Los cielos eran como parches individuales en la hoja de la espada. Normalmente el cielo era distinto en diferentes regiones, lo cual era el resultado de la fuerza de la antigua espada que se resistía al sol. En este momento, en la región de la hoja de la espada, los cielos eran negro azabache, y solo habían tres grietas que revelaban un brillo rojo enceguecedor y aterrador.
Era como si pudiera verse el interior del sol a través de esas grietas. Los tres brillos rojos iluminaban tenuemente los alrededores, permitiendo que uno pudiera ver su entorno a pesar de la oscuridad.
Se trataba de un área vasta, y era extraño que no estaba el Mar de Fuego, ni la lava, ni los trozos rotos de la montaña. Desde la distancia parecía que no había nada allí, y toda la zona estaba en silencio.
Parecía que el silencio había durado decenas de años. El aire estaba impregnado con el aroma de la muerte en este silencio extremo.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com