El río Solna fluía en silencio, nutriendo a un tercio de las criaturas que vivían en la península de Erdo. Muchos valles fluviales se formaron al margen. En el valle que lleva el nombre del río, Valle de Solna, había algunas ciudades-estado. Gracias al abundante recurso hídrico y la rica tierra, el Valle de Solna se convirtió en un lugar muy próspero solo superado por Politown.
Frente al templo recién construido para el Señor de la Guerra en la ciudad de Husum, había una espaciosa plaza, en la cual había construido un escenario. Las personas que vestían túnicas de lino se apiñaban voluntariamente alrededor de él, apoyando al dios contrario que adoraban. Los soldados del Imperio Angonorma estaban de pie holgazaneando en sus armaduras de bronce, sin preocuparse por los pequeños conflictos entre los seguidores, como si quisieran que esos herejes se mataran entre sí, lo cual les ahorraría muchos problemas.
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