Un Gran Problema

Ainsley se rió para sí misma.

—Solo tengo que entregar el mensaje al anciano de ojos azules, y como parezco inteligente a los ojos de esos ancianos, me creerán. ¿Verdad?

Especialmente el anciano de ojos azules. Parece que piensa que soy un genio. A menudo me mira con ojos esperanzados y también me trata bien.

—Nos vemos en la cena.

Ainsley silbó mientras poco a poco se quedaba dormida de verdad. Por supuesto, ningún espíritu llegó a su sueño, pero ella ya estaba decidida a hacerlo realidad.

Engaña a los que están cerca de ti y otros pronto seguirán. Una mentira que se repite varias veces hasta que se convierte en costumbre lentamente se transforma en la verdad, al menos otros lo sentirán así.

Es el poder de una historia fabricada que se cuenta a otros de generación en generación.

—Hora de cenar.

Ainsley se aseguró de que el anciano de ojos azules se uniera a la cena de hoy. Afortunadamente, no solo se unió, sino que también se sentó al lado del asiento de Ainsley en el borde de la mesa.

Ainsley ocupó el asiento principal, mientras que el anciano tomó el asiento cerca de este.

—Clac. Clac.

Ainsley se esforzó mucho por llevarse la sopa a la boca sin ayuda de nadie. El comedor tranquilo ahora estaba ruidoso por los utensilios del bebé golpeando el plato.

Aún así, nadie se atrevió a regañar al bebé porque la vista de la linda niña intentando comer sola era tan conmovedora y reconfortante.

Las empleadas del hogar, los sirvientes, los cocineros, e incluso Eliana y el anciano hicieron la vista gorda ante la acción de Ainsley.

Pasaron 15 minutos y la comida de Ainsley se había reducido a la mitad. La bebé entonces dejó de mover la cuchara hacia su boca.

En su lugar, se lamió los labios mientras giraba la cabeza hacia el anciano.

—Abuelito", llamó Ainsley en voz baja —. La bebé seguía ocupada lamiéndose los labios, sin darse cuenta de que la sopa ya se había esparcido por toda su cara inferior.

La vista de la bebé llamando al anciano cuando su cara estaba tan desordenada... parecía un poco gracioso.

—¿Sí, cabeza de familia?—El anciano de ojos azules, el Abuelo Yofan, sonrió dulcemente al llamado de Ainsley.

La cara del bebé se iluminó instantáneamente ante la respuesta. Se apresuró a bajar la cabeza y a susurrarle al abuelo como si lo que fuera a decir es un secreto de alto nivel.

—Abuelito. Ain... Ain tuvo un sueño—confesó Ainsley. Como bajó la cabeza y acercó su cara al anciano, este hizo lo mismo.

Ahora, los dos parecían abuelo-nieta tratando de planear algo.

—¿Un sueño? ¿Qué sueño?—el Abuelo Yofan preguntó con calma. No se veía emocionado ni alterado.

¿Quién lo estaría? Es solo un bebé diciendo que tuvo un sueño. El Abuelo Yofan simplemente respondió de manera casual para que el bebé no se sintiera ignorado.

—Era que... Ain vio a un abuelo—. Los ojos de Ainsley se volvieron serios, pero sin importar cuánto intentara ser serias, la mancha de sopa amarilla alrededor de su barbilla hizo imposible que alguien la tomara en serio.

Lo mismo le pasó al Abuelo Yofan —. Yofan se rió mientras alzaba su pañuelo blanco y frotaba la barbilla de Ainsley.

—¿Qué tipo de abuelo? ¿Es como yo? —preguntó de manera juguetona el Abuelo Yofan. Parecía el más calmado y sabio todo el tiempo, pero esta vez, se veía un poco travieso.

—Hm hm... —Ainsley luchó por hablar porque el abuelo le frotaba la boca y la barbilla, limpiando la mancha de sopa. Aún así, permitió que el abuelo lo hiciera y solo después de que terminara, Ainsley finalmente habló.

—Un abuelo alto. El abuelo lleva una ropa elegante... tiene barba negra, ojos amenazantes, ¡enorme! —Ainsley comenzó a explicar la apariencia visual del Padrino en la mayoría de las leyendas.

Un abuelo con barba negra, ojos escalofriantes, cuerpo enorme y lleva un traje negro. Por supuesto, solo esas pistas por sí solas no son suficientes para que nadie adivine que es El Padrino.

Por eso, el Abuelo Yofan preguntó con calma.

—¿Y? ¿Qué más? ¿Cómo es él? ¿Algún otro aspecto único? —El Abuelo Yofan siguió preguntando a Ainsley solo para satisfacer al bebé. Sentía que si no lo hacía, el bebé se sentiría decepcionado de que a nadie le interesara su historia.

El Abuelo Yofan hizo eso por bondad, y Ainsley aprovechó esta bondad para su ventaja. Sí, había predicho que el abuelo seguiría preguntándole.

—El abuelo trae un largo báculo... como de mago... —Respondió felizmente mientras estiraba las manos Ainsley estiró la mano tanto como pudo y gesticuló un bastón.

El Abuelo Yofan adivinó instantáneamente que lo que Ainsley quería decir era un bastón.

—¿Bastón? —El Abuelo Yofan se rió suavemente—. Empezó a interesarse en la historia del bebé.

¿Qué tipo de sueño involucra tal detalle de la apariencia del abuelo?

—¡Sí! ¡Bastón verde! ¡Tiene una serpiente y tiene un pájaro! Pájaro– eh– ¡águila! —Ainsley asintió energéticamente mientras fingía que era difícil describir la apariencia del bastón.

Aun así, al final, el Abuelo Yofan captó las pistas importantes. Un bastón verde con decoración de serpiente y águila.

Al deducir este hecho, la cara calmada del Abuelo Yofan se contorsionó lentamente. Su sonrisa inicialmente dulce se tensó.

...¿qué? ¿Un bastón verde con decoración de serpiente y águila?

No hay forma de que el Abuelo Yofan no supiera sobre el bastón. Tal bastón era tan famoso porque solo una figura legendaria lo llevaba a todos lados.

El Padrino.

El Abuelo Yofan finalmente se alteró. Miró con sospecha los ojos brillantes de Ainsley.

El abuelo en el sueño de Ainsley... ¿por qué se parece tanto al Padrino? Pero... ¡Ain no debería haber visto su foto, verdad? ¡Todavía tiene 3 años!

El Abuelo Yofan quería creer que el futuro en el sueño de Ainsley es el Padrino, pero antes de eso, tenía que asegurarse de que realmente fuera el Padrino.

—Ain, ¿de qué color son sus ojos? ¿Y su cabello? También, su piel —preguntó pacientemente el Abuelo Yofan—. Aún bajaba la voz para que nadie más que Ainsley pudiera escucharlo.

¡Porque este es un asunto grave!

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