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Ha vuelto

Parte Única 

Ya llegué par de cariñositos. 

-Emi te ves horrible, estas bien. 

-Así tratas a tu linda hermana, que más encima te hace el favor para quedar bien con tu novia... ¿Dónde está ella? 

-Hikaru eso no se le dice a tu hermana que te quiere... ¿Cómo que quedar bien conmigo? 

-Está al lado mío, veíamos los casos de Jungu Medita, ese anime de horror misterio, a ella le gusta a y ella me está llamando la atención por mi abrupta bienvenida contigo. 

Emi saco la revista de su bolso. 

-Akari eso es, enséñale como debería tratarme, bien aquí está la dejo en la cama. 

-Hikaru es Sky Pasarel, le pediste que la comprara, para mí. 

-Por supuesto, pero el mérito también es de Emi, ella accedió a darse el desvió para comprarla, Emi acércate un poco a mí. 

Ella dejo su bolso en su escritorio, se acercó a mi sin entender lo que quería y le di un beso en la frente. 

-Gracias como siempre Emi. 

-Te dije que me avisaras cuando me vayas a besar. 

-Es más divertido ver tu reacción, pero ¿por qué estas tan casada? 

-Como me van ascender, tengo más papeleo que hacer en la oficina, pero mi jefa me dio mi primera investigación como su asistente, dijo que si lo hacía bien me dejaría publicarla con mi propio nombre, debería estar feliz, pero el caso es un problema. 

Akari estaba centrada en la revista, con esfuerzo ella pasaba las páginas una a una, y hacia uno que otro sonido de sorpresa, felicidad o emoción. 

No pude evitar sonreír. 

-Hikaru acaso te burlas del dolor ajeno de tu hermanita. 

-No es eso, olvídalo, sé qué haces tú mejor esfuerzo por los dos, estaba pensando una vez que solucione lo de Akari en buscar un trabajo de medio tiempo, también quiero aportar en nuestro futuro. 

-Mi hermanito está creciendo... me hace feliz, pero te lo prohíbo, céntrate en tus estudios, quiero que vayas a la universidad que quieras, sin preocuparte. 

-Emi, no sé qué quiero estudiar, tampoco sé si quiero ir a la universidad, pero debo hacerlo, sino tu esfuerzo será vano. 

-Tranquilo no te preocupes ya encontraras algo, además aún faltan 2 años para eso, solo prométeme que iras a una Universidad, solo deseo eso a cambio. 

Me sentía algo incomodo, realmente no tengo pensado en ir a una, no es que no quiera, es que no sé qué quiero hacer. 

-Hare mi mayor esfuerzo para no decepcionarte. 

Ella me desordeno ya mi caótico cabello. 

-No creo que puedas decepcionarme nunca. 

Esas últimas palabras hicieron que sintiera más peso dentro de mí, realmente tendría que encontrar algo para el futuro, pero ni siquiera puedo pensar en ello por lo de Akari. 

Le di una sonrisa forzada a Emi, algo que ella no se merecía de mi parte, ella no merece mi mentira. 

-A todo esto, cual fue el trabajo que te dieron que te tiene mal Emi. 

-La chica tiburón. 

-¿La qué? 

-La chica tiburón, no había escuchado de ella hasta que mi jefa me dio el trabajo, por lo visto se trata de una niña que se pasea vestida con un disfraz de tiburón, muy poca gente la ha visto, pero hay un par de fotos algo borrosas por el internet de ella que confirman su existencia Hikaru. 

-Parece que, si te toco un trabajo duro, pero no comprendo cual es el interés de tú notidiario (Canal de noticias y periódico a la vez) en algo como eso. 

-Es para la nueva sección de mitos urbanos de Arekkaido. 

-Cuando pueda volver al colegio, intentare ayudarte con tú investigación, puede que Asuna sepa algo de eso, si alguien sabe de mitos urbanos de nuestra ciudad es la chica indicada. 

-Te lo encargo entonces Hikaru. 

-¡¡Aquí está!! Hikaru ella es la modelo de que te hable la que admiro. 

Su grito medio un sobresalto que hizo que me doliera las costillas, pero Akari estaba tan concentrada en su revista que no se percató. 

- ¿Qué te sucede Hikaru? Parece como si hubieras visto un fantasma... mala elección de palabra mi error. 

-Observa la revista Emi, es la modelo que admira Akari. 

Emi vio la página en donde estaba abierta Sky Pasarel, era obvio que estaba un poquito molesta. 

-Sabes Akari si no fuera porque escogiste a mi hermano como novio diría que tienes un gusto de mierda. 

-Hikaru porque Emi se molestó conmigo, ¿hice algo malo? 

-No cariño, no hiciste nada malo, es que la chica en esa revista es nuestra hermana. 

En la revista había una chica con un bikini muy provocativo de color rojo, ella estaba empapa con agua, mientras sostenía un perfume con forma de patito de hule. 

-Media hermana, Hikaru, media, de hecho, la muy desgraciada ni siquiera comparte lazos sanguíneos con nosotros. 

-Eres hermano de Machika Yumito, porque no me lo dijiste antes, ella es por mucho la mejor modelo que ha habido. 

Akari comenzó hablar por los codos, por lo visto si ha seguido su camino como modelo por mucho tiempo, hasta si no la conociera la confundiera con una acosadora. 

-Realmente se llama Kaede, pero si su nombre de modelo es Machika Yumito, y nunca lo conté, porque preferiría que los simios que tengo de compañeros en el colegio no me pregunten cada dos por tres sobre ella, además Emi no se lleva muy bien con Machika, aunque realmente se quieren. 

-Si la quiero lo más lejos de mí, no le des una imagen mía a Akari como si me agradara Kaede. 

-Como tú quieras Emi. 

-No me gusta esa sonrisa tuya mi lindo hermanito, tal vez no puedo hacerte llaves, pero puedo peñiscarte aún. 

Alguien toco la puerta. 

-Te salvo la campana Hikaru. 

-Jejeje 

Por la puerta había entrado nuestro padre Anton. 

-Necesito hablar con ustedes dos. 

-Sabes que no me gusta que tú entres a mi cuarto padre. 

-Si lo sé hija, pero se me acaban los días que pedí de permiso, y por las peleas no he reunido el valor para decirles lo que tenía que decir. 

-Dilo rápido, entra más rápido hables, más rápido sales de mi habitación. 

-Emi déjalo hablar, él sabe bastante bien como nos sentimos con él, no creo que haya que recordárselo. 

-Gracias hijo... como saben me he quedado estos días en casa. 

-Si lo sabemos era raro verte en casa, pero ¿Qué tiene que ver con lo que tienes que decir? - Le dije con verdadero interés. 

-Lo diré sin rodeos, pedí permiso, porque necesitaba descansar, hace unas semanas me tope con alguien... lo que necesito decirles es que... su Madre esta devuelta en la ciudad. 

El ambiente cambio drásticamente, yo tenía coraje, como esa mierda de persona se atrevía a aparecer luego de tanto tiempo, quería estallar, mi cuerpo estaba demasiado tenso, ni siquiera me di cuenta en qué momento Emi me está abrazando, creo que incluso me hablo y no me daba cuenta, Akari también me gritaba sin que los demás pudieran escucharla. 

-¡¡Cariño detente!! 

Akari logro que volviera en mí, había apretado mis puños tan fuertes que ahora me dolían las manos. 

Emi me paso un pañuelo por la boca. 

-Hikaru ¿estas bien? 

-Si Emi estoy bien... 

Tenía sangre en el labio, no me había dado cuenta, pero me estuve mordiendo el labio para controlarme, me había hecho una herida con mis dientes. 

Lleve una de mis manos a la mano que Akari tenía apoyada en la cama, el deje justo donde ella la tenía, no me importaba que se la atravesara, pero eso me hacía estar más tranquilo. 

-Gracias por el aviso... de verdad gracias, nosotros nos encargaremos del resto, puedes retirarte por favor padre. 

-Si los dejo tranquilo, descansen. 

Emi se hacia la fuerte, normal mente no trataba tan bien a papá, así que estaba afectada. 

Hikaru quiero ir a bañarme, ¿puedo estar tranquila dejándote solo? 

-Emi descuida estoy... estaré bien, además sabes bien que no estoy solo. 

Mire Akari, necesitaba ver su lindo rostro para relajarme. 

-Bien entonces vuelvo en un rato, si sucede algo Akari cuento contigo para que me vayas a buscar. 

-Por supuesto, no dejare a Hikaru solo. 

Emi se retiró, ella no podía escuchar a Akari pero ella estaba segura de que le había respondido positivamente 

Sabía bien que Emi se iba a llorar para que nadie la viera. 

 

El agua de la ducha corría 

Me encontraba como una inútil que perdió un juguete, estaba sentada en la esquina mientras el agua caía sobre mí, tenía los hombros rojos por lo caliente que salía el agua, pero no me importaba. 

-Con qué derecho te crees para poder volver, maldita zorra, no te basto con destruirnos, que quieres ahora, tengo que evitar a toda costa que el engendro que nos procreó se acerque a mi Hikaru. 

Lloraba tratando de hacer el menor ruido posible, mi mano estaba hinchada de tanto haberle pegado a la baldosa, gritaba sin dejar que mi voz escapara, estuve ahí casi una hora hasta que al fin pude calmarme. 

Sali de la ducha, me seque rápidamente, me quede viendo el reflejo en el espejo de mi persona, el verme me recordaba a ella, eso lo odiaba, había heredado los genes de mi madre, por ende, me parecía mucho a ella, le di un puñetazo al espejo partiéndolo en varios pedazos, mi mano obviamente comenzó a sangrar por los vidrios incrustados en ella. 

-Tengo que proteger Hikaru.