Douglas

Mi voz se manifestó de manera agresiva, Lillie parecia notar que la había a cagado, no pensé en que decir después de mi declaración.

-Ali, me trenzas el pelo? la humedad hace que se me pegue al cuello y es bastante molesto. Iba a recogerlo pero perdí la liga, usa este listón...

Mike parecía desinteresado pero a mi parecer quería evitar mi explicación, después de todo cualquier cosa que pudiese decir serían sólo mentiras que se me ocurrieran en el momento.

Ali se sentó a un costado de Mike, tomó un trozo de cabello entre sus manos y tiró de este hasta que la cabeza del chico yacía en sus muslos.

- Como se conocieron tu y Rose?

Lillie parecía interesada en mi respuesta.

-bueno yo...

- En la escuela, Nari estaba saliendo con un chico que trató de drogarme en una fiesta....

- ANTES DE ESO!, yo la había visto con su madre en una tienda de verduras!

- Eso dices pero yo no te conocí hasta esa noche con tu novio!

-Bueno y que pasó en la fiesta?

- Nari se peleó con su novio por protegerme.

- Como

- Bueno.... Él quería darle algo a Rose, yo me metí en su camino porque no me agradaba que la metiera sin saber en sus juegos, debo aclarar que en su momento no pensé jamás que quisieran hacerle lo que querían hacer...

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Rose vestía botas y un vestido de flores con el cabello recojido. Permanecía de pie a un costado de el equipo de música. Sobresalía, parecía estar sola a pesar de que estaba rodeada de gente. En el medio de la multitud me encontraba yo acompañaba de Douglas, mi novio en el momento. Recuerdo que desde que logré verla con claridad comenzé a buscarla entre las personas. Sus botas, el bazo rojo que sostenía, su figura, recuerdo pensar que era bonita, quería hablarle, ofrecerle compañía, tomarla de la mano, cuidarla. Creo que fué amor a primera vista, pero a decir verdad sólo fue su físico, el ambiente y la luz de colores reflejandose en su piel, en su cabello, en ella. Parecía brillar pero en realidad el mundo formaba parte de un complot para hacerla lucir preciosa. Tal vez el mundo quería que la protegiera, ella no pertenecía a ese lugar. No en ese momento, no de esa manera, no sola.

Caminé hacia ella, separé mis labios y de pronto escuché la voz de Douglas.

-VINISTE SOLA?

-HA?

-ESTAS SOLA?

-OH SI

- QUIERES VENIR CON NOSOTROS?

Me pareció extraño que la hubiese visto antes que yo, pero me pareció un regalo que se uniera a nosotros, no tuve que decir nada, realmente creí que sería difícil convencerla que eramos confiables, pero después de Douglas haber pedido que se uniera noté como buscaba entre la multitud a alguien en quien confiar. Me acerqué para ser visible a sus ojos, hicimos contacto visual y sonrió de la manera más pura que yo había nunca antes visto.

-PUEDO!? GRACIAS!

Las luces de colores parpadeaban sin parar. Su peinado poco a poco se desbarataba. Me tomaba de la sintura con un agarre firme, con miedo de caer. Confiaba en mi con todo su ser, eso era evidente, pero lejos de sentirme alagada, sentía el peso de un delicado pedazo de arcilla. Un precioso y complejo pedazo de arcilla que ha sido moldeado con amor y cuidado que ahora yace vulnerable y frágil en manos de alguien que no pudo evitar pudrirse en la calamidad.

La arrastré conmigo lejos de los demás. Quería que se sintiera segura, que no sintiera el peso de las miradas de otros. Caminamos lo suficiente mente lejos como para poder hablar sin necesidad de gritar. Aún con gente a nuestros alrededores, todos en sus mundos. Solas las dos.

- Cansadas?

-DOUGLAS?

- les traje agua

Estaba segura que haberlos dejado atrás, pero al final no importaba.

-Hmm, sabe raro...

...que?

- NO LO TOMES!

-que? porque?

- Nari?

- Por que le das eso!.

- Sólo es agua.

- Dijo que sabe extraño

- Ah no importa, no está tan mal, debe ser el..

- no lo tomes!

- Nari! no seas paranoica, enserio suenas ridícula.

-Y QUE MIERDA TE IMPORTA! si le sabe mal que no la tome, porque te empeñas en que lo haga. Que le pusiste!?

Noté que Rose se alejaba pero estaba muy molesta para detenerme, no quería que tuviera una impresión errónea de las personas, no todos son malos.

- Ah chicos... ya me voy

-Te irás sola?

- Ah no, me voy con las personas que me trajeron, no te preocupes.

Me dí cuenta de que probablemente la había asustado, era mejor que se fuera. Me acerqué a ella y la envolví con mi cuerpo, su cabello olia a cigarro. No pude evitar sentir asco, ella tuvo que resistir el olor de humo de cigarro, sola en la obscuridad rodeada de paganidad. La abrazé con fuerza, probablemente cualquiera que supiera la situación en la que estábamos sabría que un abrazo entre extrañas que no sabían ni sus nombres tan emotivo como fue el nuestro era sin duda poco común. Mientras la tenía en mis brazos sentí vergüenza absoluta, pero valía la pena si ella me encontraba extraña, porque probablemente no la volvería a ver. Sabía bien que en un futuro cercano me arrepentiría de no haberlo hecho.

-Heh.. siempre has sido tan dulce?

- Es que...tomé un poco de alcohol.

Deseaba con todo quedarme un poco más.

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- Y que pasó

- Nari se peleó con Douglas y por lo que me dijo terminaron esa misma noche.

- Ah eso fue por otra razón.

- Y por qué?

- Bueno, después de que ella se fue yo volví a entrar a bailar, obviamente con la intención de perder a Douglas, el me convenció de hablar y me dio una bebida, notó que no tenía intención de acercar a mi boca cualquier cosa que el me diera y comenzó a hacerse el ofendido. Estaba muy pesado con que la desconfianza en nuestra relación era una mierda, me sentí presionada a tomar del vaso y me dí cuenta de que solo quería que lo tomara. Obviamente no soy estúpida y vacié lo que sea que me dió en la tierra. Me quería drogar, y obviamente no sería un problema si el me hubiese dicho que lo hiciera. Si quería que me acostace con él, lo habría hecho, pero el no quería que supiera, lo que significaba que era sin duda algo peor. Me dí cuenta que quería que yo reemplazara a Rose, pero no para él, para sus amigos.

Hablaba y hablaba asta que recordé que una niña de nueve años me estaba escuchando. Lillie estaba sentada en la tierra mirando el suelo. No podía ver su rostro, que pensaba.