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Seamos idiotas juntos

Parte 1 – Buscando dulces respuestas 

Volví a casa, estuve tan metido en mis pensamientos, que ni siquiera salude a mi madrastra, fui directo a mi pieza, Emi hizo lo de siempre semi desnudarse y beber una cerveza, me gustaría que no tomara tanto, pero nunca la he visto borracha realmente, por eso decido no jugar el papel del hermano mayor. 

-Akari volví. 

Ella estaba caminando de un lado para otro en mi pieza. 

-Hikaru siéntate, dijimos que íbamos a hablar nuestros problemas y lo primero que hiciste fue huir. 

Realmente no pude evitar que me saliera una carcajada. 

-Hablo en serio no es para que te burles. 

-Si lo sé, tranquila, pero no hui, era enserio necesitaba tranquilizarme, sino hubiera sido un total idiota contigo Akari, eso no te lo mereces. 

Akari seguía de un lado a otro, era algo lindo de hecho me recordó un poco a Asuna ya que tenía un cachete inflado... era lindo ver como su pelo pelirrojo se menaba mientras caminaba. 

-Tal vez si me lo merezco, por mi culpa tu perdiste la amistad con Kirin. 

-Te equivocas en eso, fuiste responsable de caer como una idiota en el juego de Akimoto, pero el culpable de todo sigue siendo el inepto de Kirin, él fue el que no me creyó después de todo, tal vez no te va a gustar lo que diré, pero Emi hizo que me diera cuenta de ello. 

Akari esta vez se detuvo, se resignó y se sentó en la cama. 

-No me molesta, ¿Sabes? Me gustaría poder ayudarte como lo logra hacer ella. 

-Que tonterías dices, tú me ayudas bastante bien por tu cuenta, incluso de maneras que ella nunca podrá hacer, como la paja que me hiciste. 

Akari se alteró, estaba roja como tomate. 

-No digas esas cosas... me alegro que lo disfrutaras – dijo casi como un susurro. 

-Créeme que yo también, pero me apena que yo no logre poder hacerte disfrutar, mi ego se encuentra por los suelos por ello. 

-No seas tonto, tú no puedes hacer nada, sabes bien que no tengo cuerpo corpóreo. 

-Esa no es escusa soy tu pareja y falle en algo importante, voy a esforzarme en buscar la manera para que tú también pueda sentirte bien, con cuerpo o sin él, no me digas nada, no pienso rendirme en ello. 

-Tonto, ¿podemos volver al tema inicial? 

De cierta manera Akari está feliz, aunque intentaba no demostrarlo. 

-Si tienes razón, como dije hiciste algo mal, pero no eres la culpable de que rompiera mi amistad con Kirin... yo también hice algo horrible hacia ti con esa foto, invadí tu privacidad, nunca tuve que haberla guardado en mi teléfono eso estuvo pésimo. 

-Al final los dos terminamos haciendo daño de una forma, creo que ambos somos idiotas Hikaru, pero podemos ser idiotas juntos. 

Realmente siento que no me merezco a Akari, pero voy a seguir rechazando esa idea, cuando fui al psicólogo de niño por lo de mi asquerosa madre, siempre me sentí hacía, no nunca he dejado de sentirme así, la única diferencia es que ahora rechazo la idea de pensar que no me merezco las cosas. 

-Me encantaría 

-¿Todo solucionado entonces Hikaru? 

Me quede pensando en eso, realmente ya no estaba molesto por lo de Kirin, pero sentía que lo que había hecho yo era mucho peor. 

-Enserio puedes perdóname por lo de la foto, siento que te traicione con eso. 

-Si que eres idiota, si nunca hubiera pasado lo de intentar masturbarte con esa foto, tal vez nunca hubiera pasado lo que sucedió en tú cama, acaso crees que si estuviera enojado contigo por ello ¿te hubiera ayudado a sentirte bien?, no, ¿cierto?, Yo solo pensaba en hacerlo contigo, también te dije la verdad, por un lado, si estaba molesta, como tú lo dijiste sentí que habías invadido algo tan privado para mí, pero las ganas que te tengo... me refiero al amor opaca al resto, solo quiero que no vuelvas hacer una estupidez así. 

Estaba endulzado por sus palabras yo me sentía con mucha suerte, yo no me considero alguien apuesto, tampoco alguien feo, sino más bien alguien normalito. No pude evitar ponerme algo sentimental. 

-Por supuesto que no volveré hacer algo así, y ahora que lo sé cuándo necesite darme un gusto te lo pediré. 

-De todo lo que te he dicho te quedaste con eso. 

Me reí un poco, estaba bromeando con ella, obviamente se lo hice saber, seguimos charlando un rato sin pensar en el tiempo. 

 

Parte 2 – Consejo. 

Me puse a averiguar en mi celular una manera de poder satisfacer a Akari, sin poder tocarla, cosa que hasta hora pensaba imposible, pero por lo visto si se podía lograr, según lo que leí no era nada fácil, pero era posible, leí que se necesita saber bien que le excita a tu pareja, pero sobre sexo no sabía nada seguía siendo virgen lo más cercano que eh estado de ello fue recientemente con Akari, así que solo me quedaba lo que había visto en videos, pero si algo me enseño Emi una vez es que los videos pornos están muy alejados a la realidad. 

No se me ocurría nada en verdad, así que decidí preguntarle a alguien que sabía mucho más que yo, Emi, va a ser una conversación muy vergonzosa. 

-Emi puedo entrar... 

-Pasa, dime que necesitas Hikaru. 

Ella estaba acostada con ese camisón gigante nuevamente, tenía puesto sus lentes de descanso, cosa que era raro verla ocupar y estaba con un cuaderno sobre sus piernas mientras masticaba el otro extremo del lápiz. 

-Quería preguntarte... algo... 

Ella me vio que me sentía nervioso, dejo su cuaderno a un lado. 

-Adelante dime lo que sea, puedes confiar en mí. 

-Es que necesito preguntarte algo muy vergonzoso. 

-Ven siéntate al lado mío, eso, aquí, ahora mírame a los ojos y dispara. 

Tome algo de aire, seguía dudando, pero si no hablo seguiría igual. 

-Te acuerdas que te comenté lo de la foto de Akari y que medio lo solucionamos. 

-No me digas, que siguen peleados, pensé que por todo el rato que paso y esas risas que escuche se habían arreglado, mejor dicho, tu risa. 

-De hecho si hablamos, ahora estamos bien, pero no era eso lo que quiero decirte Emi... aquí va, Akari me ayudo a masturbarme, ella... no quiero entrar en detalles, pero el asunto que después de que yo... bueno ya sabes terminara, ella estaba sufriendo porque estaba excitada y no podía sentir ni darse placer por ella misma, entonces navegando por internet averigüe que se puede llevar a alguien al orgasmo sin necesidad de tocarla, por... eso decidí pedir consejo... rayos me muero de la maldita vergüenza. 

Le saque una almohada a Emi y hundí mi cara en ella. 

-Espera, espera, espera... 

Emi estaba incluso más nerviosa que yo. 

-Hikaru como te digo, ósea tal vez pueda... mierda esto es más vergonzoso que cuando te di la maldita charla de educación sexual... haber, lo que quieres hacer es muy difícil. 

-Si lo sé, pero no conozco a otra persona con experiencia en el tema... 

-Entiendo... que vergonzoso... ¿Hikaru como sabes que tengo experiencias? 

Emi estaba totalmente pálida. 

-Ehhh... Emi cuando cumpliste 17 y trajiste a tu exnovio el que era mayor que tú, bueno creo que todos en esta casa oímos tus gemidos cuando tuviste sexo con él. 

Emi no sabía que decir ni hacer, me arrebato la almohada y ahora ella enterró su cara en ella, incluso pego un grito de vergüenza. 

-¿Por qué nunca me dijiste que se escuchaban mis gemidos? Olvídalo tuvo que ser muy vergonzoso para ti... un momento, Hikaru no me digas que siempre que traje a alguien cuando hice el amor con ellos, me escucharon gimiendo. 

-Ya que estamos... si con cada uno de los 3 cada vez que lo hacían... pero no te preocupes entiendo que es algo natural. 

-Mierda... cuando me masturbo también me escuchan.... sabes ya no quiero escuchar más Hikaru. 

Por el amor a todo, esta conversación se está desvirtuando mucho, ya no puedo con la vergüenza, ninguno de los dos éramos capaz de vernos a la cara. 

-¿Emi puedes ayudarme? 

-No lo se, haber cada persona es distinta, tiene sus gustos ya sabes y formas de preferir hacerlo, entiendo que ella no puede tocarse, tú tampoco puedes tocarla... no puedo creer que me hagas decir estas cosas de nuevo Hikaru... no se si va a funcionar yo nunca he tenido un buen orgasmo en el sexo, solo cuando lo he hecho sola. 

Emi se estaba pegando con el cuaderno en la frente. 

-Porque digo esto... la cosa es que nunca he tenido un orgasmo sin tener un estímulo... eso puede ser, tendrás que estimular su mente, de alguna forma con cosa que le guste a ella, su fantasía esas cosas, talvez debas ser bien descriptivo, deberás quitarte toda la vergüenza eso si para hacerlo, creo que eso es todo lo que se me ocurre hermanito, espero que te sirva. 

-Si bastante, perdón por incomodarte con todo esto, prometo no molestarte más con esto. 

Emi me agarro la mano antes de que me fuera. 

-Si necesitas ayuda por mucha vergüenza que me dé, estoy dispuesta a ayudarte, y hazme el favor si una próxima vez... me escuchan ya sabes a lo que me refiero avísame, no me siento bien sabiendo que me escuchan cuando lo hago... ahora tengo miedo... 

-Gracias Emi, te avisare si te escuchamos, solo espero que no tenga que hacerlo... 

 

Tonto Hikaru, mira que sigue preocupándose por mí. 

Estuve escuchando su conversación tras la puerta, sé que no debería, pero tenía curiosidad por lo nervioso que salió de la pieza. 

Creo que le debo una disculpa a Emi, hice que Hikaru le fuera a preguntar este tipo de cosas, cuando ella está enamorada de él, no me gusta la idea de eso, pero me hace sentir mal por hacerla sufrir... 

Hikaru debería ser más consciente con los sentimientos de los demás... aunque no puedo quejarme, conmigo se esfuerza mucho y logra entenderme a la perfección. 

Sera mejor ir a su pieza, antes de que me pille... así que piensa en hacerme sentir placer, eso me gusta... 

Ni siquiera me estaba dando cuenta que daba brinquitos de felicidad mientras iba a devuelta a la pieza de Hikaru.