Capítulo 42: Regresé (3)

Siete años... ¿Podría ser que ese hombre... en realidad es Miguel Flórez? ¿Cómo sería posible? Si en realidad es él, significaría que la Familia Flórez todavía tiene un heredero legítimo, un heredero de sangre... en realidad aparte de ser el legítimo heredero de la familia Flórez, significaría también que el verdadero prometido de su hermana no murió hace siete años. Cuando Marcela tenía 16 años fue comprometida con Miguel Flórez pero... él desapareció en la tragedia, después de eso Marcela fue comprometida con el primo de Miguel Flórez, Mateo Flórez, esta fue la razón por la que Marcela decidió alejarse de la familia Narváez y cambiar su nombre, no muchos se habían dado cuenta, pero ella no superó nunca su desaparición y lo que sentía por Mateo no era amor sino cariño, cariño por ser el primo de su primer amor y su mejor amigo, pero jamás llegó a ser amor puro.

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Melani Flórez estaba con su madre y con su *hija* en el evento de los Narváez, en realidad jamás tuvo una hija de sangre, la pequeña era la hija de su hermanastro, Mateo Flórez, su cuñada estuvo embarazada de mellizos pero todos creían que la niña murió durante el parto, pero esto no era cierto, Melani usó sus medios para hacer pasar a la niña por su hija, había fingido un embarazo al tiempo que su cuñada y justo en el día en que ella tuvo el parto a Melani le hicieron una supuesta cesárea, así hizo pasar a su *sobrina* por su hija sanguínea y dejo a su hermanastro y su cuñada devastados por la muerte de una de los mellizos, necesitaba un medio para mantener la fortuna en sus manos y ese medio era teniendo un hijo, así, cuando su hermanastro y su sobrino, los herederos de sangre de la fortuna Flórez, murieran ella podría obtener lo que deseara, que su cuñada haya quedado viva fue un simple error de cálculo pero no la afectaba en nada ya que ella no tenía forma de reclamar la fortuna de su difunto esposo, así que en un gesto de buena fé la dejó vivir y la dejaría vivir siempre y cuando no interfiriera con sus planes. Nadie conocía su verdadera naturaleza, ni siquiera su madre, Mireya Muñoz... y, también, no es que ella fuera su verdadera madre, la verdadera Melani Muñoz murió hace más de 15 años y fue reemplazada por una asesina a sangre fría a la que no le temblaría la mano para enviar a una persona a mejor vida, en realidad hubieron personas que sabían sus verdaderas intenciones incluyendo a la mucama Botero, su hija y Miguel Flórez, afortunadamente para Melani ellos habían muerto 7 años atrás, no planeaba eliminar a Mateo Flórez y su hijo tan pronto ya tan solo habían pasado dos años desde la repentina muerte de su padrastro, Arturo Flórez, pero él había empezado a sospechar de ella y tenía que moverse rápido para evitar que sus planes fallaran.

Melani estaba actuando como una mujer dulce e inocente, como una buena hija y como una buena madre, su actuación era perfecta y todo el mundo la creía.

Estaba en el comedor principal como cualquier persona cercana a la Familia Narváez, de verdad merecía estar allí ya que era la cuñada de la Primera Señora de la familia Flórez-Narváez, aunque técnicamente ahora era Señorita, jamás le habían gustado esta clase de eventos, odiaba estar rodeada de personas ignorantes, pero esto era una pequeña parte de su teatro y lo haría muy bien para mantener sus planes en secreto. Su mirada vagó por el comedor, estaba aburrida de ver a los mismos aristócratas de siempre, en un momento su rostro palideció hasta parecerse a una hoja de papel, en el otro extremo del comedor estaba Marcela Narváez y... y... un hombre idéntico a su hermanastro.

"¿Cómo... cómo es posible? Estoy segura de que acabe con él, ¿acaso regreso... de la muerte?"

La cara de Melani estaba tan pálida como la nieve, Mireya se dio cuenta de esto y preguntó:

- Hija, ¿te sientes bien? Te ves muy pálida...

- Estoy... estoy bien, sólo fue un mareo.

- Quédate quieta, buscaré a alguien para que traiga un vaso de agua para ti.

Mireya busco un camarero y casi le grita de lo ansiosa que estaba, para Mireya su hija era su más grande tesoro y no permitiría que nada le pasará. Melani vio que su *madre* se marchaba y giró su mirada en la misma dirección que antes, no encontró a Marcela Narváez ni al hombre que la acompañaba, en lugar de eso se encontró con una mirada burlona y helada, la de una mujer vestida de celeste que parecía decirle:

"¿Creíste que te desharias de mi? Piensa de nuevo, regresé, Melani Flórez, y ten por seguro que tú fin está por llegar y que tú máscara caerá junto contigo"

Melani tardo tiempo en reconocer a la mujer que le dirigía una escalofriante mirada, pero cuando lo hizo su cara se puso aún más pálida...

... ¡Esa mujer era Johana Botero! ¡La niña a la que alguna vez amenazó de muerte! ¡La niña que desapareció hace siete años sin dejar rastro! ¡La niña que juró que la haría caer de su pedestal y que la haría retorcerse de agonía!