Juan, un hombre de 34 años con una barba descuidada y ojos cansados, terminaba de comer una hamburguesa en su pequeño apartamento. Decidió salir porque quería empezar a socializar con gente y no estar para siempre encerrado. Al salir, escuchó gritos - ¡Déjame ir, no te daré nada! - gritó una chica a lo lejos. Juan decidió ir por su cuenta al callejón en el que se escuchaban los gritos.
Llegó y se encontró a un hombre intentando robar a una mujer. - ¡Ayúdame por favor! - gritó la chica entre llantos. Juan no lo pensó dos veces y decidió darle un golpe a ese ladrón. El ladrón no se inmutó - a tus golpes les falta fuerza - dijo el ladrón para posteriormente puñalarlo en el pulmón. Este acto heroico le dio tiempo a la mujer de escapar mientras lloraba.
Juan miraba como la chica huía del ladrón mientras él la perseguía, hasta que murió finalmente. -¡Despierta Juan, despierta! ¡Te necesitamos ahora!-Juan despertó confundido diciendo-¿Quién eres? ¿No había muerto?- preguntó con calma.
Una silueta se movió en la oscuridad del espacio en el que se encontraban. Juan no podía ver su rostro ni su figura con claridad, solo una sombra oscura. -Así es, estás muerto, lo que está presente ahora es tu alma, y por ahora no te daré mi identidad después de explicártelo - dijo la silueta con una voz profunda y misteriosa.
La silueta comenzó a explicar que había un ex-guardián que estaba destruyendo multiversos por pura maldad. -Este mismo es tan poderoso que ha matado a todos los dioses del megaverso, con facilidad, ni siquiera yo...- La silueta se detuvo un momento, como si estuviera luchando por decir algo más. -...pude hacerle frente, apenas le hice un rasguño pequeño- dijo finalmente.
Juan estaba confundido, pero la silueta continuó explicando que los guardianes eran una organización creada por el dios Wishel para proteger los universos del megaverso. -Mi maestro no me dijo mucho sobre los guardianes, aunque creo que tendrás más información en el futuro...- La silueta se detuvo un momento, como si estuviera esperando a que Juan preguntara algo.
-¿Qué pasará conmigo?- preguntó Juan, intentando entender su situación.
-Eres un alma valiente, Juan- dijo la silueta. -Serás reencarnado en un niño, mitad ángel, mitad humano. Tendrás habilidades increíbles, como el retroceso del tiempo, aunque con límites. Solo los 10 ángeles más poderosos pueden usar esa habilidad sin restricciones.
Juan estaba sorprendido. -¿Qué universo es en que estaba y a cual estaré?- preguntó.
-El universo en el que estabas es sagrado para los dioses y en el que estarás es muy común ver ángeles- respondió la silueta. -en el que estabas es el favorito de los dioses, y es imposible destruirlo. Pero ten cuidado, Juan. El ex-guardián es del universo en el que irás, te enviaré al pasado y nacerás en el alma de un mitad ángel y detendrás el nacimiento de él.
Juan estaba confundido, pero antes de que pudiera preguntar algo más, la silueta se interrumpió.
-¿Cuál es tu nombre?- preguntó Juan, intentando ver la cara de la silueta en la oscuridad.
La silueta se interrumpió, como si hubiera sentido algo. -Jo...- dijo finalmente, sin poder terminar la frase.
Juan se dio cuenta de que algo estaba mal. La silueta lo agarró del pelo y lo llevó lo más lejos posible. Juan no entendía nada, pero la silueta abrió un portal y lo empujó hacia él. La velocidad era tanta que se movieron atrás en el tiempo, pero antes de que pasaran por el portal, el ser peligroso atravesó el pecho de la silueta. La silueta cayó al suelo, sin vida. Juan se encontró solo en un espacio desconocido, o bueno, estaría viajando en un agujero de gusano llendo extremadamente rápido, Juan no creía todo lo que pasó y lo que estaba pasando, lo primero que pensaría es que se estaba drogándo "Apuesto a que ese ladrón me inyectó heroína" — diría Juan, pero se daría cuenta de que estaba teniendo voz de niño, finalmente, llegaría a su lugar de inicio.
No tenía muchas ideas, pero al avanzar la obra, se me vinieron en la boca (las ideas)