MIS PROTECTORAS.

Tengo una semana de literalmente sacarle carrera a Martin, yo prometí en mi corazón proteger a mi prima, de este zancudo, todas las tardes sale a ver a mi prima, cuando ella esta barriendo el patio de afuera de la casa.

Aunque él es muy apuesto, no lo quiero a la par de mi prima, el es un loco enamorado, y la verdad me da mala espina, y por su puesto, pienso que con dos paletas de diferente sabor ya es una locura, con tres no podría mi primita.

Mayra se levantó temprano a lavar ropa y ese zancudo de Martin se subió a una escalera para poder ver a mi prima y ahí esta sunbandole palabritas al oído, que se ve muy bonita cuando sonríe, que parece un ángel caído del cielo, que su voz es dulce como la miel, que el se muere por tocar sus manos, me enojé tanto que agarre un huacal con agua y se la tiré.

Estersita que pasó, me dijo mi prima.

Nada es que le iba a poner agua al árbol de jocote donde duerme PIOPI, pero se me deslizó y le cayó por accidente a mi vecino lindo, verdad que fue un accidente Martinsito, el me vio bien serio y por quedar bien con mi prima, sonrió y dijo: No te preocupes yo entiendo Estersita, una niña tan inocente como tú, no haría algo por maldad, verdad?

Claro que no, tu sabes que fue un accidente, pero sería bueno que te vayas a cambiar, para que no te haga daño, le dijo Denia a Martín.

Si lo haré, que pases un lindo día, preciosa mujercita, no olvides que me llamo Martin y estoy para lo que necesites.

Que bueno prima dile que te lave la ropa y así cumple con ayudarte en lo que necesites, le dijo Denia.

Como crees Denia, si le ayudo, le arruinare la ropa, porque no se lavar muy bien, dijo Martín.

Entonces cuando aprendas, vuelves a ofrecerle tus servicios a mi prima, mientras, espero te ocupes de lo tuyo, le dijo firmemente mi hermana mayor.

Mayra sonrió, y le dijo: Vaya a cambiarse por favor, y evite masacrar su orgullo, le puede hacer daño.

Martin contestó, por usted todo vale la pena mi querida princesa, y luego le guiño un ojo y se despidió, no sin antes mandarle un beso en el aire, y se fue.

Dijo Denia, no le hagas caso, es un loco enamorado.

Mayra sonrió y dijo, gracias son mis protectoras, pero Estersita, por favor no vuelvas a mojar a nadie por mi, no quiero que te regañe mi tía o peor aún te castigue.

Esta bien, voy a tratar de no hacerlo, pero no olvides decirme si te molesta nuevamente, si esta bien contestó Mayra y me dio un fuerte abrazo.