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Trolls suaves

Me quedé allí sentado pensando en que hacer... Solo tengo una opción.

Corrí lo más rápido que pude y comencé lanzando magia de tierra, usar magia de fuego sería un suicidio.

Varios cayeron primero, después de eso invoqué mi espada y armadura, con un gran espadón en manos comencé a cortar a los Kobolds, los Trolls los dejaría para el final.

El gran número ya se había reducido en un tercio antes de darme cuenta... Pero repentinamente estaba rodeado.

No importaba a que lado viera había un puto kobold allí.

Kobold - ¡Wooohsaarreshuu! ¿¡Shuuguaaanashiie!? ¡¡Kiiiiliiim!!!.-

Todos saltaron sobre mí como perros hambrientos.

Lyon - ¡Se que soy el hombre más guapo que ah pisado estas tierras pero no me gustan los hombres!.-

Con un corte muy amplio maté diez Kobolds de una vez.

Después de diez minutos todos los kobolds habían perecido y solo quedaban diez trolls.

Un par de puños que eran más grandes que mi torso venían directamente a mí... Con un salto las esquivé.

Cuando estaba por aterrizar otro puño vino directamente desde mi costado, fuí enviado directamente contra la pared.

Estaba totalmente tendido en el cráter en la pared, son tan fuertes como un dragón... ¿Que le pasa a esta mazmorra?...

Me levanté solo para ser golpeado repetidamente y ser hundido más en la pared.

Lyon - Tch Tch... ¿No tienen modales?... ¿¡Acaso nunca vieron los Power Rangers!?.-

Me impulsé para salir golpeando en lo que supuse era la dirección contraria a la salida.

Después de un poco de tierra en los ojos logré salir de la pared.

Lyon - ¡Ahora les toca perras!.-

Antes de siquiera haber tocado el piso y aprovechando el impulso un troll perdió un brazo y otro una pierna.

Aunque mi aterrizaje fué ineficaz y rebote unas veces antes de parar.

Observé cuando el polvo se disipó y comencé a contar.

Lyon - 2... 5... 7... Si me quité dos de encima, deben quedar ocho, ¿dónde está el otro?.-

¡Kruuaaaaaa!

Lyon - ¿¡Que mierda!? ¿¡Desde cuándo así hacen los trolls!?.-

Su grasa y ancha garganta hacían un sonido totalmente diferente al típico sonido de rugido.

Encontré al octavo, estaba como una puta rata campera escondido en una esquina... ¿Por qué está temblando?...

Mientras siete trolls cargaban contra mí recordé que los trolls son berserkers... ¿Será que aquel está por volverse loco?.

Ignoré a los que cargaron imprudentemente hacia mí e hice un gran corte vertical al troll, para mí sorpresa el troll fué rebanado con total facilidad.

Después de eso fuí directamente a los otros, todos cayeron por la misma razón, su piel se había vuelto extremadamente suave, su fuerza fué disminuida a un diez por ciento de la que habían tenido y su velocidad se redujo mucho más del triple.

Ante tal carnicería solo podía preguntarme los motivos... ¿Será el poder de guión?.

Investigando la caverna encontré algunos materiales raros y los tiré en la gran montaña de cadáveres.

Allí debo tirar todo, así puedo aligerar la carga del equipo de recolección.

En algún momento me acerqué al troll que estaba temblando hace rato... Revisando su cuerpo entre sus brazos había una gran cantidad de mantas, parecía un capullo de mariposa.

Se lo quité de los brazos comencé a quitar las mantas con mucha paciencia, después de un tiempo llegué a lo que parecía el centro.

Cuando quité la última manta solo podía sorprenderme... Había un pequeño troll adentro, parecía una pequeña niña de ocho a diez años, pero su tamaño era similar a la de un joven adulto.

Lyon - Samael-Sensei ¿Podría decime que es lo que sucede?...-

[Bueno, estos trolls no son de la mazmorra por ende esa pequeña tampoco... Así que supongo que son de las montañas, allí había una gran población de trolls hasta hace unos años cuando el rey de la montaña murió.]

Lyon - ¿Y que mierda pasó?... ¿Es a causa de ella que los trolls se hicieron débiles?.-

[De hecho es a causa de una habilidad que poseía eran fuertes, pero en un momento de la pelea se quedó dormida.]

Lyon - Entonces... ¿Si la crío puedo tener un ejército de trolls?...-

[Parece que realmente está usando el cerebro, pero es imposible armar un ejército si ella es débil y por si fuera poco tiene que lavarle el cerebro, aún con todo eso será mal visto tener monstruos bajo control sin un contrato.]

Lyon - Si, bueno si no los vemos como monstruos si no como otra raza sería otra cosa, ya que esta niña terminará de crecer con humanos puede que sea como un poco más lista.-

Esperaré al grupo de recolección aquí.

Mientras en la mazmorra Lyon estaba en total calma en las calles de la ciudad había un gran escándalo... Una mujer estaba jurando cortarle un huevo a alguien que entró en la mazmorra.

Paris - ¡Lyon maldito seas como te atreves a meterte bajo tierra!... ¡Cuando salgas si intentas tocarme te voy a cortar la mitad de tu amiguito!.-

Teresa - Vamos señora, el héroe dijo que iría ¿Verdad? ¿Hay necesidad de ser tan extrema?.- Una joven estaba tomando el brazo de Paris, era una joven que se inscribió en el gremio de Lyon.

Teresa era una joven que no tenía más de quince años, su pelo negro y ojos marrones solo resaltaron una figura linda y juvenil.

Se inscribió en el gremio de Lyon pese a no ser una luchadora por admiración a Lyon, para ella el era diferente... El era alguien con quién se podía hablar a diferencia de muchos héroes que eran arrogantes y engreídos.

Su motivo principal fué que en una ocasión mucho antes de que saliera el sol encontró a Lyon dejando una bolsa de monedas de oro en la puerta de un orfanato... Desde ese día solo comenzó a ver qué pese a su aptitud desdeñosa, tenía un gran corazón.

Paris - ¡Teresa eres muy joven para entender!... ¿¡Cómo mujer sabes lo que es despertar y no ver a tu amado junto a tí!?.-

Teresa - Pero señora... ¿Usted no le ah hecho eso al héroe en algunas ocasiones?.-

Paris - ¡Ese no es el punto!.-

Todos los que estaban en el lugar solo estaban pensando lo mismo... ¿Por qué ella podía hacerlo pero el no?...

Todos en la ciudad ya habían visto o charlado con el héroe y le tenían un gran aprecio, pese a que lo disimulara todos sabían que dejaba monedas de plata a los mendigos, pobres y niños hambrientos, además no hubo tal época de paz y prosperidad como desde que llegó el.

Los caballeros protegían la ciudad, pero aún con eso se podían ver monstruos q la distancia, pero desde que llegó el no ah habido un solo monstruo, además su gremio vendía carne muy barata.

Todos de una u otra manera ya conocían las virtudes del héroe... Sin embargo al ver la belleza que había dejado abandonada en la cama los hombres solo pudieron pensar que era un idiota y las mujeres jóvenes se sentían celosas de la mujer.

Jovencita - Oh sí el héroe durmiera junto a mí aunque sea solo una vez sería feliz.- Dijo una joven con una gran sonrisa.

En ese instante Paris volteó en su dirección con una sonrisa...

Paris - ¡Entonces te lo dejo, entre que no te deja dormir y que siempre está alerta te morirás por el cansancio mental!.-

Paris ya no tenía su típico aire de frialdad... Era como una mujer totalmente enamorada mientras Lyon estaba lejos... Nadie sabía por qué no tenía esa llama mientras Lyon estaba cerca.