Al regresar a la villa los niños quería correr hacia la habitación para poder saludar a Elaine, y aunque en realidad ambos parecían haber tomado mejor que bien la noticia de nuestro futuro matrimonio, no era buena idea que ambos perturbaran su sueño después de una noche tan entretenida y vigorizante.
—Esperen—dije con suavidad para detenerlos—. Elaine podría continuar durmiendo. Primero preparemos el desayuno para ella y después de la despertamos—propuse, ambos pequeños intercambiaron miradas.
—Papá, pero ya es muy tarde—dijo Cassie, levante el rostro para seguir la dirección que su pequeño dedo índice señalaba, el reloj que adornaba la pared marcaba casi las tres.
—Si, pero ella ha estado trabajando mucho y esta cansada… vamos, dejémosla dormir un rato más—Los niños asintieron a regañadientes y caminaron pesadamente hacia la cocina.
La idea original era preparar panqueques pero tomando en cuenta la hora y que los tres ya habíamos comido pan la tienda de autoservicio, opte por proponer preparar algo mas; sin embargo, mis pequeños y adorados hijos ya habían comenzado a abrir la bolsa de la harina, suspire resignado, y aprovechando que el par de diablillos estaban distraídos con los ingredientes camine a paso veloz hacia la habitación. Necesitaba estrechar a Elaine entre mis brazos o me volveria loco.
Al entrar vi que la cama estaba vacia y vapor salía por por la puerta del baño, me acerque sigilosamente y al entrar la observe tomando un baño. Ella se asusto al escucharme entrar y se preparaba para salir de la tina, mis ojos se clavaron en su rostro y descendieron lentamente por las curvas y relieves de su cuepo, memorizando cada línea y cada rincón de su piel y grabandolo en mi cerebro. Sonrei al ver que ella se ruborizaba, supongo que mi mirada fue demasiado intensa por lo que tras aclararme la garganta susurre:
—Si te dijera que lo único en lo que pienso en este instante es en besarte…
Elaine extendió sus brazos hacia mí, invitándome a acercarme a ella.
—Bésame—musitó. Camino rápido hacia ella y pegue mi cuerpo al suyo, sintiendo como las gotas que antes estaban en su piel desnuda humedecían mi ropa, la sensación era extraña pero agradable, tome sus labios con delicadeza al principio pero pronto ya me encontraba saqueando su boca con mi lengua y apretando su cintura con mis manos.
—Sera mejor que lo dejemos aquí…—dije contra su boca —Los niños están ansiosos por verte y no creo que podamos hacer esto sin hacer mucho, mucho escandalo.
Ello comenzó a reírse y tras besarla de nuevo pero esta vez con mayor suavidad, tome la toalla y al coloque sobre sus hombros, frote sus hombros y brazos para secar lo poco de agua que aun recorría su cuerpo, mientras ella observaba como la camisa humeda se pegaba a mi cuerpo, adelantándome a su intención de tocar mi pecho, comencé a secar también su cabello, no tenia la mas remota idea de lo que estaba haciendo, pero al sentir sus rizos sedosos y suaves entre mis yemas comencé a exprimir con suavidad la punta de su cabellera.
—¿Qué? —pregunte al sentir su mirada fija en mi rostro.
—Te amo—susurró sonriendo, mis labios se curvaron hacia arriba, escucharla decir te amo, asi tan, naturalmente me hizo sentir como un idiota, un idiota que espero demasiado tiempo para aceptar sus sentimientos por la hermosa mujer que tenia frente a él; coloqué mi mano en su mejilla, mientras me estiraba para tomar la bata y colocarla sobre su cuerpo desnudo, una vez que termine de hacer el nudo en su cintura, por fin mi mente se permitió relajarse.
—Yo también te amo—respondí mientras la tomaba en mis brazos y salía del baño con pasos lentos. La deposite suavemente sobre la cama, y regrese caminando al baño, justo al fondo, encima del lavamanos estaba la caja de cristal donde el hotel colocaba el botiquín de primeros auxilios, abri la pequeña puertecita y tome el botiquín, dentro habia toda clase de cosas, gasas, alcohol, banditas y… (oh, mierda) una tira entera de… condones. Me rei de mi mismo por un momento, valiente casanova, supongo que podía decir en mi defensa que jamas habia llevado a una mujer al hotel, por lo que es lógico que no supiera que tiene la amabilidad de suministrar aquel tipo de artículos en su botiquín.
Tome la caja con los analgésicos, un solo comprimido seria suficiente, cerre la caja del botiquín y la devolví a su sitio, tome uno de los vasos de cristal que descansaban sobre el lavamanos y lo llene con agua fría del grifo, sali del baño y me acerque a Elaine.
—Estaré en la sala con los niños, vístete con calma, y bebe esto… te ayudara con el dolor muscular—Elaine miro el comprimido en mi mano y lo tomó, tras usar el vaso con agua para tragarlo sonrió. Asintio como respuesta, bese su frente y antes de salir de la habitación me cambie la camisa.
Regrese a la cocina solo para observar que Cassie y Adrien estaban discutiendo sobre la comida, era la primera vez que los veía pelear así que me sentí tranquilo y alegre, poco a poco Adrien comenzaba a comportarse como un niño normal de su edad y Cassie empezaba a regresar paulatinamente a su papel de hermana menor.
—¿Por qué discuten? —pregunte mientras me acercaba a ellos. Adrien tomo la palabra primero, lo cual me dejo sumamente sorprendido.
—Cassie, dice que comer panqueques a esta hora de la tarde es tonto—Se quejo amargamente, mire a Cassie por el rabillo del ojo. Y suspire derrotado.
—Hijo, creo que Cassie tiene razón —Adrien me miró molesto al escucharme decir aquello, por lo que retome la palabra antes de que Troya ardiera…—Pero, podemos comer los panqueques mañana en el desayuno, creo que lo mejor es preparar una ensalada o algo parecido…
Los dos pequeños se miraron mutuamente, por un momento creí que Adrien continuaría discutiendo pero, finalmente se encogió de hombros y dejo de batir la masa para panqueques. Estaba a punto de consolarlo cuando, Elaine apareció en el pasillo.
—¿Qué preparan?—preguntó captando nuestra atención. Los niños corrieron de inmediato hacia ella y la abrazaron con fuerza.
—Elaine… papá dice que ustedes se van a casar ¿Entonces vas a ser nuestra mamá?— Cassie era tan directa en ocasiones, que realmente temía el día en que se hiciera adulta y sostuviera una charla existencial conmigo. Elaine simplemente sonrió; ella es definitivamente mas fuerte que yo.
—Solo si ustedes están de acuerdo…—dijo con tono suave. Cassie asintió emocionada y tiro levemente de su mano para que se inclinara hacia ellos.
—Si—gritaron al unisonó—Mamá, no nos quiere como tú—dijo Adrien, al escucharlo decir eso, Elaine los abrazo con fuerza a ambos.
—Yo los amo… a ambos… mucho—susurró. Ambos pequeños correspondieron su abrazo colocando sus pequeños brazos alrededor de su cuello y enterrando sus rostros en sus hombros.
Su mirada se poso en mi, supongo, por su semblante que ella estaba pensando lo mismo que yo… ella tampoco podía evitar querer asesinar a Abigail por lo que le había hecho a los niños.
Nos sentamos a comer la ensalada y los cortes de carne que habíamos comprado para la cena. Los cuatro nos movíamos de un lugar a otro de la cocina y el comedor para preparar los alimentos, era un cuadro perfecto y emotivo. Se podía sentir la armonía, la calma, el afecto.
Por primera vez en mucho tiempo, mi vida era simplemente perfecta.