Kain se sentó al borde de una cama mullida con un cubrecamas gris de aspecto lustroso. Mana estaba por delante de él, a dos metros de la cama, ella lo miraba a los ojos.
—Vamos— dijo Kain —me querías mostrar algo, ahora tengo tiempo—
Mana ladeo su rostro algo confundida, él dijo que iba a hacer algo, pero no estaba insistiendo —¿Te retractas? No pensé que el gran Kain Uchiha se retractara—
—No me retracto, solo tengo curiosidad, vamos, te estoy esperando. Si quieres te ayudo a desvestirte. Intuyo que compraste algo para utilizar en la playa o en el mar ¿Un traje de baño?—
—No eres para nada lindo— dijo Mana al ser leída tan fácilmente.
Kain hizo una mueca de indiferencia y levantó los hombros —adelante, estoy esperando— dijo
—Ya no quiero— dijo Mana con una expresión molesta
—¿En serio? Bueno, si necesitas algo— dijo Kain y se levantó de la cama —me puedes encontrar en la cabina del capitán—
Kain comenzó a caminar y Mana lo quedó mirando, ella frunció el ceño y los labios, ella camino dando pisotones y tomo a Kain de la mano.
—No dije que estaba mal— dijo Mana
Kain no la miró, solo espero.
—Kain-sama, vamos, yo solo estaba bromeando—
Kain soltó una risita
—¿Ahora te burlas de mí?—
Kain la miró a los ojos y le dijo —débil—
—Eres un idiota— respondió Mana
Kain soltó una risita y la abrazó por la cintura.
—No sé porque te quiero— dijo Mana más enojada con ella que con Kain
—Aaaah, tengo algunas habilidades especiales—
—No eres tan bueno como crees, idiota—
—Ya lo creo, pero podemos seguir mejorando con la practica— respondió Kain y la condujo a la cama. Ellos cayeron sobre la cama y rebotaron un par de veces. Mana quedó recostaba boca arriba y Kain encima de ella. Sin embargo, Mana miró hacia otro lado como si estuviera ofendida. Kain se acostó a su lado y la miró a la cara, pero ella se giró hacia el otro lado y le dio la espalda. Kain no se hizo problema, la abrazó por detrás y le beso el cuello.
—Ya no te quiero— dijo Mana —eres un idiota—
—¿En serio? Es una pena—
—No te importo—
—Por supuesto, no me importas, nada, en lo más mínimo—
Mana se preocupó y se dio la vuelta —¿En serio?— le preguntó
Kain la quedó mirando a los ojos, ella estaba a punto de ponerse a llorar. Mana era bastante infantil, mucho más que Hana a pesar de ser hermanas gemelas que crecieron juntas. El concepto de perder la cabeza por amor le quedaba a la perfección. Su aura era intensa y encendida, desde la cabeza, bajando a los brazos, el torso y los muslos. Sobre todo, se sentía más fuerte a la altura del rostro, el pecho y la entrepierna.
—Solo bromeo, idiota— respondió Kain con voz suave, un poco culpable por molestarla. Él llevó su mano a la mejilla y se la acaricio con la yema de los dedos. Él acercó su rostro y la beso. Mana fue reciproca y se abrazó a Kain.
Después de cinco minutos de besarse, ellos se quedaron acostados y abrazados. Podían escuchar la brisa marina y el oleaje. Por el ventanal el cielo se veía nublado, era invierno en la nación del Fuego, así que tendrían que viajar varias leguas antes de poder llegar a mar abierto, donde debería estar soleado.
—Vamos, tenemos que salir del puerto— dijo Kain
—¿No quieres que te muestre lo que me compre?— preguntó Mana
Kain observo esos ojos tiernos, grandes y expresivos, sobre todo se fijó en el iris rojo. Ella lo miraba llena de expectativas. Él sonrió y respondió —Claro, vamos, te espero. Después vamos a la cabina y te enseño como manejar el yate—
—Claro— dijo Mana, sonrió y apoyo sus manos en la cama, ella se levantó y camino hacia un mueble. Ella sacó un sello de papel de la mochililla en su cintura y los dejo sobre el mueble.
Kain se sentó en la cama y observó a Mana. Ella tomo su cabello blanco y desarmo su coleta. El cabello cayó liso y desordenado. Ella se lo peino con las manos. Mana llevó sus manos al dobladillo de su polera y la levantó.
—Polarizar— dijo Kain y al instante, los grandes ventanales del dormitorio con vistas al mar se volvieron oscuros y evitaron que alguien pudiera ver lo que pasaba en la habitación. Eso volvió oscura la habitación por un par de segundos, pero al instante siguiente se encendieron todas las luces en el techo.
Mana miró al techo y sonrió, ella se terminó de quitar la polera y dejo expuesta su piel oscura, lisa, sin imperfecciones. Ella tenía la espalda estrecha y los brazos delgados, la cintura apretada y las caderas anchas. Su largo cabello blanco blanco cubría gran parte de su espalda. Mana miró hacia atrás, vio a Kain con una sonrisa mirando como ella se cambiaba. Ella se mordió el labio inferior y se giró para que Kain la viera. Ella tenía un sostén grande y aparatoso para que pudiera sostener sus enormes senos. Era más funcional que lindo, con una superficie blanca lustrosa. Mana desabrocho el sostén y sus senos quedaron expuestos. Eran abundantes con pezones gruesos y una aureola de color café.
Mana miró a Kain mientras él la observaba, ella llevó las manos a su pantalón y lo desbrocho. Ella se continuó quitando la ropa hasta que quedó completamente desnuda. Ella espero, se mordió el labio inferior y camino hacia Kain. Ella se detuvo pocos centímetros de Kain y lo miró a los ojos. Kain la miró hacia arriba, Mana sonrió de forma dulce. Kain mostró una pequeña sonrisa, acercó su rostro y le beso el estómago. Le dio varios besos alrededor del ombligo y después acercó su rostro al estómago. Él cerró los ojos mientras la abrazaba.
—¿Has pensado en un nombre?— preguntó Mana
—Es muy pronto para pensar en nombres. Recién tiene un de centímetros de diámetro— respondió Kain mientras sentía la suavidad y la calidez de la piel
—Es importante, Kain— dijo Mana, llevó sus manos a la cabeza de Kain y le peino el cabello en un gesto suave y amoroso.
—Lo sé, pero por mucho que te pongas nerviosa, no va a nacer antes—
—Mmm, lo sé—
Kain apartó su rostro, miró hacia arriba y dijo —lo pensaré, no te preocupes. Cuando llegue el momento, estaremos preparados—
—¿Promesa?— preguntó Mana, ella llevó sus manos del cabello de Kain al rostro mientras lo miraba a los ojos
—Promesa— respondió Kain
Mana mostró una hermosa sonrisa, se agacho y lo beso en los labios. Kain fue reciproco. Mana apartó sus labios y sonrió contenta, ella se apartó y se giró de forma coqueta, enseñando un trasero abundante y muslos. Ella camino contoneando sus caderas hasta el mueble, tomo un sello de papel y lo activo. Del sello salieron varias prendas completamente blancas que hacían juego con el cabello de Mana y contrastaban con su piel oscura. Ella se puso la ropa, eran un bañador de dos prendas. Se veía bonito y ordenado, pero Mana era tan grande que daba la impresión de que sus senos iban a explotar y su trasero estaba siendo estrangulado. Ella trato de mostrarle a Kain y se giró de lado a lado.
—Es bonito— dijo Kain —¿Te gustaría ir a la playa antes de que salgamos de viaje?—
—¡No!— dijo Mana horrorizada —yo, si es para ti, puedo, pero me moriría de vergüenza en la playa—
Kain asintió, pero no añadió nada. Era el tipo de ropa escandalosa que creaba a Akane, pero estas ropas no eran de su marca, sino de la competencia. Solo personas con mucha personalidad se atreverían a usar algo tan provocador en la playa.
—¿Te queda bien?—
Mana miró la ropa, sobre todo sus senos, ella soltó un suspiro y sus hombros cayeron —¿Me queda tan mal?— preguntó
—Lo podemos arreglar, dame un segundo— dijo Kain, el llamo a las unidades de apoyo y ellas emergieron del brazalete negro. Los dos diamantes levitaron a un metro del suelo y Kain dijo —toma muestra del diseño de la ropa que lleva Mana Izumi, descompone y reformula para un diseño adecuado—
—Y si— dijo Mana —y si mejor procesa un modelo de "Silueta"—
Kain la quedó mirando a los ojos, asintió en un gesto suave y miró a la unidad de apoyo —cámbialo por un modelo similar de la línea de ropa de "Silueta"—. Kain soltó un suspiro y pensó en su estúpida hermanastra. Una cosa era tomar la silueta de Naoko y plasmarla como un logo de marca. Eso ya era lo suficientemente molesto como para que Kain quisiera golpearla, pero nombrar toda una gama de ropa con la marca "Silueta" ya era bastante. Lo peor de todo era que Naoko lo sabía y le fascinaba la idea. No, lo peor de todo es que Itachi sabia y no puedo ganarle la discusión a ninguna de las dos.
La unidad de apoyo proyecto un haz de luz sobre Mana y descompuso las dos piezas del traje de baño. Mana quedó desnuda por unos segundos, pero al instante siguiente nueva ropa se comenzó a materializar. Una vez que termino, fue perfecta. Era la gran diferencia entre lo barato y la ropa de calidad. Ahora los senos de mana estaban en su lugar, cómodos y en un empaquetado elegante, suave, más parecía ropa interior que un traje de baño. Por otro lado, su trasero no parecía que estaba siendo estrangulado. Las chicas muy grandes tenían sus propios problemas.
La propia Mana abrió la boca bastante asombrada con la diferencia —y eso que la otra ropa me había costado bastante caro— dijo
Kain mostró una pequeña sonrisa, pero no dijo nada. En su lugar, él se levantó y camino hacia Mana. Ella levantó su rostro, lo miró a los ojos y sonrió. Kain la abrazó por la cintura, su piel era suave mientras la textura de la ropa nueva era sedosa y agradable al tacto. Como supuso Kain, este bañador era más para exhibir que algo funcional para bañarse. Si ella se sumergía en el agua y la tela absorbería el agua. Por otro lado, no se sentía nada mal, ni la tela ni el relleno.
—Bien ¿Ahora vamos a la cabina del capitán?— preguntó Kain
Mana lo quedó mirando a los ojos, ella esperaba tentarlo un poco, pero solo sonrió y le dijo —claro, vamos—
Kain la tomo de la mano y la condujo a la salida, ellos caminaron por la sala de estar. El ventanal a la izquierda estaba oscuro, pero podían escuchar el fuerte oleaje, lo que hizo detenerse a Kain y decir —trasparenta— entonces pudieron ver el mar y los cielos nublado. Las olas estaban incrementando su tamaño con el paso del día —parece que vamos a tener que posponer el viaje para mañana—
Mana también miró hacia el mar, ella asintió y después miró a Kain —bueno, así es mejor, el horario es bueno, tenemos varios días de ventaja— dijo
—Sí, pero eso significa menos días para nadar en el arrecife de la isla Jiro. Un amigo me lo recomendó, dijo que nos íbamos a encontrar con un gran espectáculo—
—Bueno, ya veremos lo que podemos hacer— respondió Mana
Kain la miró a los ojos, mostro una pequeña sonrisa, la beso y siguió caminando con ella a la escalera de caracol. Juntos subieron al tercer piso, donde estaba la cabina del capitán.