aemon.

—Demasiados. —respondió únicamente.

—Lo he decidido. Lord Howland de la Casa Reed, es mi deseo que ocupe el cargo de Consejero de los Rumores en mi Consejo Privado.

—Príncipe. Eso es… No quisiera alejarme de mi hogar. —respondió Lord Howland con pesar.

—Eso no será problema, usted puede permanecer en la Atalaya de Aguasgrises si lo desea —dijo Aemon — ya ha demostrado que es capaz de recopilar información de cada rincón de los Siete Reinos, al punto en que me pregunto si no es capaz de ver todo el Reino a la vez.

—Príncipe Aemon, que se decía de lord Cuervo de Sangre.

—¿Cuántos ojos tiene cuervo de sangre? Mil ojos, y uno más. —respondió Aemon.

—Si el tenia mil, yo tengo diez mil… —informo lord Reed.

—Eso es… aterradoramente alentador. — fue la respuesta de Aemon. —¿entonces aceptara el puesto?

—Lo hare. —respondió lord Howland.

­Tras llegar a un acuerdo respecto al Consejero de los Rumores, Aemon miro hacia Ser Arthur.

—Ser Arthur Dayne. ¿Desea ingresar a mi Guardia Real? Debo decir que el Lord Comandante es el hombre niño rubio de allí —dijo apuntando a Ser Jaime — es leal, pero indiscreto, creo que alguien tendrá que hacerlo entrar en cintura. ¿Está interesado?

—Oh, unirme a su Guardia Real, delo por hecho. Además, poder enseñarle modales al Joven León, que tentadora oferta —respondió con una sonrisa.

—¿¡No tengo derecho a objetar!? — pregunto cómicamente Jaime.

...

...

Se instalo una tienda para Aemon y para ella, todos ya sabían que no se separaban en ningún momento si podían evitarlo. Y así, Arya durmió tranquilamente al lado de su primo.

Al día siguiente, Aemon envió a Ser Barristan y Ser Jaime a guiar a las tropas y la columna de carromatos.

Regresaron cerca de la tarde. Y Aemon convoco a su consejo de guerra.

Se revelaron sus planes para lidiar con los Frey, y también de la mano de Lord Howland, se enteraron de que los Frey, luego de la victoria pírrica de Robb en Aguadulces, forzaron al ejercito del norte a regresar a los Gemelos y ahora se encontraban retenidos allí.

Aemon volvió a montar en colera, y juro que no quedaría hombre mujer o niño de la casa Frey al final de la Guerra, lo que asusto bastante a todos los señores, quienes trataron de convencerlo de lo contrario. Pero entonces, Aemon cito sus palabras favoritas de Cregan Stark.

—Con el tiempo, los niños pequeños se hacen hombres grandes y los rorros maman de su madre el odio a la vez que la leche. Hay que acabar ahora con estos enemigos, o los que no estemos en la tumba dentro de veinte años lamentaremos nuestra estupidez cuando esos niños se aten al cinto la espada de su padre y acudan en busca de venganza.

Luego de eso nadie volvió a mencionar perdonar a los Freys y solo castigar a los hombres adultos.

El plan de Aemon era loco, y ambicioso.

Construir un puente en el Forca Verde, al sur de los Gemelos, directamente al este de Piedrasviejas. Para ello había hacho construir ya varias de las estructuras necesarias, solo quedaba montarlas explico. Se usarían sacos de arena para nivelar el fondo del rio, y se avanzaría desde la orilla oeste hacia la este, montando lentamente el puente. Pero que según sus estimaciones solo tomaría una semana construirlo.

—Solo un imbécil piensa una estrategia que implique cruzar un rio si no tiene seguro una forma de vadearlo. Si necesitas un puente, lo construyes y ya.

Cuando le dijeron que era casi imposible de lograr, el les respondió que Brandon el Constructor había levantado Bastión de Tormentas en dos años, el Muro en quince, y el Faro de Antigua en seis.

Nadie volvió a refutar si el plan era viable o no. Salvo Ser Jaime quien dijo que ellos no tenían gigantes como Brandon el Constructor. Lo que valió una carcajada de Aemon.

...

...

El puente se construyo en nueve días, no era algo que se mantendría mucho tiempo, pero era suficiente para que cruzara un ejercito junto a dos enormes carros que transportaban los escorpiones. Aemon envió a Ser Barristan con el grupo que atacaría los Gemelos desde la orilla este del Forca Verde al norte. Mientras que el dirigió el que se quedo al lado occidental del rio, una vez que hubieron cruzado los tres mil hombres que marchaban con Ser Barristan, se uso fuego valyrio para quemar el puente.

Se reanudo la marcha y tras otros doce días, se instalaron los campamentos de asedio en ambos lados de los Gemelos. Y se enviaron las exigencias de Aemon, no eran términos de paz, sino solo lo que exigía, dijo que pagaría a los Freys con la misma moneda, incluso si cumplían las exigencias que había hecho, los destruiría.

Cuando los Freys liberaron a los norteños, eran realmente pocos, unos seiscientos o setecientos. Cuando el hijo de Walder Frey llego junto a Robb y a su madre, Lady Catelyn. Arya vio que Aemon sonreía, hizo un gesto con la mano, y le llevaron un cofre de madera, Arya sabia lo que contenía el cofre, eran los cinco huevos de dragón.

—Muchas gracias, Ser Jared, En vista de la buena voluntad de lord Walder, es mi deseo entregarles esto —dijo Aemon entregando el cofre al Frey.

—Muchas gracias, Alteza. —respondió. Llevándose el cofre, y cumpliendo así las condiciones para que el plan de Aemon saliera bien.

Jajaja... Todo salio de acuerdo al plan.

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