Isaac se deleitó con el trabajo de sus manos, con Maxi yaciendo sobre su cama incapaz de moverse. Era la escena más sexy que jamás había visto, y ella ni siquiera estaba desnuda. Sin embargo, Isaac reprimió el deseo turbulento que sentía por dentro. Hoy no era para él, sino para Maxi. Bueno, de cierta manera, era por él considerando que estaba a punto de devolverle el favor por todas las provocaciones que ella le había hecho pasar.
Nunca esperó que tendría a Maxi tan fácilmente dominada, pero las palabras de Aldric le habían dado ideas y había trabajado en sus planes. Además, la cambiaformas de caballo estaba tan segura que nunca lo vio venir, lo que facilitó las cosas. Ella pensó que se liberaría de la cuerda. Un punto para él.
—¿Vas a quedarte mirándome toda la noche, Isaac? Esto comienza a aburrirme —bostezó ella.
En los siguientes segundos, Isaac se cernía sobre ella y dijo amenazante —No me hagas amordazarte también.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com