Se abrió un vacío blanco giratorio.
De su interior surgió una criatura radiante con pelo blanco puro —brillante como la nieve.
Sus dos largas orejas se erguían mientras se manifestaba, con ojos rojos como mármol brillando con inocencia.
Tenía una forma pequeña, cuadrúpeda, con una apariencia linda que sorprendió a todos una vez que presenciaron la entidad que se mostró.
Era nada menos que...
—¿Un conejo?
—Eso es un conejo, ¿verdad?
—Un conejo albino para ser exactos.
Los estudiantes miraron a la criatura ante ellos y murmuraron sus pensamientos.
La Gran Bestia que acababa de manifestarse frente a ellos se parecía a cualquier tipo de conejo albino que se podría encontrar en la Tierra.
Si no fuera por las marcas tipo tatuaje en su cuerpo —delimitadas en negro— se vería tan ordinario.
'Estos tipos... no tienen idea.—Rey sonrió ampliamente mientras miraba la entidad invocada.
Su apariencia linda podría engañar a todos, pero no a él.
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