En un día lluvioso, Kain se había reunido con Sasuke Sarutobi. Ambos estaban sentados en una terraza aislada de la mansión Sarutobi, al final de un largo camino hecho de pastelones de piedra. Todo alrededor de la terraza estaba cubierto de pasto verde cuidado y cortado a una altura uniforme.
En ese momento del día estaba lloviendo y se escuchaban los truenos a la distancia. Lo único que protegía a Kain y Sasuke de la lluvia era un techo elevado con un diámetro de veinte metros. Si lo veías por fuera parecía una orquídea puesta boca abajo.
Por otro lado, Kain y Sasuke estaban sentados en cojines rojos con un relleno de plumas mientras un tablero de shogi hecho de madera los separaba. Diferente de como comenzaron las cosas a principio de año, las posiciones estaban igualadas
—Como pensé, enviar a Rei fue una buena idea. Aunque todavía sigo pensando que podríamos haber hecho a todo el clan Inuzuka nuestros vasallos— dijo Sasuke y después soltó una fuerte risotada mientras se escuchaba la lluvia.
Kain sonrió manteniendo la compostura y no dijo nada al respecto, rompiendo el ritmo del viejo. Miraba sus facciones y analizaba su postura, la forma en que ponía las manos y contaba los tics nerviosos que transmitía cada vez que decía un chiste que buscaba ser ofensivo. Ser alguien desagradable tiene sus virtudes, sobre todo incomodar a los oponentes y limitar su pensamientos y movimientos.
Es como si alguien desagradable se te acercara y no quisieras tenerlo cerca. Entonces cuando está a suficiente distancia le dices "¿sabes? te apesta la boca" la otra persona de forma inconsciente se tapará la boca y se alejará de ti. Eso mermará su ego (la máscara social) y dejará ver sus verdaderos colores.
—Como se esperaba del demonio Uchiha— dijo Sasuke dejando de sonreír —aprendes rápido—
Kain ignoro el comentario que trataba de perturbarlo. Desde que conoció a Rei descubrió que tenía muchas preocupaciones que la gente podía explotar con facilidad. Como cuando lo llamaban demonio Uchiha y él respondía medio en broma que era un ángel. Este problema venía del deseo de Kain de haber nacido como hijo de Hashirama en vez de Madara. Kain ya no responde a esos comentarios, pero eso no quiere decir que lo haya dejado de desear. Por otro lado, cuando alguien te dice algo desagradable o pregunta algo molesto, lo mejor es hablar de otro tema.
—Hace frio ¿Por qué no llamas a uno de tus sirvientes para que traigan té?— preguntó Kain
Sasuke entrecerró los ojos y se preguntó si lo había hecho demasiado bien al enviar a Rei. Este pequeño mocoso no se perturbaba con ningún comentario ni mostraba debilidades. En cierto sentido era un alivio, pero por otro le producía un escalofrió.
—Mejor no— respondió Sasuke negándose de forma directa a que Kain tomara el control de la conversación —con este frio y el agua caliente te puede hacer mal. He escuchado de personas que le quedaron los músculos atrofiados una vez que se acercaron al frio después de haber tomado té—
—Interesante— respondió Kain como si no le importara, movió su torre en hacia adelante y comió un general de oro. Kain debería haber dejado la pieza a un lado, pero la conservo en la mano y sonrió a Sasuke, lo cual hizo arder a este último, pero Kain no le dejo comentar y continuo —¿Qué me decías? Estaba concentrado en otra cosa—
—Nada, mocoso, este juego de niños no tiene ninguna gracia, es mejor que comencemos con las cartas— dijo Sasuke con cierto fastidio camuflado en una expresión indiferente —en ese momento veremos si puedes mantener la calma—
—Lo que digas viejo— respondió Kain con una sonrisa que poco a poco comenzó a desmoronarse hasta volverse una expresión seria. Paso su brazo izquierdo por encima del tablero y desparramo las fichas hacia un lado. Miró a Sasuke y le preguntó —¿Qué es la sacerdotisa del Sabio Rey Mono?—
Sasuke por fin sonrió y le preguntó —¿Por eso no has tocado a Rei?—
—No hay información por ningún lado, salvo que existe como una sacerdotisa que enciende incienso a una estatua—
Sasuke sonrió al ver como Kain trataba de cortar su ritmo y hacerlo moverse a su voluntad. Sin embargo, todavía era demasiado joven para hacer eso —ella te quiere— dijo atacándolo a través de los sentimientos —si fuera otra mujer pensaría que la repudias ¿No tienes miedo de que te abandone?—
Kain frunció el ceño y se quedó callado, estudiando la expresión de Sasuke. El viejo jugador disfrutaba tratando de poner en aprietos a las personas.
—Si no tienes nada que decir, creo que viajare a la nación del Trueno, puede que los Sarutobi de allá sean más amables—
—¿Eso quiere decir que Rei tampoco te ha dicho nada?—
—Lo que sea, me voy— respondió Kain soltando un suspiro y poniéndose de pie. Se dio la vuelta viendo por el rabillo del ojo la asquerosa sonrisa del viejo Sasuke y empezó a caminar a la salida de la terraza. Llevo frente a tres peldaños que llevaban al camino hecho de pastelones de piedra mientras la lluvia caía más allá de la protección del techo. Kain bajo los tres escalones, dio un paso en la lluvia y escucho al viejo.
—Espera, puedo compartir algo contigo— dijo Sasuke
Kain mostro una breve sonrisa, pero volvió a poner una expresión seria. Se dio la vuelta en medio de la lluvia y examino la expresión de Sasuke. Como siempre sonreía tratando de mostrar algo de aparente amabilidad, pero había un toque de preocupación en su mirada. Kain volvió a subir los tres escalones y entrar bajo la protección del techo. Se sacó el haori blanco, camino hasta el cojín y se sentó mientras dejaba su haori a un lado.
Al mismo tiempo, la luz eléctrica de las bombillas, en los postes que sostenían el techo de la terraza, parpadeó y a la distancia se escuchó un trueno que ilumino el cielo.
—Espero que no me hagas perder el tiempo, anciano. Tus bromas de viejo mono no tienen ninguna gracia— dijo Kain
No obstante, esta vez fue el turno de Sasuke de romper el ritmo. Extendió su mano a una campanilla a su lado y la hizo sonar. Sasuke sonrió a Kain, dejo la campanilla en el suelo y espero a que se acercaran los sirvientes sin decir una palabra. Kain también estudiaba las expresiones del anciano y trato de mantener la calma, tratando de aparentar que esta inútil espera no le importaba.
A los cinco minutos vino un grupo de dos sirvientes liderados por una mujer con una expresión digna. Los sirvientes llevaban cajas que tenían que cargar con ambas manos y les llegaban hasta la punta de la nariz. Solo la mujer iba con las manos desnudas, pero igualmente se mojaba bajo la lluvia.
La mujer junto con los sirvientes llegó a la terraza y se detuvieron a un metro de distancia de Sasuke y Kain. La mujer se acercó al primer sirviente, deslizo la parte frontal de la caja hacia arriba y la engancho para que no se deslizara hacia abajo. Dentro de la caja había un juego de dos tazas de porcelana con una fina confección y un grabado de monos bañándose en aguas termales. La mujer se dio la vuelta y busco un lugar donde apoyar las tazas. Sasuke señalo la mesa de shogi y la mujer puso las tazas sobre la mesa. Después abrió la segunda caja y dentro había una tetera de porcelana emitiendo vapor. Ella tomo la tetera, sirvió las tazas y la dejo a un lado.
—Puedes retirarte— dijo Sasuke sin darle muchos pensamientos. La mujer asintió, cerró la tapa de las dos cajas y se fue con los sirvientes de vuelta a la mansión. Sasuke tendió su mano señalando las tazas y Kain tomo una. Sasuke tomo la taza restante y miró a Kain —por un buen futuro—
—Por un buen futuro— le dijo Kain mientras un trueno sonaba a la distancia e iluminaba el cielo. Kain llevó la taza a su boca y antes de beber, miró el contenido y solo vio un palito de té flotando en la superficie, lo que se consideraba de buena suerte. Al mismo tiempo, no se veía sedimentos en el té, ni se olía nada extraño. Así que al final, bebió.
Sasuke notó los pequeños cuidados que tuvo Kain y pensó que tenía que bajar un poco sus defensas. Quería mantenerse un paso por delante de Kain, pero no generar temor. El muchacho estaba siendo demasiado frio y cuidadoso con él.
—¿Te había contado que hace cien años atrás desapareció el Sabio Rey Mono?— preguntó Sasuke como si fuera algo trivial
—Algo así escuche— respondió Kain mientras miraba el palito de té flotando en su taza de té
—Por tu comentario anterior, pudo deducir que Rei te contó de la existen de otros Sarutobi ¿Verdad?—
—Así es, ve al punto—
Sasuke tomo una profunda respiración con cierta complejidad, lo cual no pasó desapercibido a Kain. Sasuke dejo la taza de té sobre la mesa de shogi y continuo —el sabio no desapareció por capricho como piensa la mayor parte del clan. Nosotros lo obligamos o más bien, lo empujamos a eso—
Kain paso su vista de la taza de té a Sasuke y entrecerró los ojos. Se supone que los Sabios son poderosos guerreros que han alcanzado la cima de la fuerza con la energía natural. Sasuke puede tener una gran habilidad y Hiruzen puede ser muy astuto y habilidoso, pero no da la impresión de que sus ancestros hayan sido más poderosos que ellos. De lo contrario, nunca se hubieran puesto bajo el ala de los Senju.
—Es la verdad— dijo Sasuke viendo la duda en los ojos de Kain —no fue en un combate abierto, ni por que lo tratamos de matar. Más bien, lo traicionamos. Solo ha habido dos Sabio Rey Mono que han mezclado su sangre con los humanos. De la primera unión nació el primer Sarutobi, pero no hubo linaje de la segunda unión. De lo contrario, yo no sería el patriarca—
Kain tomo una profunda respiración, miró el interior de su taza de té con el líquido verde emitiendo vapor y el palito de té flotando en la superficie —deben haber hecho algo muy estúpido—
—No existe mejor descripción— respondió Sasuke con una mueca incomoda —en aquella época los Senju habían ganado la lucha contra los Uchiha y estos últimos se escondieron para recuperarse de las perdidas. No era inusual, pasaba cada cien años y la vez anterior habían sido los Uchihas quienes habían ganado. El hecho es que nosotros los Sarutobi queríamos competir con los más poderosos y estábamos interesados en la fuerza del Sabio Rey Mono. Este último había mezclado su sangre con una mujer Sarutobi y ella había quedado embarazada—
—¿No los mato?— preguntó Kain más o menos intuyendo para donde se dirigía la conversación
—A más de la mitad de los Sarutobi, dejando a los más jóvenes, mujeres y niños. El resto murieron—
—Son basura, pero puedo decir que está en su sangre— dijo Kain con un tono molesto y despectivo. Levantó el rostro y lo miró a los ojos —después de todo, aunque formamos Konoha y decidimos unirnos como un solo grupo, el patriarca de esta generación estaba vendiendo los ojos de sus aliados—
Sasuke agacho la mirada e hizo una sonrisa incomoda mientras se rascaba la cabeza. Kain frunció el ceño con muchas ganas de lanzarse encima de él y golpearle la cara hasta cansarse. Kain miró hacia otro lado y bufo indignado.
Sasuke soltó un suspiro y continuo —una vez que nacieron los hijos del Sabio Rey Mono experimentamos con uno de ellos, pero todo salió mal y al final, no descubrimos la razón de la fuerza ni de su longevidad. El Sabio Rey Mono se enteró y paso lo que tenía que pasar—
—Rei tiene en gran estima a los Sarutobi, como grandes jugadores y hombres de negocios— dijo Kain mirando a Sasuke con frialdad —pero puede que solo sea su escasa percepción—
—Puede ser, después de todo, esto solo lo saben las cabezas de la familia y unos pocos ancianos lideres de sus ramas—
—¿Qué tiene que ver esto con la Sacerdotisa del Sabio Rey Mono?—
—En un principio era algo como lo que tu encontraste. Una mujer que enciende incienso frente a la estatua del Sabio Rey Mono. Hasta que la única hija restante del Sabio Rey Mono tomo el lugar—
Kain abrió los ojos amplios de la pura impresión, eso cambiaba muchas cosas.
—Cuando la esposa del Sabio Rey Mono dio a luz, tuvo dos hijos. El niño fue sacrificado para que pudiéramos aprender sobre la fuerza del Sabio Rey Mono, pero la niña fue dejada ilesa como un plan de respaldo, solo por eso nos salvamos de ser extintos. No obstante, el problema se dio cuando la esposa del Sabio Rey Mono se puso de parte del clan Sarutobi y el Sabio Rey Mono la repudio, porque no podía entender como quería defender a un grupo de gente que había destruido a su hijo. El Sabio Rey Mono se despidió de estas tierras con el corazón destrozado mientras su hija y esposa vivieron con nosotros los Sarutobi—
—¿Por eso decidiste matar a tu hermano menor? Quería mancillar el linaje del Sabio Rey Mono para poder seguir apostando—
Sasuke asintió con tristeza —podía perdonar que haya querido robar la estatua del Sabio Rey Mono, pero no que quisiera vender a su hija de esa manera y mucho menos a quien lleva la sangre de nuestro ancestro. Era un pecado muy grande, incluso para mí—
Kain soltó un suspiro y le dijo —ya ni siquiera sé si sea buena idea respirar el mismo aire que tú— se levantó de su cojín y agarro su haori en un gesto brusco y no espero respuesta.
—Espera, Kain— dijo Sasuke, se puso de pie y camino
—No quiero oírte, no me hables y no te vuelvas a acercar a Rei, es una advertencia, no quiero tener nada que ver contigo o con tu clan. Saru y Biwako son los únicos que considero humanos—
—Espera, esto es serio—
Kain se detuvo y vio al viejo similar a un buda sonriente envuelto en un kimono café oscuro.
—Los sabios tienen videntes— dijo Sasuke —en esta generación renacerá la primera generación del Sabio Rey Mono—
Kain se quedó de piedra pensando en Rei y lo que esto significaba mientras escuchaba de fondos el sonido de la lluvia y los truenos a la distancia.